El Madrid vuelve a vencer al Barcelona, que sigue líder con 13 puntos de ventaja sobre los blancos (2-1)

El Madrid vuelve a vencer al Barcelona, que sigue líder con 13 puntos de ventaja sobre los blancos (2-1)

El Clásico más descafeinado de los últimos años lo ganó el Madrid (2-1), pero en realidad acabó casi como empezó: con el Barcelona como líder destacado de la Liga, 13 puntos por encima de los blancos. Sin embargo, algo ha cambiado en los últimos días. El equipo dirigido por Mourinho ha pasado de ser incapaz de ganar a los azulgrana a vencerles dos veces en apenas cinco días, tras la victoria (1-3) del martes pasado en el Camp Nou que supuso su pase a la final de la Copa del Rey.

Este sábado, ya en la Liga, la tensión era menor. El partido comenzaba con el Barcelona con 16 puntos por encima del Madrid, por lo que había mucho menos en juego que en días pasados. Con todo, la victoria del Madrid no es inofensiva. Deja al Barcelona tocado, inmerso en las dudas sobre su estado de forma tras tres derrotas importantes -las dos frente al Madrid y otra frente al Milan en Champions-.

Al contrario, los blancos salen muy reforzados, metidos en la final de la Copa y con el ánimo por las nubes de cara al martes, cuando juegan en Manchester, frente al United, la vuelta de los octavos de la Liga de Campeones (1-1 en la ida).

Además, el Madrid parece haber encontrado, al fin, la forma de ganar a su eterno rival, como se evidenció este sábado. Los blancos se adelantaron prontísimo, a los cinco minutos, gracias a un gol de Benzema. En el tanto tuvo su mérito el canterano Morata, que le puso un buen centro al delantero francés, pero sobre todo fue un error defensivo del Barcelona, que permitió que el ariete se quedase sólo frente a la portería.

El Barcelona trató de recuperarse entonces y diez minutos después Messi lograba el empate gracias a un disparo raso, muy potente, que despistó al meta Diego López. A partir de ahí, el partido entró en una especie de duermevela, con los azulgrana tocando y tocando sin mucho peligro y el Madrid esperando acontecimientos.

Había bostezos en el Bernabéu cuando Morata estuvo a punto de despertar al estadio con un potente cabezazo que se estrelló en el lateral de la portería.

SEGUNDA PARTE POLÉMICA

Con ambos equipos dormidos, Mourinho buscó la reacción sacando a Cristiano, suplente de inicio. El portugués dio un primer avisó con un misil en el saque de una falta que Valdés despejó a córner como pudo. Después, Morata volvió a avisar: se quedó sólo ante Valdés tras un buen pase de Pepe, pero el portero azulgrana desvió el disparo a córner.

Tanto avisaba el Madrid que acabó marcando gracias a un gol de cabeza de Ramos a la salida de un córner sacado por Modric. No contentos con eso, Cristiano estrelló un nuevo misil en la cruceta de la portería.

Pero el partido tenía reservada la polémica para los segundos finales, cuando Ramos derribó a Adriano dentro del área. El colegiado no pitó penalti y desató las iras de los jugadores del Barcelona. Tras el pitido final, los azulgrana, ya vencidos, corrieron a increpar al árbitro. ¿El resultado? Valdés terminó expulsado y el Barça tocado anímicamente.