Ya puedes ver la película que ni Cannes ni los cines quieren estrenar

Ya puedes ver la película que ni Cannes ni los cines quieren estrenar

Un hecho sin precedentes. Una película que celebra su estreno mundial en el Festival de Cannes puede verse, tan solo una hora después del inicio de su proyección en La Croisette, en las pantallas de ordenador de varios países.

Ocurre gracias a la innovadora forma de distribución de Welcome to New York de Abel Ferrara, que se puede ver bajo la fórmula de Video On Demand (VOD) exclusivamente en plataformas digitales de Francia, España (por menos de cuatro euros), Reino Unido, Italia y Alemania. Es el estreno más importante de la historia de lo que sus responsables denominan como "e-cinema", que ha llegado al rescate del polémico proyecto. La película protagonizada por Gerard Depardieu ha costado en torno a cuatro millones de euros, ambicioso plan de promoción incluido, que por el momento han de rentabilizarse con el pago por visión en Internet. En nuestro país puede verse ya en plataformas digitales como Filmin, Yomvi, iTunes, Wuaki.TV, Nubeox y Ono.

Welcome to New York no compite por la Palma de Oro porque no ha sido seleccionada por el certamen francés. Ni tan siquiera forma parte del programa oficial de películas fuera de concurso o de una de sus secciones paralelas, por lo que su participación en Cannes se limitó anoche a dos proyecciones simultáneas en una sala alquilada en el centro de la localidad francesa y en una pantalla en la playa del Hotel Carlton en plena Croisette. Hasta en eso ha sido original la cinta de Ferrara, que contó con posado oficial de su director y protagonistas pero no de la típica alfombra roja. Se ha financiado a su manera -con la inversión directa de su distribuidora Wild Bunch y el apoyo de varios inversores privados-, se distribuye a su manera y se presenta en sociedad a su manera.

En España Paco León ya estrenó de manera simultánea Carmina o revienta en todas las plataformas posibles -salas de cine, DVD y online-. Esta vez la llegada al sistema VOD ha sido internacional y Abel Ferrara explicó anoche durante la caótica presentación oficial de la película que le hubiera gustado estrenarla a la vez en salas convencionales, pero es algo que las leyes francesas no permiten al no cumplir los plazos establecidos de varios meses de espera entre ambas ventanas de distribución.

La razón por la que la tantos agentes del negocio cinematográfico se alejan de ella no es precisamente por baja calidad, ya que hasta el momento tanto el trabajo de su director y actor principal han cosechado buenas críticas. Aunque el protagonista se trate de un personaje ficticio apellidado Devereaux, de sobra es conocido que este relato acerca de los excesos y desmanes de un hombre en la cúspide del poder se basa en el escándalo sexual que involucró en 2011 al exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado de violar a una mujer guineana en una suite del hotel Sofitel en Nueva York. Ferrara, director de culto gracias a títulos como Teniente corrupto o El funeral y conocido por su irreverencia ante la industria cinematográfica y los estratos de poder, ha optado por jugar entre la realidad y ficción con un estilo veraz y vocación de documental, a partir de escenas gráficas y la construcción de diálogos íntimos entre el matrimonio protagonista, completado por la actriz Jaqueline Bisset.

El cineasta ha explicado durante la presentación de la película en Cannes que, el hecho de no haber recibido apoyo en la financiación de ninguna televisión francesa le ha dado independencia total a la hora de abordar el proyecto.

Lo que le ocurre al trasunto de Strauss-Kahn es para Gerard Depardieu "una tragedia de dimensiones shakesperianas", dijo anoche. Para terminar de sobrecargar la expectación de este inusual estreno, se sumaba el hecho de que su actor protagonista se asomaba por la gran cita del cine en Francia por vez primera desde que recibió el pasaporte ruso, en protesta por los impuestos establecidos por el Gobierno del socialista François Hollande. En aquel momento de enero de 2013 alabó la gran democracia que es el mandato de Vladimir Putin, anoche le tocó defender a un Deveraux que pasa buena parte del metraje practicando sexo con y sin consentimiento. "No deseo juzgar la moralidad de mi personaje ya que su comportamiento es fruto de una compulsión".

El productor de la película Vincent Maraval aseguró el proyecto contó con asesoramiento legal desde el primer momento y se mostró tan seguro de que la cinta no ha roto ninguna ley que incluso instó a recibir una demanda "que nos dé más publicidad". En una entrevista reciente en Le journal du dimanche, Maraval denunciaba presiones que afectaron al rodaje y distribución de la película.