Tres tristes goles (3-0)

Tres tristes goles (3-0)

REUTERS

Tres tristes goles adornaron el adiós de España al Mundial de Brasil 2014. Villa, Torres y Mata firmaron la única victoria de La Roja en la Copa del Mundo que, probablemente, signifique el fin de una era histórica para el fútbol español.

Australia no fue rival pese a su ímpetu inicial, que puso en apuros a la defensa planteada por Del Bosque con Albiol y Ramos de titulares. Los rivales inquietaron levemente a Reina, hoy bajo los palos, hasta que Iniesta tomó la batuta y España comenzó a carburar.

No era difícil mostrar una mejor imagen que contra Holanda y Chile, pero La Roja volvió a parecerse a aquel equipo que ha enamorado durante los últimos seis años. Y, pese a la poca entidad del rival, los jugadores se dieron el gusto de terminar el campeonato jugando su mejor versión en todo el Mundial.

Los goles llegaron con el sello de esta generación: la triangulación y la velocidad. Así se fraguó el primer tanto, una obra de tiralíneas que comenzó, cómo no, Iniesta, con un gran pase en profundidad hacia Juanfran, titular en la derecha. El lateral del Atlético llegó hacia la línea de fondo y cedió atrás, donde Villa, en su último partido con La Roja, firmó su tanto 59 con un taconazo de bella factura. Un brillante broche a una carrera gloriosa con España.

EL ADIÓS DE VILLA

Tras el descanso, Del Bosque ya había planeado sustituir al delantero asturiano por Juan Mata, y 'el Guaje' se marchó cabizbajo, al borde del llanto, hacia su adiós a la selección.

Se iba tras dejar buenas combinaciones con Torres en el ataque, que formó con él en el once inicial y que fue el encargado de anotar el segundo gol. También tras una buena combinación, Iniesta volvió a sacar la escuadra y el cartabón para trazar un pase milimetrado hacia el 9 de España, al que dejó sólo ante el portero australiano. Torres sólo tuvo que controlar y poner suavemente el balón en las mallas.

Poco después, ya con Cesc en el campo tras su encontronazo con Del Bosque, el nuevo centrocampista del Chelsea envió un pase picado hacia Mata, que plantó el cuero sobre el césped y marcó por entre las piernas del portero rival.

Apenas se celebró el gol porque era el turno de otro adiós cantado: el de Xabi Alonso. El mediocentro tolosarra dejó su sitio a Silva, que estuvo a punto de marcar el cuarto.

Pero finalmente La Roja cerró su participación en Brasil con tres goles. Tres tristes goles antes de volver a España y reiniciar el camino hacia la conquista de la segunda Copa del Mundo.