Falsos paralímpicos españoles, oro en baloncesto en Sidney: fin del caso con 18 absoluciones y una multa 5.400 euros

Falsos paralímpicos españoles, oro en baloncesto en Sidney: fin del caso con 18 absoluciones y una multa 5.400 euros

EFE

Esta es una de esas historias que hacen perder la fe en la Humanidad: el caso de los falsos paralímpicos españoles que desveló un periodista infiltrado en el equipo. De los 12 jugadores del equipo de baloncesto que volvió con medalla a casa sólo dos tenían alguna discapacidad.

De los 19 imputados en el caso de los "falsos paralímpicos" que ganaron un oro en baloncesto en Sidney 2000, sólo el expresidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales (FEDDI), Fernando Martín, ha sido condenado. Su condena se ha rebajado de dos años de cárcel a una multa de unos 5.400 euros por estafa y falsedad oficial, mientras que al resto de los imputados se les han retirado los cargos, tras pactar una "absolución negociada" entre la Fiscalía de Madrid y los abogados defensores.

La mentira de los jugadores llega a momentos que daría para una película sobre la estafa. Tal y como recoge El Mundo:

Era el primer partido de la Paraolimpiada de Sydney 2000, estaban en el segundo cuarto y la cosa iba, paradójicamente, mal: "Estábamos ganando de 30 a China, así que el entrenador tuvo que decirnos, medio en broma, medio en serio: ‘Chavales, bajad un poco el pistón, que nos van a descubrir’".

Uno de los jugadores, el periodista Carlos Ribagorda, se infiltró en el equipo para sacar a la luz el caso. Tras saltar el escándalo, varios de los deportistas devolvieron la medalla de oro que habían obtenido en la competición. Tras quedar visto para sentencia, Ribagorda ha explicado que decidió destapar la estafa después de que tuviera conocimiento que varios de los jugadores de baloncesto que compitieron en Brasil en 1988 y en el Eurobasket de 1999 no eran minusválidos. "A partir de ahora habrá un sistema de medición mucho más fiable", ha reseñado.

SIN CERTIFICADO PARA LOS PARALÍMPICOS

Los hechos se remontan al mes de octubre de 2000 con la XI edición de los Juegos Paralímpicos en Sidney, destinados a personas con minusvalías físicas, psíquicas y sensoriales, con la participación de 200 deportistas españoles, entre los que se hallaban los doce integrantes del Equipo de Baloncesto de Discapacitados Intelectuales, adscrito a la Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales (FEDDI), que presidía Fernando M. V.

El fiscal sostiene que, de los 12 componentes del equipo de baloncesto que logró una medalla de oro en Sidney 2000, sólo dos deportistas poseían el correspondiente certificado de minusvalía emitido por la Administración pública competente (las autoridades autonómicas catalana y valenciana) .

Los ahora exonerados participaron "a sabiendas de que carecían de toda discapacidad, y por tanto del correspondiente certificado oficial de minusvalía expedido por el INSERSO o el organismo pertinente de la comunidad autónoma.

MARÍN ASUME TODA LA RESPONSABILIDAD

La Audiencia Provincial de Madrid tenía previsto juzgar este lunes a los 19 acusados. Al inicio de la vista, el fiscal ha anunciado que retiraba la acusación para dieciocho de los diecinueve acusados y que mantenía la del expresidente del FEDDI al ser el máximo responsable de lo que ocurrió en Sidney. Así, ha acordado rebajar los dos años de prisión que se le solicitaba en un principio por dos multas por los delitos de estafa y falsedad oficial, imponiéndole una multa de 5.400 euros.

La decisión de retirar la acusación se ha producido como consecuencia a que Fernando Martín haya asumido la responsabilidad en los hechos que se produjeron, esta circunstancia exonera al resto de las personas que se habían sentado en el banquillo de los acusados.

En cuanto al único acusado, el fiscal y la acusación particular, que representa al Comité Paralímpico, han acordado que se le apliquen las atenuantes de dilaciones indebidas, ya que el proceso se inició hace 13 años, y reparación del daño, dado que Fernando Martín ha abonado la indemnización de 142.000 euros que se le reclamaba en concepto de responsabilidad civil. Esta cantidad corresponde al valor de las becas que en su día se concedieron a los jugadores, pero que se quedó la federación.