La Fiscalía de Corea del Sur pide pena de muerte para el capitán del ferry hundido en abril

La Fiscalía de Corea del Sur pide pena de muerte para el capitán del ferry hundido en abril

REUTERS

La Fiscalía ha pedido este lunes la pena de muerte para Lee Joon Seok, el capitán del ferri surcoreano Sewol que se hundió el pasado abril causando más de 300 muertos, la mayoría estudiantes, según ha informado la agencia local Yonhap.

En la última sesión del juicio a la tripulación, a la que han asistido 60 familiares de las víctimas, los fiscales han exigido cadena perpetua para otros tres tripulantes, que al igual que el capitán están acusados de homicidio por negligencia grave, un cargo similar al de asesinato en primer grado en los códigos penales occidentales.

La mayoría de expertos y medios surcoreanos esperaban que la Fiscalía pidiera cadena perpetua en lugar de pena de muerte, condena que no se aplica en el país por una moratoria no escrita desde 1997. Se cree que la sentencia se hará pública entre el 10 y el 12 de noviembre, ya que el 14 expira el período legal para mantener retenidos a los acusados.

Lee, de 68 años, es uno de los 15 tripulantes del Sewol acusados de haber abandonado el barco poco antes de su hundimiento y después de pedir a los pasajeros que permanecieran en sus camarotes. El ferry hacía la ruta desde Incheon hasta la isla turística de Jeju y se hundió cuando navegaba frente a la isla de Jindo, en el suroeste de Corea del Sur.

El Sewol llevaba 476 a bordo, entre pasajeros y tripulación, y el capitán tardó más de 40 minutos en ordenar la evacuación desde que comenzó el hundimiento. Lee y su equipo fueron de los primeros en subir a los botes salvavidas, después de decir al pasaje que permaneciera en sus camarotes. Solo 174 personas fueron rescatadas del naufragio.

Los cuerpos de diez de los 304 fallecidos siguen desaparecidos, pues las fuertes corrientes dificultan la labor de los servicios de rescate desde hace meses. Los familiares de nueve de los diez desaparecidos han votado en contra de que se remolque el barco hasta la superficie, por temor a que se pierdan o se deterioren demasiado los cuerpos en el proceso.

En paralelo a este proceso, existen otros juicios abiertos contra funcionarios y directivos de la naviera del buque para depurar responsabilidades en el caso, ya que se han destapado numerosas irregularidades que pudieron haber provocado el accidente.