Juncker enfrenta a los candidatos a liderar el PSOE con los eurodiputados del partido

Juncker enfrenta a los candidatos a liderar el PSOE con los eurodiputados del partido

EFE

ENVIADO ESPECIAL A BRUSELAS.- La designación del conservador Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea ha partido el corazón de los socialistas españoles. Los tres aspirantes a hacerse con el liderazgo del partido rechazan rotundamente que el luxemburgués llegue a la cima del poder comunitario, pero la familia socialdemócrata europea y los eurodiputados del PSOE recién elegidos reclaman darle una oportunidad.

Se enfrentan dos concepciones diametralmente opuestas del proceso. Por una parte, tanto Eduardo Madina, Pedro Sánchez como José Antonio Pérez Tapias reclaman que los socialistas no apoyen al muñidor de las dolorosas reformas impuestas desde el Eurogrupo. Juncker es el candidato de Angela Merkel y contra él hizo campaña el PSOE prometiendo pararle los pies.

Por otra parte está la delegación de los socialistas españoles en Estrasburgo, con Elena Valenciano al frente, que defiende como sus aliados europeos a Juncker a cambio de algunas concesiones y compromisos con el crecimiento y el empleo. Esta es, además, la tesis de primeros ministros como Mateo Renzi o el presidente de Francia, François Hollande, que votaron a favor de la designación del conservador en la cumbre que terminó este viernes en Bruselas. El argumento se basa en la máxima de que al aceptar que por primera vez había candidatos antes de las elecciones, el ganador debe tener la posibilidad de formar Gobierno. En un Parlamento de 751 diputados donde el grupo más numeroso tiene 221 (el PP europeo), los socialistas se creen en la obligación de tratar de cimentar esa mayoría.

"Yo no voté al PSOE para que en el Parlamento Europeo se vote a Juncker", dijo Madina este viernes en Los Desayunos de TVE. Los eurodiputados españoles "no deben votar a Juncker porque la línea política" del partido "es otra", según él.

En parecidos términos se ha expresado Sánchez:

Consultado por El Huffington Post, el tercero de los candidatos, José Antonio Pérez Tapias, asegura que votar a Juncker es "apuntalar las políticas neoliberales de la derecha" y contribuir a una "gran coalición europea" que no se puede permitir. "Juncker aplicará fundamentalmente los postulados de la troika y el PSOE no puede adoptar una actitud timorata, porque no hay ninguna ventaja", según él.

LOS SOCIALISTAS EUROPEOS QUIEREN UNA OPORTUNIDAD

Sea quien sea elegido el 13 de julio por los militantes del PSOE, tendrá que ocuparse con rapidez del asunto, ya que está previsto que la Eurocámara vote a Juncker el día 16. Si los candidatos a secretario general del PSOE dicen un 'de entrada no', los socialistas europeos, la delegación española incluida, se inclinan por un sí con condiciones.

En una entrevista en la Cadena Ser, Valenciano aseguró hace unos días que "por respeto al sufragio universal" Juncker debe de tener un voto de confianza si se compromete a relajar sus políticas conservadoras. "Los socialdemócratas europeos exigiremos que las reglas fiscales estén al servicio del crecimiento y del empleo, y no al contrario”, dijo.

Sin embargo, es altamente improbable que los socialistas europeos voten en contra, porque eso abriría la puerta a lo que siempre quisieron evitar, que Merkel o los Gobiernos impusieran a algún candidato nuevo, que no haya hecho campaña electoral. Durante la cumbre, Renzi y Hollande reivindicaron que han logrado una relajación del Pacto de Estabilidad (que controla la deuda y el déficit) a cambio de apoyar a Juncker. Ahora, los eurodiputados socialistas quieren negociar hasta el día de la votación la concreción de ese compromiso y obtener alguno más.

LA DESIGNACIÓN DE JUNCKER ES "UN TRIUNFO DE LOS CIUDADANOS"

La designación de Juncker por el Consejo es "el triunfo del Parlamento y los ciudadanos", asegura a El HuffPost Enrique Guerrero, reelegido eurodiputado por el PSOE y además vicepresidente de los socialdemócratas en la Eurocámara. Según él, fue un acierto presentar candidatos a las elecciones, ya que "si en algún momento" los Gobiernos tuvieron la "tentación" de designar a alguien que no lo fuera, el resultado final ha evidenciado el error de esa estrategia, mantenida entre otros por Reino Unido.

Los socialistas europeos aceptan con deportividad que se han quedado en una segunda posición y se conforman con relajar las políticas de Juncker, al que demonizaron durante la campaña. Lo contrario "sería ir en contra de las urnas, que no han dado un mandato unívoco sino que piden negociar", sostiene Guerrero. En Europa, a diferencia de lo que ocurre en la política nacional, las grandes cuestiones siempre se han decidido por un amplio consenso que los socialistas no están dispuestos a sabotear.

Guerrero asegura que los socialistas venderán caro su apoyo, pidiendo concretar la relajación del Pacto de Estabilidad y la creación de bonos de inversión en infraestructura y otros proyectos, entre otras cosas. Sin embargo, resulta poco plausible que acepten que Juncker es el ganador de las elecciones y luego lo tumben por no hacer las políticas del partido perdedor. Además, una vez elegido, la lógica cambia y Juncker tendrá las manos mucho más libres.

SCHULZ APOYA A JUNCKER

"Apoyaremos a Juncker si respeta nuestro programa político de cambio", aseguraba este viernes Martin Schulz, el candidato socialista y ahora provisionalmente jefe de filas de la familia europea.

"Estamos muy felices de que Juncker haya sido designado", dijo el candidato socialista, asegurando que es un "claro e incluso histórico paso" porque son "los ciudadanos" y no "los jefes de Estado y de Gobierno" los que finalmente han elegido al presidente de la Comisión. "Visto el resultado de las elecciones, apoyamos totalmente a Juncker", ha dicho.

Todo ello pese a haber hecho una encendida campaña electoral para pararle los pies. El nuevo secretario general del PSOE deberá, nada más llegar al cargo, ver si se queda con lo dicho antes o después de la cita con las urnas.