Rajoy afirma que los procesos soberanistas son un "torpedo" contra el espíritu europeo

Rajoy afirma que los procesos soberanistas son un "torpedo" contra el espíritu europeo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, continúa su línea dura contra los movimientos soberanistas y ha advertido de que los procesos secesionistas son un "torpedo" en la "línea de flotación" del espíritu de la UE, que apuesta por la integración.

Rajoy ha insistido en el Congreso en que si una parte del Estado se separa se convierte en un tercero y pierde sus derechos como socio europeo

En la sesión de control al Gobierno, y en su respuesta al portavoz del PNV, Aitor Esteban, sobre el referéndum del jueves en Escocia, el presidente ha remarcado en que hay "muchas diferencias" entre dicho proceso y el debate soberanista catalán, porque Escocia apenas tiene competencias frente a las que disfrutan comunidades como Cataluña o el País Vasco.

En cualquier caso ha avisado de que los 28 países de la UE darán "muy pocas facilidades" a los territorios que se separen y quieran integrarse en la Unión.

"MUY POCAS FACILIDADES"

Ha recordado que al nuevo territorio no se le aplicaría ni la libre circulación de personas, capitales o servicios, ni la misma moneda, ni las medidas del Banco Central Europeo ni las ayudas agrícolas, entre otras cuestiones.

Y ha apuntado que ese territorio puede solicitar su ingreso en la Unión Europea "si actúa de acuerdo con la legalidad", además de recordar que una vez que lo pide se abre un proceso que puede durar años -en el caso de España fueron ocho- y que requiere el acuerdo unánime de todos los miembros de la Unión.

No ha querido entrar Rajoy "en lo que pueda pasar mañana en Escocia", pero sí ha asegurado que ha hablado con los representantes de los veintiocho Estados que componen la Unión y ha comprobado que "entusiasmo por estos procesos, ninguno".

Los demás países, igual que él, entienden que dichos procesos son "malos para la región de que se trate", para el Estado del que se separan y para el "conjunto de la Unión Europea", además de que afectan "a la riqueza, el empleo y el bienestar de todos los ciudadanos" así como a "la propia esencia de la UE".

"Por tanto, facilidades para quienes se integren en ese tipo de procesos me temo que muy pocas por parte de los veintiocho estados de la UE", ha subrayado el jefe del Ejecutivo.

LAS DIFERENCIAS ENTRE CATALUÑA Y ESCOCIA

El presidente del Gobierno ha insistido en subrayar las diferencias entre el proceso escocés y el catalán porque Escocia "prácticamente no tiene competencias" al lado de las que disfrutan las comunidades autónomas.

Y de nuevo ha recalcado que "todo el mundo en Europa" considera estos procesos "enormemente negativos" en numerosos ámbitos, además de asegurar que "producen recesión económica y pobreza para todos".

Pero hay un argumento, ha añadido, más importante: que estos procesos son un torpedo en la línea de flotación del espíritu europeo, porque Europa se ha hecho "para integrar estados y no para fragmentar estados".

Rajoy ha añadido que el signo de los tiempos es "la integración, y no la separación" y ha subrayado que lo que se necesita ahora son países "fuertes" para "plantar cara" a los "retos globales".

La pregunta que Aitor Esteban ha hecho a Rajoy ha sido si el Gobierno español va a facilitar la integración escocesa en la Unión Europea en caso de que mañana gane el "sí" en el referéndum secesionista de Escocia.

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PNV: ES POSIBLE Y LEGAL UNA CONSULTA EN CATALUÑA

Tras escuchar la respuesta del presidente, el portavoz del PNV ha replicado a Rajoy que "por mucho que se diga", según el ordenamiento jurídico español, con la autorización del Gobierno "es posible y legal una consulta sin efectos jurídicos en Cataluña" y le ha pedido que "sea un demócrata" y actúe como los unionistas británicos, que han permitido el referéndum en Escocia.

Esteban ha felicitado al primer ministro británico, David Cameron, y a otros líderes del Reino Unido por el "ejercicio democrático que están haciendo" y por su "capacidad de dar la voz a los ciudadanos", y también ha alabado la "neutralidad" de la reina de Inglaterra.

Todos ellos, ha dicho, han mostrado respeto a la voluntad mayoritaria de un Parlamento, el escocés, dejando que el pueblo de Escocia "se manifieste libremente sobre su estatus de una manera pactada".