Apedrean a mujeres en el Muro de las Lamentaciones por rezar como los hombres (FOTOS)

Apedrean a mujeres en el Muro de las Lamentaciones por rezar como los hombres (FOTOS)

EFE

Las inmediaciones del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén han sido escenario este viernes de momentos de tensión entre los judíos ultraortodoxos y las conocidas como Mujeres del Muro, que por primera vez han podido rezar en este simbólico centro del judaísmo conforme a las tradiciones y con el atuendo típicamente masculino.

Los ultraortodoxos arrojaron piedras, botellas y agua contra mujeres judías, que tuvieron que ser escoltadas por la Policía israelí.

Cerca de un centenar de integrantes del grupo denominado "Mujeres del Muro", vinculadas a las corrientes reformista y conservadora del judaísmo, acudieron a rezar a ese lugar por primera vez después de que el Tribunal del Distrito de Jerusalén dictaminara recientemente que no suponía una "vulneración de la costumbre local" hacerlo ataviadas con indumentaria característica de los varones judíos.

Cada mes este grupo de féminas acude al lugar más sagrado de su fe para orar ataviadas con filacterias y solideos y leer directamente de rollos de la Torá, lo que es considerado por los sectores ortodoxos como un desafío, una blasfemia y un acto de provocación.

Para los ultraortodoxos, se trata de una "profanación" de un "templo sagrado", como ha gritado uno de los participantes en la protesta.

miles de judíos ultraconservadores se han concentrado este viernes junto al Muro de las Lamentaciones y han increpado a las mujeres que han acudido a este primer rezo libre. Las fuerzas de seguridad han establecido un perímetro de seguridad e intervenido para detener a varios de los manifestantes, según medios locales.

"Los sucesos se registraron esta mañana cuando un centenar de mujeres acudieron a rezar y al mismo tiempo llegaron miles de jaredí a la zona para protestar e impedirles orar", refirió a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.

El Gobierno, entretanto, intenta buscar un punto intermedio que satisfaga a ambas partes y evite que estas tensiones se repitan todos los primeros días de cada mes -según el calendario hebreo-.