Estilismos de los 80 y estrellas míticas, en un libro (FOTOS)

Estilismos de los 80 y estrellas míticas, en un libro (FOTOS)

MARIO CASILLI

Si aún nos acordamos de historias como Dinastía, El Coche Fantástico o Corrupción en Miamino es precisamente por ser herederas de la técnica narrativa de William Faulkner. Lo que se nos quedó grabado primero en la retina y luego en la memoria fueron sus estilismos. Uno de los responsables de perpetuar a gente como David Hasselhoff, Linda Evans o los Bee Gees en el Olimpo de la cultura pop fue el fotógrafo Mario Casilli, autor de algunos de los retratos más brillantes -en un sentido literal del término- de la década de los 80.

Mario Casilli se enfrentó y sobrevivió con su cámara a modelos dominados por la laca y las hombreras, a punto de ser devorados por deslumbrantes joyones o por una combinación imposible de tejidos y colores. Eran tiempos de un lujo que no entendía de minimalismos y que él supo explicar a través de imágenes que ahora se recopilan en un libro de la editorial Reel Art Press. Ante su mirada, Oprah parecía una más de los hermanos Jackson y Barbra Streisand se quedaba en ropa interior.

No parece que Casilli sufriera con los encargos, más bien al contrario, teniendo en cuenta que era el socio número dos con acceso a los clubs que Playboy tenía distribuidos por el mundo, solo por detrás del dueño Hugh Hefner. Porque antes de inmortalizar a las estrellonas de la tele, el estadounidense ya se había hartado de fotografiar a cientos de conejitas para la revista con los reportajes de investigación mas leídos del momento. Entre sus logros profesionales contaba haber inventado, o al menos haber popularizado, el bodypainting femenino para romper la monotonía de tanta piel al descubierto en la publicación de Hefner.

Cambió Playboy por TV Guide y, con ello, los desnudos por la ropa más hortera posible, pero sus imágenes no perdieron ni un ápice de elocuencia sexual, lo que siempre se traduce en dinero. Pasó a ser el Francisco de Goya catódico, autor oficial de los retratos de la realeza dominante en la industria del entretenimiento. Aparecer en una de sus portadas suponía disparar la audiencia de la serie de turno o las ventas del nuevo disco en el mercado. Pero para algunos su valía no era meramente comercial: "No creo que otro fotógrafo haya sido capaz de capturar la esencia de toda una década como Mario lo hizo. En sus imágenes de los años 80 se muestra el lujo y la decadencia propia de la época", recuerda Joan Collins como merecida autora del prólogo además de indiscutible portada del libro.