El PP rechaza dedicar el 18 de julio a la condena del franquismo y UPyD se abstiene

El PP rechaza dedicar el 18 de julio a la condena del franquismo y UPyD se abstiene

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El Congreso de los Diputados seguirá sin condenar el franquismo. La proposición de ley para dedicar el 18 de julio a la condena de la dictadura y a la memoria de las víctimas naufragó este martes en la cámara baja. El PP anunció su voto en contra y la oposición mayoritariamente a favor del texto presentado por el grupo Izquierda Plural y defendido por José Luis Centella, diputado de IU.

UPyD anticipó su abstención.

Carlos Gorriarán, parlamentario de la formación que dirige Rosa Díez, acusó a la izquierda que pide un día de condena de pretender la "reactualización del clima de la Guerra Civil" y de acusar a los que se opongan a la proposición de ley de ser "sospechosos de franquismo". Eso es "intolerable", advirtió, porque pretende convertir a los ciudadanos en "súbditos".

La izquierda quiere "imponer un relato histórico" aprovechando "extrañamente" el día 18 de julio, algo similar a lo que quiso hacer Franco al declarar la jornada como día solemne del alzamiento.

Según él, es "evidente" que su grupo condena "absolutamente" el franquismo, al igual que los crímenes contra la humanidad "del bando republicano", el terrorismo de ETA o el estalinismo (ve aquí el vídeo de su intervención).

EL PP PIDE A LA IZQUIERDA QUE SUPERE EL FRANQUISMO

El PP manifestó su "estupor" porque IU quiera rememorar el 18 de julio. "Nosotros somos más del 6 de diciembre", dijo el diputado Ramón Gómez de la Serna, en referencia al día de la Constitución. El parlamentario sugirió que la izquierda vivía mejor contra Franco.

"El último triunfo del franquismo es que sigamos pendientes del franquismo 80 años después", lamentó Gómez de la Serna. El PP recomienda a la izquierda "echarle doble llave" a la tumba del dictador. "Libérense ustedes del franquismo, emancípense ustedes de él", pidió. "Yo no voy a hablar de los 100 millones de muertos que dejó su ideología, no lo voy a hacer", dijo.

"No podemos condenar a las nuevas generaciones al peso insoportable de la Guerra Civil", pidió.

Por su parte, Emilio Olabarría (PNV) aseguró estar de acuerdo con la propuesta y recordó que tanto su abuelo como su suegro fueron víctimas de la represión. "Durante 40 años hubo celebración de fiestas y desfiles militares en los que el régimen hacía una exposición de fuerza preventiva", algo que "no se puede celebrar". Según él, el franquismo sería hoy objeto del escándalo de la comunidad internacional o procesos por crímenes contra la humanidad.

El portavoz de Amaiur en el debate, Jon Iñarritu, recriminó al PP que aisle a su grupo por su cercanía a Batasuna y no se atreva a condenar el franquismo. Según Iñarritu, su grupo está "con las víctimas, con todas".

LA DELEGADA DEL GOBIERNO Y LA DIVISIÓN AZUL

Joan Tardá, de ERC, pidió la dimisión de la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna, por su presencia en un homenaje a la División Azul, unas "tropas que fueron a dar apoyo al nacional socialismo" de Hitler. "En ningun momento se ha hecho nada para restablecer la memoria de las víctimas", lamentó. "Este fascismo está mimetizado desde la gobernación de este Estado", dijo.

Feliu Guillaumes (CiU) también arremetió contra la delegada del Gobierno por prestar apoyo al acto, que "acabó dando un diploma a un señor que lleva una camisa azul y una esvástica".

LA PROPOSICIÓN DE LEY

La proposición de ley (aquí en pdf) pedía simplemente declarar el día como la jornada oficial de condena por un "golpe de Estado de Francisco Franco contra el legítimo Gobierno republicano", en "homenaje y reconocimiento de todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de la guerra civil española, así como de cuantos padecieron más tarde la represión de la dictadura".

Más allá de darle un nuevo sentido a la efeméride, el grupo parlamentario perseguía que se levantasen "monumentos a la memoria de las víctimas" en las principales capitales españolas.

Según cálculos de diversos historiadores, la represión que siguió a la Guerra Civil se cobró hasta 50.000 muertos.

"La Guerra Civil para Franco y sus acólitos no acabó el 1 de abril de 1939, sino que se prolongó hasta los últimos días de vida del dictador", según la propuesta. Centella criticó que el Valle de los Caídos siga siendo un monumento a la dictadura y que en él Franco yazca con sus víctimas, algo que según él es "indigno".