Sánchez, un nuevo líder socialista que promete "cambiar" el partido y España
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Sánchez, un nuevo líder socialista que promete "cambiar" el partido y España

Tiene 42 años. Se llama Pedro Sánchez. Y desde este sábado por la tarde es el nuevo líder de los socialistas, el hombre llamado a reflotar el PSOE tras dos batacazos electorales -generales de 2011 y europeas de 2014- sin precedentes.

El congreso extraordinario del PSOE ha proclamado oficialmente a Sánchez secretario general del partido. Los más de mil delegados reunidos en el Hotel Auditorium de Madrid han ratificado como su ‘número uno’ al diputado, que venció en la histórica consulta a todos los militantes el pasado día 13 frente a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

Oficialmente ya le corresponde el despacho más importante de Ferraz, donde tendrá como ‘numero dos’ a César Luena, un hombre de su plena confianza para dirigir la Secretaría de Organización.

Sánchez ha llegado al congreso, según ha confesado él mismo, con la promesa de “unidad” y “renovación”. Nadie pensaba en él hace un año para suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba y hoy no podía recorrer ni medio metro sin dar decenas de besos y abrazos.

Una jornada que no olvidará en su vida, en la que ha asumido la dirección de un partido en horas bajas y cuya responsabilidad pasa por levantarlo secundado por una nueva generación de líderes socialistas como la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Pero en esta ocasión no había nervios. Si en el congreso de febrero de 2012 hasta el último minuto se disputaron el liderazgo Rubalcaba y Carme Chacón, Sánchez ha llegado como el vencedor al cónclave. De hecho, los delegados no han tenido ni que votar, sino que se ha hecho citando Díaz -como presidenta del congreso- durante unos segundos que se aprobaba el dictamen de la comisión encargada de la consulta del pasado día 13. Habemus secretario general.

“EMPEZAMOS UN CAMINO”

En su primer discurso como líder, Sánchez ha asegurado que empieza un “camino” en el PSOE, que se ha labrado “desde abajo hacia arriba”. “Vamos a cambiar el PSOE para cambiar España”, les ha dicho a los delegados presentes, que le han ovacionado en varias ocasiones.

Uno de los mayores aplausos se los ha llevado cuando ha citado a los miles de concejales del partido. El PSOE siempre ha tenido vocación municipalista y, además, ya se han marcado como principal reto político las próximas elecciones municipales de 2015.

Su propósito es cambiar el país, pero también -ha dicho- “ganar a la derecha”. Por ello, ha manifestado que los socialistas no pueden quedarse “mirando desde la ventana”. Él mismo va a dar ejemplo y será un secretario general que estará “poco en Ferraz” y “mucho en los territorios”.

Además, les ha dicho que quiere a un PSOE con una “honradez intransigente”. Y un aviso para navegantes: “No me va a temblar el pulso en echar a un corrupto del PSOE”.

Pero también les ha dado un ‘chute’ de fuerza a los suyos y ha asegurado que son la izquierda que gobernará.

Ha comenzado una nueva época en el partido, que siente, ha agregado, “pasión” por el cambio. Bienvenidos al ‘sanchismo’.