La tormenta Zoraida se acerca a Filipinas, ya devastada por el supertifón Yolanda

La tormenta Zoraida se acerca a Filipinas, ya devastada por el supertifón Yolanda

EFE

Uno de los tifones más potentes de la historia ha arrasado completamente Filipinas. Fuentes policiales temen que haya hasta 10.000 muertos solo en la provincia de Leyte, donde alrededor del 80% de los edificios han quedado destruidos. Mientras que la población clama por ayuda, el país se prepara para un nuevo golpe. La tormenta Zoraida se acerca a la costa y podría golpear zonas muy afectadas ya por el paso del tifón Yolanda.

La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA) ha alertado de la proximidad a las costas del sureste de Filipinas de la depresión tropical Zoraida, que tocará tierra previsiblemente este martes en la provincia de Surigao del Sur, en la isla de Mindanao (sur).

La tormenta provocará lluvias entre moderadas y fuertes y podría causar inundaciones y desprendimientos de tierra.

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ESTADO DE CALAMIDAD NACIONAL

El presidente filipino, Benigno Aquino, ha declarado este lunes el estado de calamidad nacional tras los devastadores efectos que ha dejado a su paso por el centro del país el supertifón.

Aquino ha hecho el anuncio durante un discurso televisado a la nación tras visitar las zonas más devastadas. Por ahora, el balance oficial de víctimas mortales se mantiene en 255 pero fuentes policiales temen que haya hasta 10.000 fallecidos.

"Hemos aprobado 1.100 millones de pesos filipinos (unos 18,84 millones de euros) adicionales que se sumarán a los fondos de respuesta rápida del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo y del Departamento de Obras Públicas y Carreteras", ha anunciado Aquino.

La declaración del estado de calamidad nacional permitirá al Gobierno, entre otras cosas, fijar un techo en los precios en los bienes de primera necesidad y vigilar que no se cometan abusos en las ventas de este tipo de bienes así como medicinas y combustible; desbloquear fondos para proceder a reparar infraestructuras e instalaciones dañadas; o conceder préstamos sin intereses a los más afectados mediante cooperativas o organizaciones populares.