El papa Francisco se refiere al aborto como la cultura "del descarte"

El papa Francisco se refiere al aborto como la cultura "del descarte"

REUTERS

El pasado mes de septiembre, el papa Francisco removía los cimientos de la Iglesia al asegurar que los católicos no podían seguir insistiendo en temas como el aborto o los homosexuales. Pero ha sido el primero en romper su propio discurso.

El papa Francisco ha asegurado este lunes que "suscita horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto", en su discurso al cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano.

El tema del aborto lo introdujo el papa en uno de los pasajes de su amplio discurso en el que se refería a los sufrimientos de los niños y a la cultura del "descarte", tanto de alimentos como de las personas.

El papa argentino aseveró que "la paz además se ve herida por cualquier negación de la dignidad humana, sobre todo por la imposibilidad de alimentarse de modo suficiente".

Y sobre esto agregó que las principales víctimas de la hambruna son "sobre todo los niños" y que "no nos pueden dejar indiferentes los rostros" de éstos.

Volvió a denunciar "la cantidad de alimento que se desperdicia cada día en muchas partes del mundo, inmersas en la que he definido en varias ocasiones como la cultura del descarte".

Y entonces añadió: "Por desgracia, objeto de descarte no es sólo el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos, que vienen descartados como si fueran cosas no necesarias".

"Por ejemplo, suscita horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto, o en los que son utilizados como soldados, violentados o asesinados en los conflictos armados, o hechos objeto de la trata de personas, esa tremenda forma de esclavitud y que es un delito contra la humanidad", dijo.

Jorge Bergoglio había expresado el rechazo al aborto por parte de la Iglesia en su primer exhortación apostólica, publicada el 26 de noviembre, pero había pedido a la Iglesia "acompañar" a las mujeres que recurrieron a esta práctica empujadas por situaciones duras como una violación o la pobreza extrema.