Madrid es la caña

Es muy probable que algunas de las mejores cosas que te han pasado en Madrid las vivieras con una Mahou en la mano. Fue en 1890, a punto de cumplirse ahora 125 años, cuando se abrió la primera fábrica en la calle Amaniel, espacio que hoy ocupa un museo donde el arte se bebe a sorbos. Y es que el paso del tiempo nos cambia a todos, aunque algunas cosas sigan tan auténticas como siempre.

Durante muchos años, la cerveza madrileña por excelencia se distribuía con carros tirados por mulas. Desde entonces ha formando parte de todos los grandes acontecimientos de la capital, que han sido muchos, y ha evolucionado con ella. Ahora tú también puedes festejar que has crecido con Mahou apuntándote a algunas de las experiencias que se están celebrando en varios puntos de la ciudad. La app Mahoudrid (iOS, Android) te pone al tanto de todas las celebraciones que están fermentando en este aniversario.

El Palacio de Santa Bárbara, muy cerca de la Plaza Alonso Martínez, se ha convertido en una terraza al aire libre y en mucho más. Es un lugar en el que parece que siempre es vacaciones. Este espacio ocupa la manzana número 330 y es también una sala de exposiciones, un mercado orgánico y el sitio perfecto donde hacerse una foto para el Instagram.

Marcarse una ruta por la ciudad por el simple hecho de que es domingo o plantarse en un concierto son otras formas de celebrar esta unión. O mejor que un concierto que sean cinco, los que celebran los cómplices de Mahou: Iván Ferreiro, Sidecars, Ariel Roth, Carmen París y Carmen Boza. Actuarán y charlarán con los asistentes entre el 21 y el 25 de octubre las salas Clamores y Galileo (¿Hay algo más madrileño que estos dos pedazos de la noche de la ciudad?).

Otro museo, esta vez virtual, por el que se puede bucear en cerveza es Factoría Mahou. En él se recopilan anécdotas de estos 125 años, con la ayuda del diseñador Juan Gatto, el cocinero David Muñoz o el humorista Joaquín Reyes. A partir de un enorme archivo de objetos relacionados con su historia particular, dan un nuevo sentido al pasado, presente y futuro de Mahou.

Porque Madrid es la caña. Y en esta ruta que te proponemos puedes encontrar los lugares más castizos donde se puede disfrutar de la mejor cerveza.

Esta taberna roba el nombre y el protagonismo a la pequeña callejuela de la zona de Conde Duque en la que se encuentra. Las tapas para acompañar a la imprescindible caña son las de toda la vida y, a ser posible, se toman en la barra.

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En este lugar la cerveza se eleva a categoría de obra de arte. Lo hace ver en su decoración y en su cuidadosa carta. A pesar del nombre, no solo por la cerveza destaca este bar-restaurante. Cada día se puede disfrutar de comida casera, de la de cuchara.

Jamón ibérico puro de bellota y cerveza nunca han estado tan cerca como en este bar situado en pleno Paseo de la Castellana, en le barrio de Tetuán. El tándem gastronómico perfecto entre elementos tan castizos como el mármol, el azulejo y el ladrillo.

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La amabilidad y la autenticidad son dos de las marcas de la casa para aquellos que han pisado alguna vez este bar. Cuando hace buen tiempo lo mejor es tomarse la caña en la calle.

Bar pequeño pero con ambientazo que es un microcosmos de uno de los barrios más auténticos de Madrid. En este caso, las cañas forman pareja con la gran variedad de tostas que ofrecen. Aquí las Mahou son dobles y en las paredes se pueden ver fotos de la antigua fábrica.

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Este negocio familiar lleva casi cien años sobreviviendo a modas en Malasaña. Tan castizo que ha sido incluso escenario de novelas. Todo en él es clásico, hasta la selección de pinchos, con sus aceitunas de primera y sus pepinillos.

En Madrid se puede disfrutar de Mahou desde el primer minuto hasta el último. En las distintas terminales del Aeropuerto de Barajas - Adolfo Suárez se encuentran los bares Mahou con los que dar la bienvenida o despedirse de la capital tomándose una caña y alguna tapa.