Los mitos más comunes sobre las canas, desmentidos

Los mitos más comunes sobre las canas, desmentidos

Patrik Giardino via Getty Images

Hay dos formas de envejecer. Por una parte, está la gente que valora sus canas como una muestra de envejecimiento digno y, por otra, la gente que vive con miedo a los espejos, con miedo a despertarse un día y parecerse a Cruella de Vil. Probablemente, si estás leyendo esto, formes parte del segundo grupo.

Todos hemos oído infinidad de mitos sobre las canas, y todos nos hemos plantado alguna vez frente al espejo, preguntándonos si debíamos o no arrancar ese signo de juventud perdida. Por eso, nos hemos estado documentando para desmentir muchas de las falsas creencias que existen sobre las canas.

No te preocupes. Si te arrancas una cana, no te nacerán dos, ni tres, ni siete más. Lo prometo

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¿A quién no le han contado alguna vez este cuento? Resulta que no hay nada de cierto en él, confesó Randy Scheuller, científico especialista en cosmética, al Today Show. En principio, arrancarse una cana puede parecer una buena idea, pero no se eliminará el folículo del cabello, por lo que al final el pelo volverá a crecer. Scheuller afirma que lo que hagas con un pelo no afectará al resto del cabello, esto es, que no te saldrán más canas. No obstante, Scheuller advierte de que arrancarse cabellos puede dañar el folículo de forma irreversible. En ese caso, no es que no te vuelvan a salir canas, es que el pelo dejará de nacer. Visto así, las canas no son tan malas, ¿no?

Tú no eres responsable de tus canas

Al final de cada legislatura, la gente compara el color de pelo del presidente con el que tenía cuando juró el cargo por primera vez o cuando empezó la campaña. Es cierto que muchos presidentes se han quedado canosos a medida que su mandato ha ido avanzando, por lo que puede parecer un argumento convincente. Sin embargo, no existen pruebas científicas que respalden esta idea.

El estrés no produce canas, pero sí puede provocar un aumento de la caída del cabello, conocido como efluvio telógeno, según explicó el dermatólogo Howard Brooks a la CNN. El efluvio telógeno hace que el pelo se caiga; el problema es que cuando esos cabellos vuelven a crecer, tienen menos pigmentación que el resto, por lo que pueden adquirir un tono grisáceo. Por tanto, el estrés puede contribuir a la aparición de canas, pero no es una causa directa.

Puedes echarle la culpa a tu madre

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Replantéate lo de culpar a tus hijos por los disgustos que te dan. En realidad, es a tus padres a quienes tienes que agradecer este don de la madre naturaleza. Las canas tienen una base genética, aunque hay ciertos estilos de vida que pueden acelerar su aparición, explicó la tricóloga Elizabeth Cunnane Phillips a The Huffington Post. Por ello, si quieres saber cuándo se cubrirá de canas tu cabellera, mira a tus padres: ellos son un buen indicador.

Hablando de genes, la etnia también tiene un papel importante en las canas

Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), los caucásicos tienden a quedarse canosos antes que los asiáticos y los negros.

La regla del 50-50-50 no es del todo cierta

Según este principio, el 50% de la población caucásica que ronda los 50 años tiene la mitad de su cabellera gris. En realidad, esta afirmación es relativa. Cuando envejecemos, todo nuestro cuerpo empieza a cambiar, y los folículos producen menos melanina, el pigmento que da color al pelo. Algunos dermatólogos sí creen en la regla del 50-50-50, pero, según un estudio de 2012, solo entre un 6 y un 23% de la población de 50 años tiene la mitad de su pelo gris. Uf...

¿Crees que abusar de los tintes puede acelerar la aparición de canas?

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Quizás lo has usado como excusa para asustar a tu hija, que quiere teñirse de azul, lila o cualquier otro color llamativo del arcoiris. En realidad, lo creas o no, solo se trata de un mito más. Pero no hace falta que se lo digas a tus hijos.

El sol tiene algo que ver, pero no se encuentra en la raíz del problema (nunca mejor dicho)

Actualmente, estamos concienciados con el efecto pernicioso del sol sobre el envejecimiento de la piel y las arrugas, pero no podemos aplicar la misma teoría a nuestro pelo. En 2009, varios investigadores europeos descubrieron el mecanismo responsable de las canas. Nuestras células capilares generan de forma natural peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). El problema es que cuando se produce demasiada cantidad, nuestros cabellos no se vuelven rubios, sino grises.

Los científicos afirman que nuestras células capilares siempre generan este compuesto, independientemente de nuestra edad. Sin embargo, cuando nos hacemos más mayores, las células no son capaces de controlar el proceso químico correctamente.

“El mecanismo completo se altera si hay demasiado peróxido de hidrógeno”, explicaba el investigador Gerald Weissman a Newsweek. El peróxido de hidrógeno es “una forma de oxígeno muy concentrada. Necesitamos el oxígeno y la luz del sol para vivir, pero estos también tienen un efecto decolorante. Podemos verlo con la siguiente analogía: es como si fuéramos una fotografía a color que va aclarándose hasta adquirir tonos en blanco y negro”, proseguía Weissman. En cambio, esto no significa que llevar un sombrero y no salir de casa evite que nos salgan canas. No tiene tanto que ver con factores externos, sino más bien con el interior de las células, de acuerdo con Weissman. Ay. Ojalá fuera así de simple.

El tricólogo Philip Kingsley asegura que los cabellos canosos son más sensibles al daño solar, ya que tienen menos melanina. Por tanto, no está de más ponerse un sombrero o echarse algún producto capilar con protector solar (SPF) para mantener sana tu cabellera.

Tu estilo de vida puede afectar positiva o negativamente

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Aunque no se puede evitar por completo (ni revertir) el proceso de aparición de las canas, hay algunas formas de luchar contra el envejecimiento prematuro de tu cabello. Los médicos afirman que un nivel bajo de vitamina B12 puede provocar despigmentación en el pelo. Asimismo, la escasez de ácido pantoténico (vitamina B5) en los ratones, hacía que se les pusiera el pelo gris, según demostró un estudio del Instituto Linus Pauling.

Por último, si fumas, plantéate la idea de dejarlo. Resulta que el mito de que a los fumadores les salen canas antes es cierto. Un estudio de 2013 descubrió que existe una conexión entre el tabaco y la aparición de canas antes de los 30.

Traducción de Marina Velasco Serrano