El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dice que las mujeres no podrán ejercer "jamás" el sacerdocio

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dice que las mujeres no podrán ejercer "jamás" el sacerdocio

EFE

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha subrayado este viernes que el sacerdocio solo lo pueden ejercer los hombres y "jamás" podrán hacerlo las mujeres.

Fernández argumenta que el sacerdocio es "un don, nunca un derecho", aunque "algunos se empeñan en reivindicar hoy el sacerdocio femenino, el sacerdocio de la mujer, como si fuera un derecho, como si fuera una cota de poder".

Según afirma Demetrio Fernández en su carta semanal, recogida por Europa Press, "la Iglesia no es dueña absoluta de los dones que le ha otorgado su Maestro" y, por eso, "no puede hacer algo diferente a lo que ha hecho su Maestro y Señor, Jesucristo". "El sacerdocio ministerial es un don, nunca un derecho. Por tanto, no puede entrar en el mercado de los derechos humanos, ni debe ser objeto de reivindicaciones", añade.

Por ello, "y de manera definitiva, la Iglesia ha establecido que la ordenación sacerdotal solo puede concederse a varones", de forma que "esta sentencia no podrá ser reformada nunca jamás, porque el Papa Juan Pablo II" la dictó "apoyado en el ejemplo de Jesús, en la Palabra de Dios, en la tradición viva de la Iglesia y en su infalibilidad pontificia".

NO ES "HACER DE MENOS" A LA MUJER

El obispo de Córdoba matiza, sin embargo, que todo eso no constituye un desprecio a la mujer porque "Jesucristo no ha hecho de menos a la mujer, porque la ha igualado en todo con el varón". En este sentido, pone de ejemplo que "en los temas de matrimonio, cuando la mujer no tenía ningún derecho y podía ser repudiada, Jesús sitúa a la mujer a la misma altura del varón al señalar que "no sólo la mujer comete adulterio si se va con otro".

Además, Demetrio Fernández afirma que el papel de la mujer en la Iglesia "es de enorme importancia, no solo porque todas las mujeres están llamadas en cuanto tales a la santidad, sino porque a ellas de manera especial les ha sido encomendado el cuidado del ser humano, desde su concepción hasta su muerte".

LA MUJER, HECHA PARA PARA LA "MATERNIDAD"

El obispo concluye que "en el matrimonio o en la virginidad, el corazón de la mujer está hecho para la maternidad, para proteger al ser humano, especialmente a los más débiles e indefensos. Nada más cálido para el ser humano que el regazo de una madre".

Las palabras de Fernández se conocen el mismo día en que el obispo de Segovia ha asegurado que "poligamia, divorcio, amor libre y otras deformaciones hedonistas oscurecen institución matrimonial."