La vida de los españoles en la vendimia francesa, en 27 fotones
Es una salida más a los altos niveles de paro. Unas 15.000 personas, según cálculos de UGT, han emigrado este año a diversas zonas de Francia para trabajar en la vendimia.
La campaña, que dura entre 40 y 45 días, atrae especialmente a andaluces. Los que trabajan allí cobran cerca de 9,53 euros por hora. El fotógrafo de Getty David Ramos ha captado la dureza del ese trabajo en Chateau Planeres, Perpignan.
Españoles en la vendimia francesa
Fifi Navarro mete sus pertenencias en el maletero del autobús que la llevará, junto a más de 1.000 vecinos suyos, a Perpignan.
Juanma Torres, de 20 años, José Antonio Narváez, de 29, y su hermano Francisco Narváez, de 23, se levantan temprano para salir a recoger uvas. Francisco tiene un grado de Topografía y viaja con su hermano a Francia porque está en el paro.
Jose Antonio Narváez descansa antes de la jornada de trabajo.
Juan Vilches, de 61 años y su esposa Isabel Marín, de 58 años, esperan junto a Tomás Carnero, de 38 años,para salir a recoger uvas
Los recolectores salen de casa para recoger las uvas
Los recolectores cogen sus materiales para iniciar el día de trabajo
Los vendimiadores inician su jornada
Los recolectores españoles, trabajando
Laura Rodríguez, de 38 años, bebe agua mientras recoge las uvas
Víctor García, de 17 años, lleva un cubo lleno de racimos de uvas
Juan Vilches, de 61 años, se seca el sudor de la frente mientras recoge las uvas
Vista general de la vendimia
Los recolectores se toman un descanso
Según datos de UGT, cada año 15.000 emigrantes que se trasladan a diferentes zonas de Francia para recoger la uva
Los recolectores siguen trabajando
María Esperanza García Martínez, de 22 años, recoge las uvas
Antonio García, de 26 años, lleva un cubo lleno de racimos de uvas
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Antonio García, de 26 años, lleva un cubo lleno de racimos de uvas
Isabel Marín es una de las encargadas de las tareas domésticas en la casa que varios españoles comparten en Chateau Planeres.
Antonio García, de 50 años, se afeita después del trabajo. Este hombre hace la vendimia en Francia desde que tenía 15 años.
Antonio García, de 50 años, corta un pedazo de carne tras la jornada de trabajo
Antonio García, de 50 años, sale de la ducha después de su jornada laboral.
Isabel Marín, de 58 años, y Laura Rodríguez, de 38, doblan la ropa en la casa en la que viven durante la cosecha, en Perpignan
Isabel María García, de 41 años, y Laura Rodríguez, de 38 años, cuelgan la colada
José Antonio Narváez, de 29 años, limpia la bodega
Fifi Navarro, de 51 años, hace las maletas el día antes de viajar a Francia para trabajar durante un mes y medio. Fifi trabaja en la cosecha de la uva francesa desde que tenía 21 años. Vive en Alcalá del Valle (Cádiz)
Fifi Navarro mete sus pertenencias en el maletero del autobús que la llevará, junto a más de 1.000 vecinos suyos, a Perpignan.
Juanma Torres, de 20 años, José Antonio Narváez, de 29, y su hermano Francisco Narváez, de 23, se levantan temprano para salir a recoger uvas. Francisco tiene un grado de Topografía y viaja con su hermano a Francia porque está en el paro.
Juan Vilches, de 61 años y su esposa Isabel Marín, de 58 años, esperan junto a Tomás Carnero, de 38 años,para salir a recoger uvas
Juan Vilches, de 61 años, se seca el sudor de la frente mientras recoge las uvas
Según datos de UGT, cada año 15.000 emigrantes que se trasladan a diferentes zonas de Francia para recoger la uva
Isabel Marín es una de las encargadas de las tareas domésticas en la casa que varios españoles comparten en Chateau Planeres.
Antonio García, de 50 años, se afeita después del trabajo. Este hombre hace la vendimia en Francia desde que tenía 15 años.
Antonio García, de 50 años, corta un pedazo de carne tras la jornada de trabajo
Isabel Marín, de 58 años, y Laura Rodríguez, de 38, doblan la ropa en la casa en la que viven durante la cosecha, en Perpignan
