Una comunidad de vecinos de Fuerteventura comparte los gastos de wifi

Una comunidad de vecinos de Fuerteventura comparte los gastos de wifi

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"Robar wifi al vecino es hacerle una faena. Lo que tienen que plantearse las comunidades es compartir Internet". Elisa Parentin, de 29 años, vive en una urbanización de viviendas adosadas en Fuerteventura. Hace año y medio que promovió entre sus vecinos la idea de compartir los gastos de la red wifi para ahorrar. Ahora paga 20 euros al mes por su banda ancha y critica las cuotas "abusivas" de las compañías.

Comparte apartamento con su pareja y pagan unos 500 euros al mes de alquiler. Él está en paro y solo disponen del salario de Elisa, que trabaja en una oficina de seguros."No teníamos pensado contratar Internet, pero con esta opción nos sale a cuenta", comenta esta italiana residente en las islas Canarias.

En su comunidad son unos veinte vecinos. No todos aceptaron, pero al menos una decena se sumó al plan. Con una velocidad de dos megabites por segundo, se emplearon dos líneas ADSL y varios repetidores.

Pero, ¿Es legal compartir red wifi con los vecinos? En septiembre de 2010 la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) lo declaró una práctica legal que no requiere de ningún permiso (ver el documento en PDF). El organismo emitió la resolución tras estudiar la petición de una promotora de pisos de protección oficial en régimen de alquiler en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

La CMT estableció tres condiciones para permitir la explotación conjunta de la red wifi: la inexistencia de ánimo de lucro, que la red y el servicio no estén abiertos al público en general, y que la prestataria del servicio sea un operador, no la comunidad que, entre otras cosas, no puede ofrecer un servicio de atención al cliente.

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Marco Minato, italiano de 35 años, es el responsable de la instalación del primer sistema de wifi compartido en Fuerteventura. "Es muy importante realizar un estudio técnico previo para detectar los puntos del edificio con mejor cobertura. Pese al gasto que conlleva el estudio y la posterior instalación, el ahorro de los vecinos al mes supera el 50%", señala. Lo explica en este video:

INSTALACIÓN: La manera más sencilla es que un técnico instale el cable informático UTP (1 euro el metro) y una antena en cada planta (80 euros por unidad). En función del numero de vecinos y del edificio, será más o menos fácil, pero la idea básica es que con el asesoramiento de un profesional, un buen proyecto y la complicidad de los vecinos, se puede crear una red básica o profesional en un edificio por un coste razonable, señala un blog sobre tecnología de elperiodico.com