Jan: "Superlópez les diría a Rajoy y a Wert que se fueran al planeta Koskatilla"

Jan: "Superlópez les diría a Rajoy y a Wert que se fueran al planeta Koskatilla"

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Fue una de las últimas noticias de 2012 y una de las primeras de 2013: Juan López, Jan, autor del castizo superhéroe de cómic Superlópez, rechazaba por "convicciones" la medalla al Mérito de Bellas Artes, que se había aprobado en el consejo de ministros. La decisión tuvo aún más repercusión porque se conoció poco más de dos meses después de que Javier Marías rechazara el Nacional de Narrativa. Desde entonces, Jan ha guardado silencio y ha seguido trabajando en su próximo álbum, que se llamará Otra vez el Supergrupo y que se publicará en abril para recordar los 40 años de Superlópez.

Ahora, más de dos meses después del sonoro rechazo al galardón, Jan (Toral de los Vados, León; 1939) admite que no le gustó "el ruido que armó la cosa" y recalca, como ya explicó en un comunicado, que hubiera preferido que se le preguntara antes de adjudicarle el premio. "Ya sé que no es la norma consultar al agraciado...", lamenta en declaraciones a El Huffington Post. "Para mí, los premios estatales son un reconocimiento a los gobiernos que los dan y yo ni reconozco un mal gobierno ni soy monárquico", asegura para zanjar el asunto.

En el comunicado con el que rechazó el premio, Jan aludió a "las circunstancias sociales y políticas" como justificación para su decisión. "Cada mañana que abro el periódico ya no sé si estoy leyendo El Jueves o El País", ironiza a la vez que lamenta que "lo peor de todo" es el desempleo, "por no hablar de los desahucios con suicidio incorporado".

UN "DESASTRE SOCIAL"

Aunque subraya que no responsabiliza del "desastre social que vivimos" únicamente a los miembros del actual Gobierno, sí sabe lo que Superlópez, su personaje más reconocido, haría si un día tuviese delante a José Ignacio Wert, ministro de Cultura, y a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno. "Superlópez les diría que se fueran al planeta Koskatilla", asegura el también padre de Pulgarcito en referencia a un planeta imaginario que aparece en el álbum Los Ladrones De Ozono , publicado en 1992.

El escenario principal de esa historia es el planeta Koskatilla, gobernado por los corruptos Arkontes Arkóntiros, cuyo lema es "tanto da, da lo mismo". Mientras se guardan todo el ozono para "flipárselo", a los demás habitantes apenas les queda para respirar.

En los tiempos de crisis, Jan tiene claro que la función de la cultura debe ser "la misma que ha tenido siempre: comunicar y educar para ser libres y democráticos". Por eso, el dibujante, que de joven trabajó en la Televisión Cubana en La Habana, asegura que "hay tanto interés en manipular la cultura".

Y, mientras, el padre de Superlópez lamenta que los tipos normales, como su superhéroe, no tienen otro remedio que "sufrir la crisis, participar en las protestas y manifestarse. ¿Qué si no...?".

"TODAS LAS NACIONES TIENEN DERECHO A DECIDIR"

Aunque Jan nació en Toral de los Vados, un pueblo de la provincia de León, se trasladó a Cataluña siendo un niño. "Mi vida está asentada en Cataluña... pero, para mí, Toral es un lugar entrañable, al que me siento muy apegado por el cariño que me han demostrado", asegura. Con todo, no duda en afirmar: "Seré leones si quieres pero vivo y trabajo en Cataluña. He crecido aquí y creo que moriré aquí".

Por eso, el dibujante no tiene problemas en defender una consulta soberanista en Cataluña "proclamando a los cuatro vientos, y con conocimiento de causa, que todas las naciones tienen derecho a decidir". Y añade: "Cataluña es una nación con historia, lengua y cultura propias".

"EL FENÓMENO DE LA NOSTALGIA"

Jan no ha dejado nunca de publicar nuevas historias de Superlópez, un personaje que surgió por un encargo de una parodia de los superhéroes de EEUU, pero sus seguidores suelen repetir con frecuencia que el personaje ha perdido frescura y garra. El dibujante no da demasiada importancia a esas críticas, que achaca al "fenómeno de la nostalgia" y asegura que él mismo añora a Prince Valiant o Little Nemo in Slumberland. "Si fuera por ellos, siempre estaría haciéndolo igual que en 1975 y ya estaría muerto de aburrimiento", indica, mientras explica que le gusta cambiar, perfeccionar y experimentar.

Solo al final de la conversación, llevada a cabo a través de correo electrónico, Jan hace referencia a la sordera total que sufre desde niño: "De lo único de lo que me priva es del sonido de las palabras, de la música y del ruido, pero estas, escritas, ya son palabras. Solo reconozco que por fuerza tengo que ser más observador... y así me va".