Por qué desafina el villancico que escucharás estas Navidades

Por qué desafina el villancico que escucharás estas Navidades

El cantante irlandés Bob Geldof ha vuelto a comprobar cómo una buena causa se le puede volver en contra. El creador de la mítica Band Aid ha copiado la idea que ya lanzó hace 30 años y que tantísimo éxito le generó: grabar un villancico-pop, interpretado por los cantantes y artistas británicos más famosos de la actualidad, para recaudar fondos benéficos. Hoy es la lucha contra el ébola en África y, hace tres décadas, fue la erradicación de la hambruna en Etiopía.

En la nueva versión de Do They Know It’s Christmas? (¿Saben ellos que es Navidad?) participan varias de las estrellas que revientan las listas de discos más vendidos en Reino Unido: desde los todopoderosos y omnipresentes One Direction a Ed Sheeran, Rita Ora, Sam Smith, Chris Martin (Coldplay), Bono (U2), Seal, Ellie Goulding o Sinead O’Connor.

La publicación del vídeo, el pasado lunes, fue un soberbio éxito: ya supera el millón de reproducciones en YouTube y es el single que más ventas ha registrado en iTunes en lo que se lleva de año. El programa de televisión de talentos musicales X Factor, uno de los más seguidos en Reino Unido, sirvió de plataforma de lanzamiento del tema. Sólo con las pre-compras se habían recaudado un millón de libras (1,2 millones de euros).

El sencillo está disponible en las plataformas online desde el lunes por 1,26 euros y el CD saldrá a la venta en tres semanas (5,11 euros). Bob Geldof ya ha pedido que, dado el carácter benéfico, nadie se lo descargue gratis.

Todo apunta a que el cantante, de 63 años, se apuntará un tanto similar al que logró en 1984, cuando su iniciativa contra la hambruna en África se convirtió en un fenómeno que hoy se denominaría ‘viral’ y que entonces se definió como planetario. Pese a recibir críticas esporádicas, la primera versión de Do They Know It’s Christmas? evolucionó hasta convertirse en una serie de conciertos por todo el mundo de grandes estrellas de la música bajo la marca ‘Live Aid’ y contribuyó a que Geldof fuera más conocido por su faceta de luchador contra causas perdidas que como cantante. Como premio a su labor fue nombrado en 1986 Caballero del Imperio Británico honorario por la reina Isabel II.

LAS BOFETADAS

Sin embargo, el éxito logrado hasta el momento con la revisión del villancico pop se ha visto empañado con una serie de polémicas que, para bien o para mal, están contribuyendo a que, sí o sí, todo el mundo acabe escuchando la canción.

Las bofetadas le llegan a Geldof de todos los lados. Están las críticas más serias, como las que le reprochan que se centre en el combate contra el ébola en África cuando esta enfermedad no es, ni de lejos, la que más muertes provoca. El SIDA, la diarrea, la malaria, la hambruna, la tuberculosis o la sífilis han demostrado ser, desde la explosión del ébola en marzo pasado, mucho más letales. ¿Por qué entonces fijarse sólo en un detalle de un problema mayor? Básicamente, le afean, porque es la única enfermedad que puede contagiarse a Occidente.

Hay críticas que tiran de ironía, basadas en el ‘por pedir, que no quede’. En esa filosofía se enmarca el videoclip África para Noruega, en el que se que muestra a varios africanos grabando una canción benéfica para la compra de radiadores a los escandinavos. "En Noruega, los niños se congelan”, se canta en la primera estrofa.

Bajo el carácter irónico se encierra una crítica nada velada: ¿Qué pensarían los africanos si las únicas imágenes que vieran de Europa fueran las de casas congeladas y niños noruegos ateridos de frío?, plantea la réplica a la iniciativa de Geldof.

Un tercer guantazo se lo ha propinado la cantante Adele al declinar su participación en la grabación del villancico. Geldof, que aparte de ser conocido como el ‘Salvador blanco’ es popular por su mala leche, no ha encajado bien la negativa de la cantante de Rolling in the deep, quien presuntamente ni siquiera se molestó en responder a las llamadas para que se sumara a la iniciativa.

“Adele no está haciendo nada. No responde al teléfono. No compone. No graba. No quiere ser molestada por nadie”, se ha quejado Geldof . “La llamamos cien veces y la única respuesta fue el silencio. Ni siquiera se molestó en decir que no”, ha criticado por su parte uno de los organizadores de la iniciativa.

El caso Adele, que podría haber quedado en una mera anécdota, ha derivado en una crisis mayor después de que Bob Geldof haya tenido esta semana una de esas salidas airadas que tanto le caracterizan. En una entrevista en la cadena Sky News, y preguntado por ese presunto rechazo de la cantante, Geldof ha subrayado que todo eran “tonterías”. Ha sido sólo el preámbulo de la explosión final. Porque el entrevistador le ha pedido su opinión sobre todos aquellos que critican su iniciativa por estar protagonizada por cantantes multimillonarios que evitan por todos los medios pagar impuestos en su país.

“Creo que están diciendo gilipolleces”, ha respondido Geldof, a lo que el entrevistador ha respondido alabando su “colorido lenguaje” al tiempo que le ha instado a que deje de utilizar ese tipo de expresiones.

Bryony Gordon, columnista del diario The Telegraph, ha ido a la yugular del cantante defendiendo, por un lado, el 'no' dado por Adele y, por otro, planteándose por qué cuando se trata de cuestiones relacionadas con la caridad, los ricos y famosos se limitan a donar "su precioso tiempo" mientras que instan a la sociedad a donar... su dinero.

Feliz Navidad, Bob.