El futuro del Senado: Una cuestión territorial... y de supervivencia

El futuro del Senado: Una cuestión territorial... y de supervivencia

GTRES

En un antiguo convento en el centro de Madrid, 266 parlamentarios se reúnen principalmente para tramitar leyes y ejercer la función de control al Gobierno. Todo ello con un coste de casi 52 millones de euros este año. Es el Senado, una institución con una reputación a la baja en nuestro país, y que requiere de un profundo cambio para garantizar su supervivencia y ganarse la confianza de los ciudadanos.

Hace una semana los senadores españoles seguían atentamente las noticias que llegaban desde Irlanda. En esta isla se sometía a referéndum la desaparición de esta Cámara, una idea lanzada desde el propio Gobierno y originada por la situación de crisis económica.

Pero los pronósticos fallaron y los ciudadanos dijeron que querían seguir contando con esta institución. Muchos parlamentarios españoles respiraron aliviados.

¿Cómo está el debate en España? Aunque solo algunas voces del PNV y de ERC se han atrevido alguna vez tímidamente a pedir públicamente la desaparición del Senado, los principales partidos del país apuestan por su mantenimiento pero con cambios. Todo ello frente a la presión de algunos colectivos ciudadanos como el 15-M, que exigen la supresión de la Cámara.

En el Senado son conscientes de que hay que llevar a cabo una renovación intensa para tener un lugar destacado en la vida política del país. Ha jugado en las últimas décadas un papel secundario -ensombrecido por el todopoderoso Congreso-. Su futuro pasa en parte por fortalecer su rol como Cámara de representación territorial en un Estado plural. Es la eterna promesa que se escucha cuando se inicia una legislatura y que todavía los españoles no han visto cumplirse.

LA AUTOCRÍTICA Y LA DEFENSA DE LOS SENADORES

“El Senado ha sido una cámara útil, que quisieron los padres de la Constitución y los españoles y que ha prestado grandes servicios al desarrollo democrático”, afirma en conversación con El Huffington PostAntolín Sanz -uno de los representantes del PP en la ponencia para la reforma de la Cámara Alta-. No obstante, reconoce que el Senado de 1978 se ha quedado “trasnochado” al haberse desarrollado ya el título VIII de la Constitución, que está dedicado a la organización territorial del Estado.

Es necesario una reforma “urgente”, explica este senador, para adaptarlo a los “nuevos tiempos” y cumplir con los nuevos objetivos en los que están trabajando. Sanz señala que en todos los países que cuentan con dos cámaras -que suelen ser los compuestos- “siempre está en cuestión el Senado”.

“Requiere una pensada y profundizar”, agrega el parlamentario, a la vez que muestra su rechazo a aquellos que “plantean que no ha sido, ni es, ni puede ser útil”. “Ha cumplido escrupulosamente con lo mandatado por la Constitución, pero hay que tener sentido común y autocrítico”, apostilla.

Para el expresidente de Baleares y senador socialista, Francesc Antich, “hay un gran desconocimiento del trabajo que se hace”. “Es verdad que no ha hecho su función de Cámara territorial, pero sí ha ayudado a mejorar mucho el tema legislativo”, precisa antes de afirmar: “no hay que quitar el Senado, sino adaptarlo”.

En un Estado complejo como el español, continúa este ponente del PSOE en la reforma del Senado, “debe ser una cámara para ayudar a mejorar el funcionamiento institucional” y “conseguir la implicación de la visión territorial en las políticas nacionales, para que no se den situaciones como la de ahora, por ejemplo, de Cataluña”.

Desde las filas de CiU, su portavoz, Josep Lluís Cleries, sostiene que el Senado “tiene especial sentido en un Estado tan diverso como el español”. En este punto, afirma que las “grandes democracias europeas tienen dos cámaras”, a la vez que defiende que tendría que tener un “sentido especial” orientado a ser una Cámara territorial si el país fuera “realmente plurinacional y plurilingüístico”.

“Si miramos la realidad, ha ido diluyendo su aspecto territorial y ha sido básicamente una Cámara de segunda lectura de leyes”, reflexiona el portavoz nacionalista.

Una de cal y otra de arena.El senador de la Entesa Carles Martí (PSC) afirma que “la necesidad de esta pieza en la arquitectura constitucional es más clara que nunca, pero es verdad que el Senado actual se está agotando” y “urge la reforma más que nunca”.

UNA CUESTIÓN ETERNA

Estos cuatro parlamentarios forman parte de la ponencia encargada de estudiar una futura reforma del Senado. Este órgano se creó al inicio de la legislatura para perfilar el prometido cambio impulsado por el presidente de la Cámara Alta, Pío García-Escudero. La historia se repetía como cada cuatro años.

Los senadores creen que los trabajos iban en la buena dirección en la elaboración del informe sobre las funciones, que debería pasar más tarde al Pleno para su aprobación. Pero las sesiones no se han reanudado desde la vuelta de las vacaciones. Los grandes partidos lo achacan a su rival. ¿Qué planes tienen para su futuro?

“Los trabajos han ido bastante bien durante un año largo. Lo novedoso respecto a otros intentos es que ha habido unanimidad en los objetivos a cumplir, en dejar a un lado lo que nos diferencia y centrarnos en los que une”, relata Sanz, quien sostiene que el “dilema surgió” justo en el mes de julio cuando el PSOE presentó su modelo federal del Estado.

