Conservar el moreno: 7 alimentos para prolongar el bronceado

Conservar el moreno: 7 alimentos para prolongar el bronceado

GTRESONLINE

Acabas de volver de vacaciones (o estás a punto) y temes que en solo una semana el tono bronceado y reluciente de tu piel desaparezca. No te preocupes: hay formas para evitar que la luz de la oficina devuelva inmediatamente el blanco invernal a tu piel y poder así prolongar el moreno durante una temporada más.

¿Cómo? La clave está en la alimentación. Existen productos —frutas y verduras, en su mayoría— que potencian la melanina de nuestra piel e igual que ayudan a obtener un bonito bronceado (siempre sin perder de vista la importancia de usar un alto índice de protector solar), ayudan también a conservarlo. Mientras, otros tienen un efecto reparador y reducen los daños que los rayos UVA provocan en las fibras de colágeno y elastina, favoreciendo la aparición de arrugas.

La dermatóloga Rosa Ortega del Olmo habla en la web consejosdefarmaceutico.com de la importancia de hacer frente al "síndrome postvacacional" que sufre la piel cada verano: "El viento, el sol, la radiación UV favorecen la evaporación del agua y, por tanto, la deshidratan la piel. A ello hay que unir que el contacto repetido con el agua, sobre todo la de piscinas con cloro, también favorece esta deshidratación, que se manifiesta en una falta de suavidad y elasticidad, pérdida de luminosidad y, sobre todo, una ausencia de confort que da lugar a la aparición de arrugas de deshidratación, sobre todo en los pómulos y el contorno de los ojos".

1. ZANAHORIAS

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Esta hortaliza es uno de los grandes aliados de nuestra piel. Como explica la dermatóloga Susan Stuart a nuestros compañeros de The Huffington Post, "cuando consumimos zanahorias regularmente (y con moderación), la piel parece más natural y saludable". Claro que hay que ser prudentes ya que su consumo excesivo puede provocar una enfermedad llamada carotenemia, "una decoloración amarillenta de la piel que afecta a la piel del cuerpo, incluyendo las palmas de las manos y plantas de los pies", advierte Stuart.

Así incorporar zanahoria a nuestra dieta es positivo por su alto contenido en provitamina A o betacaroteno, un nutriente que al llegar al intestino se transforma en vitamina A y posteriormente pasa al hígado almacenándose en forma de retinol, muy importante en la pigmentación de la piel porque activa la melanina. Además reduce las manchas y protege contra los efectos nocivos del sol.

Un estudio de la Universidad de Nottingham revelaba en 2011 que consumiendo zanahorias y tomates antes de exponernos al sol se puede conseguir un bronceado más dorado y saludable. La razón es precisamente ese alto contenido en betacaroteno, también presente en otras verduras y hortalizas como calabaza, espinacas, brócoli, acelgas, melocotón y perejil.

2. TOMATES

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El tomate es otra de las hortalizas que no debemos perder de vista por su alto contenido en betacarotenos, entre ellos el licopeno. Esta sustancia química es la responsable de darle su característico color rojo al tomate así como a la sandía, las fresas y las cerezas.

Este componente posee un gran número de propiedades anticancerígenas además de darle un aspecto más sano y suave a nuestra piel. Un estudio realizado por la Universidad de Medicina Charite (Berlín) en 2009 descubrió que los niveles altos de concentración de licopeno en la piel está relacionado con los niveles más bajos de la rugosidad de la piel, además tiene un efecto fotoprotector contra los rayos UV. Es capaz de frenar la multiplicación celular inducida por las radiaciones, actuando con un factor capaz de ayudar a prevenir el desarrollo de las lesiones de tipo cancerígeno.

3. FRUTOS ROJOS

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Los frutos rojos o frutos del bosque son ricos en fitoquímicos y flavonoides, que ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer, así como en carotenoides y antocianos. Estos últimos, responsables de darles color, son antioxidantes que ayudan a proteger al organismo de los radicales libres dañinos así como de los rayos ultravioletas.

Las antocianidinas ayudan también a fortalecer y conservar el colágeno del cuerpo, de forma que estos compuestos naturales se incluyen con frecuencia en cremas para mejorar la elasticidad de la piel.

4. KIWIS Y CÍTRICOS

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No sólo debemos preocuparnos por incluir en nuestra dieta alimentos ricos en betacarotenos, también es importante incorporar productos con abundante vitamina C y E. Y en este grupo se encuentran los cítricos —limón, naranja, pomelo...—, el kiwi y también la papaya.

La vitamina C es un potente antioxidante que estimula la formación de colágeno en la piel, y le otorga una mayor elasticidad y mayor resistencia, fundamental al tomar el sol.

5. ACEITE DE OLIVA (Y OTRAS GRASAS INSATURADAS)

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Si hay que incluir aceite de oliva a nuestra dieta post-estival no es porque ayude a nuestro bronceado, la razón es que contiene omega-3, que da a nuestra piel un aspecto más saludable.

Esta grasa poliinsaturada, presente también en frutos secos, pescado azul y aguacate, aporta elasticidad a la piel y evita la la deshidratación posterior típica a la exposición solar así además de proteger ante posibles agresiones, quemaduras, etc... Destaca también su presencia en atún, caballa, salmón y sardinas así como en la soja o el germen de trigo.

6. CEREALES Y LEGUMBRES

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Tanto uno como otro son ricos en manganeso, "un mineral que se encarga de la absorción de rayos UVA actuando como filtro y bloqueador de los radicales libres y al mismo tiempo ayuda también a la pigmentación de la piel", según explican desde Eneldo Catering a Europa Press. Éste se puede conseguir también en frutos secos, especialmente nueces.

7. MUCHO LÍQUIDO

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Por último no debemos de olvidarnos de beber. Porque igual que la exposición al sol le da un aspecto bronceado a nuestra piel, también puede producirnos un aspecto envejecido como consecuencia de la deshidratación. Para combatir esta sequedad es importante mantenerla hidratada por lo que se recomienda incrementar el consumo de líquidos (agua y zumos naturales) en verano así como el uso de cremas hidratantes y reparadoras sobre el rostro y el cuerpo.