Escándalo de corrupción en Turquía: dimiten los ministros de Economía, Interior y Medioambiente

Escándalo de corrupción en Turquía: dimiten los ministros de Economía, Interior y Medioambiente

EFE

Los ministros de Economía , Medioambiente e Interior turcos, Zafer Çaglayan, Erdogan Bayraktar y Muamer Güler, cuyos hijos fueron detenidos la semana pasada en el marco de una vasta operación contra la corrupción y por sobornos, han anunciado este miércoles su dimisión.

"Está claro que la operación que se lanzó el 17 de diciembre es un juego sucio contra nuestro Gobierno, nuestro partido y nuestro país", ha denunciado Çaglayan a través de un comunicado. "He dejado mi cargo como ministro de Economía para desbaratar este feo juego en el que mi hijo y mis estrechos colaboradores se han visto implicados y para permitir que se aclaren los hechos", ha explicado.

Por su parte, Güler ha indicado, también a través de un comunicado, que presentó su "renuncia verbalmente al primer ministro", Recep Tayyip Erdogan, el 17 de diciembre, fecha en la que su hijo fue arrestado, y "hoy la he presentado por escrito".

El ministro de Medioambiente y Urbanismo turco, Erdogan Bayraktar, ha presentado este miércoles su dimisión y ha instado al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, a hacer lo mismo, en medio de la operación contra la corrupción en el país.

La operación contra la corrupción ha sacudido a la clase política turca, desencadenando una agria disputa entre el Gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y el estudioso islámico Fethulá Gülen, cuyos seguidores ocupan cargos clave en la Policía, el sistema judicial y los servicios secretos.

24 DETENIDOS

Un total de 24 personas, entre ellos el director del banco público Halkbank, han ingresado en prisión preventiva, mientras que otros, entre ellos un alcalde del partido gubernamental AKP, y un multimillonario del negocio de la construcción, fueron liberados.

Los acusados son sospechosos de haber intervenido en la adjudicación de contratas urbanísticas ilegales.

Por otra, son acusados de negocios ilícitos, relacionados con el envío de importantes cantidades de oro a Irán, un esquema que evitaba las sanciones internacionales contra la República Islámica por su controvertido programa nuclear.

La reacción del Gobierno turco había consistido hasta ahora en ordenar el traslado o cese de un centenar de 100 jefes de policía y publicar una norma que prohíbe iniciar investigaciones bajo orden de la Fiscalía sin informar previamente a las jerarquías policiales superiores.

Las autoridades insinuaron además que la investigación se lanza en el contexto de una lucha de poder entre el partido AKP y el influyente movimiento del predicador Fethullah Gülen, también conservador religioso y durante años aliado de Erdogan.