Los populares apuestan por “reforzar” el papel del Senado como “Cámara territorial” y manteniendo su parte “parlamentaria”. En estos trabajos de la ponencia “se ha avanzado de forma clara en el Senado como órgano a través del cual las comunidades autónomas participen de las funciones de la Cámara” y que “no constituya una mera reiteración de todo lo que pasa en el Congreso”.

Lo que se pretende, añade el senador, es el fortalecimiento de su papel respecto a leyes de relevancia autonómica, y en ser una “pieza clave para la vertebración” del país. Por ejemplo, especifica que tiene “mucho sentido” que un nuevo Estatuto de Autonomía pase primero por el Senado antes que por el Congreso. Asimismo, cree Sanz que un nuevo modelo de financiación autonómica o la reforma local tendrían también que someterse a primera lectura en la Cámara Alta.

UNA “REFORMA BLANDA” DE LA CONSTITUCIÓN

Sanz precisa que esto implicaría una reforma “blanda” de la Constitución, un cambio en el reglamento del Parlamento y la creación de un órgano para dirimir posibles conflictos entre el Congreso y el Senado.

“Ojalá llegáramos a un acuerdo”, dice el parlamentario del PP, quien hace hincapié en que los senadores socialistas les han pedido tiempo porque los acuerdos alcanzados en el seno de la ponencia no casan con la propuesta de modelo federal del PSOE.

Para el socialista Antich, el futuro del Senado debe pasar por “aumentar sus potestades”. “En el PSOE ha habido el debate de si debía ser una Cámara de gobiernos o parlamentaria y los acuerdos de Granada dejaron en principio el tema abierto a las dos posibilidades. Lo que estamos trabajando aquí en el Senado es que siga siendo una Cámara parlamentaria, sin perjuicio de que no hemos entrado en su composición”, defiende Antich.

Negocia con la idea de que haya una serie de normas con “relación directa con lo territorial” que pasen antes por el Palacio de la Plaza de la Marina que por el de la Carrera de San Jerónimo. Se ha debatido incluso en la ponencia, confiesa Antich, sobre la posibilidad de que algunas normas no pudieran continuar su tramitación si no obtuvieran el beneplácito del Senado. Actualmente, un ‘no’ en el Senado puede ser salvado posteriormente con una aprobación de la Cámara Baja.

“Los trabajos están casi acabados”, indica también el senador de la Entesa Carles Martí, pero advierte de que cuando se produjo el momento álgido del “episodio de Bárcenas” el PSOE decidió “congelar un poco las relaciones con el PP y eso ha parado la finalización del debate sobre el tema de las funciones”, reflexiona.

EL ACUERDO QUE NUNCA LLEGA

Martí comenta que “convendría mucho que en esta legislatura hubiera un gran acuerdo para reformar la Constitución en dirección a la transformación en Cámara territorial”. “Sería un mensaje buenísimo sobre la modernización del país y para demostrar que España se ve a sí misma como un país plural, capaz de reconocer esta diversidad, integrala y utilizarla en beneficio del conjunto”.

Cleries también apuesta por ser Cámara de primera lectura para algunas cuestiones, pero va más allá. Cree que debería haber cambios también en el modo de elección y en el tamaño del mismo. A su juicio, hay que “redimensionar” el número de senadores y se tendría que “evitar” la “sobrerrepresentación” de algunas provincias. Apuesta por seguir utilizando un sistema “mixto” de elección -comicios directos y designaciones autonómicas-, pero que gane más peso el nombramiento de los parlamentos regionales.

Estas son algunas de las propuestas para reconvertir este órgano parlamentario. ¿Serán capaces de llegar a un acuerdo durante esta legislatura? Han sido muchos los precedentes que no han llegado a buen puerto. En las elecciones generales, la Cámara Alta es la única institución a cuyos miembros se puede elegir directamente tachando su nombre con una X, una demanda cada día con más adeptos. ¿Te acuerdas de la X que marcaste en 2011?

8 COSAS SOBRE EL SENADO

- El Senado tiene un presupuesto para 2013 de 51,9 millones de euros. En 2014, lo reducirá un 0,31%, ya que bajará hasta los 50,2 millones de euros.

- Es, según la definición de la propia Constitución Española, la Cámara de representación territorial.

- A diferencia de lo que ocurre en el Congreso, el número de senadores no es fijo. Puede variar al alza o a la baja al cambiar el número de habitantes de las distintas comunidades. Los Parlamentos autonómicos designan un senador fijo y otro más por cada millón de habitantes.

- Tiene 266 parlamentarios durante la actual legislatura (208 son electos y 58 designados por los parlamentos autonómicos).

- Los 208 votados directamente se eligen de la siguiente manera: 4 por cada provincia peninsular, 3 en Gran Canaria, Tenerife y Mallorca, 2 en Ceuta y Melilla y uno en Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma.

- Se vota al candidato, eligiendo hasta 3 -siempre uno menos de los que corresponde a cada circunscripción- de entre los que figuren en la papeleta única que hay para el Senado.

- Las principales funciones son la legislativa, la presupuestaria y la de control del Gobierno. Otras funciones relevantes son las relacionadas con la autorización de determinados tratados o convenios internacionales y con la designación de miembros de otros órganos.

- Cada senador recibe una asignación de 2.813,91 euros al mes más una indemnización para los gastos que le originen la actividad de la Cámara de 1.822,38 euros (869,09 euros para los senadores de Madrid).