Cineastas que recurren a Homero y no pagan derechos de autor

Cineastas que recurren a Homero y no pagan derechos de autor

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¿Cuántas veces se ha dicho en broma que, mejor que leer un libro, es preferible esperar a que salga la película? En el caso de La Odisea de Homero la opción cinematográfica no es la más perezosa. Incluso puede resultar enriquecedora, ya que son unas cuantas las películas que se apoyan en el texto.

Tras la Guerra de Troya, Ulises regresa al encuentro de su esposa Penélope y su familia, salvando en su largo viaje hacia la isla de Ítaca numerosos obstáculos. Esta sencilla y universal estructura en la que se basa el clásico griego se repite desde hace siglos en la literatura y ahora también en el cine. Los hermanos Coen recurren a ella siempre que pueden. Y así lo han hecho en su nueva película, A propóstio de Llewyn Davis, recién estrenada en salas españolas. No son los únicos. Otros grandes se han lucido en pantalla echando mano de Homero sin tener que pagar derechos de autor.

A propósito de Llewyn Davis. Los hermanos Joel y Ethan Coen regresan una vez más a La Odisea para contar la historia de un cantautor con el talento y la sensibilidad de Bob Dylan que no consigue abrazar el reconocimiento que merece. El metafórico viaje de su protagonista sirve a los directores para explicar el porqué de un fracaso inmerecido solo en parte y, de paso, contar verdades amargas con las que se atreven a retar a una sociedad actual que supedita la valía de las personas en función de su éxito. Hasta el gato es una referencia al libro.

Cold Mountain. La premiada novela de Charles Frazier que trasladó al cine Anthony Minghella sustituye el regreso a casa del héroe de Homero por el de Inman, un combatiente en la Guerra de Secesión estadounidense interpretado por Jude Law. Su particular Penélope en este relato ambientado en el siglo XIX es Ada (Nicole Kidman), una damisela en apuros que le espera en la maltrecha granja de la que es propietaria. Mientras, él vive numerosos encuentros y desventuras en su particular viaje.

Ulises. En esta producción italiana del año 1954 no hay traslación espacio-temporal ya que se trata de una adaptación directa del libro original, con Kirk Douglas, Silvana Mangano y Anthony Quinn en los papeles principales. Fue todo un taquillazo en su país, algo así como Los Juegos del Hambre de hace seis décadas.

Oh Brother! Las referencias al clásico de la literatura son aún más evidentes en esta película de los hermanos Coen protagonizada por George Clooney, como Ulysses Everett McGill, un hombre que se escapa de la cárcel en busca de un tesoro enterrado y con una esposa a punto de casarse con otro. Un ciego vidente, un bautismo, un alma vendida al diablo y un cíclope vendedor de biblias son algunos de los obstáculos que se presentan en su periplo a través de la América sureña, en la época de la Gran Depresión en los años 30.

Big Fish. Tim Burton aplicó su talento visual al mito griego en una de sus películas más vistas y recordadas, rodada a partir de una novela de Daniel Wallace. En este relato Edward Bloom es el Odiseo de turno, que narra la historia de su vida a un hijo incrédulo. De nuevo un encuentro sucesivo con personajes y situaciones poco comunes que resultan muy similares a las contadas por Homero y una mujer como Jessica Lange (y también la muerte) al final del camino. La espiral de referencias de Big Fish es tal que su personaje principal comparte apellido con el Leopold Bloom de James Joyce en Ulises, novela a su vez inspirada en el texto clásico.