Malestar internacional con Israel por la construcción de 3.000 nuevos asentamientos en Palestina

Malestar internacional con Israel por la construcción de 3.000 nuevos asentamientos en Palestina

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La construcción de 3.000 asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este ha provocado el enfado de Reino Unido y Francia, que han convocado a los embajadores de Israel en Londres y París, respectivamente.

El gobierno británico afirma que "deplora" la decisión del ejecutivo israelí porque amenaza las perspectivas de conseguir la creación de dos Estados: Palestina e Israel.

Tanto Daniel Taub, embajador de Israel en Reino Unido, como Yossi Gal, su homólogo en Francia, ya se encuentran en las sedes de los ministerios de Asuntos Exteriores de ambos países.

El enfado se debe no tanto a la construcción de nuevas viviendas para colonos judíos en los asentamientos sino, sobre todo, a la decisión de llevar a cabo el proyecto denominado E1, que pretende unir colonias en Jerusalén Oriental con la de Maale Adumín, lo que impediría la continuidad territorial de Cisjordania y haría inviable el establecimiento de un Estado palestino. La construcción del proyecto E1 es "una línea roja" para Francia y Reino Unido, asegura el Haaretz.

Además de la ampliación de asentamientos, Israel anunció ayer que confiscará 460 millones de dólares del dinero de impuestos y aranceles que recauda en nombre de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y que está obligado a transferirle según los acuerdos de paz de Oslo.

España, por su parte, también se ha mostrado molesta con los asentamientos. El ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo, cree que esta "es la dirección contraria a la que hay que ir".

LA ONU: "SON ILEGALES"

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha instado a Israel a cancelar "en aras de la paz" su plan. El jefe de la ONU "ha recibido con gran preocupación y decepción el anuncio de Israel de construir nuevas viviendas en Cisjordania, en concreto en la zona E1", ya que "supone aislar completamente a Jerusalén Este del resto de Cisjordania".

Ban Ki Moon cree que si Israel lleva a cabo sus planes en la zona E1, "será un golpe casi fatal a las oportunidades que aún quedan para alcanzar la solución de los dos estados". En este sentido, el secretario general ha instado a las partes a "evitar las provocaciones, reanudar las negociaciones directas e intensificar los esfuerzos hacia la consecución de una paz justa y duradera".

Además, Ban ha recordado que los asentamientos de la población de los países ocupantes en los territorios ocupados son ilegales, de acuerdo con el Derecho Internacional.

ISRAEL TRATA DE QUITARLE HIERRO

Sin embargo, Israel ha querido restarle importancia a las críticas de la diplomacia internacional. "Tenemos muy buenas relaciones con estos países. Han criticado nuestra decisión, eso es algo público, y nosotros tampoco estamos particularmente contentos con el voto en la ONU", ha asegurado el viceportavoz del Ministerio de Exteriores, Paul Hisrschon, para quien es "algo dentro de lo normal" la convocatoria de Londres y París.

En el mismo sentido, se expresó el portavoz de la Cancillería israelí, Yigal Palmor. "Han convocado a nuestros embajadores para protestar el anuncio de más asentamientos y estos han contestado. Obviamente, nosotros habíamos advertido a la comunidad internacional y a los países europeos que la iniciativa palestina en la ONU viola los acuerdos (de paz de Oslo) y que no quedaría sin consecuencias, así que no deberían estar sorprendidos", declaró Palmor.

El portavoz indicó que Europa sabe que "Abú Mazen (el presidente palestino Mahmud Abás) ha rechazado cualquier posibilidad de reiniciar el proceso de paz, por lo que deberían presionarle a él para que acepte reiniciar las negociaciones".

Exteriores "no tiene ningún temor" a que haya un giro en las relaciones con Europa, ni tampoco a que la Unión Europea tome medidas de represalia contra Israel, como suspender los acuerdos de asociación especial o los de condiciones preferenciales de comercio. "No nos han transmitido que vayan a tomar ninguna medida concreta', dijo Palmor, que añadió que 'no hay que minimizar la gestión diplomática. Es una protesta muy fuerte, pero que está dentro del marco de una relación diplomática normal".

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