Carolina Punset (Ciudadanos): "No seré consellera de Fabra ni de Puig"
Harta de ver el destrozo medioambiental y el urbanismo desaforado en la costa mediterránea, Carolina Punset (Washington, 1971) decidió dar el salto a la política en 2006 liderando un partido de vecinos independientes en Altea (Alicante).
Hoy mira para atrás y su vida ha cambiado radicalmente. Aquella abogada vinculada a los movimientos ecologistas ha logrado ejercer durante los últimos años como concejal de Urbanismo -en una corporación presidida por el PP- con la obsesión de convertir al municipio en un referente ‘verde’ y de agricultura ecológica y es la candidata de Ciudadanos a la Presidencia de la Generalitat Valenciana.
La ‘número uno naranja, hija del exministro y divulgador científico Eduard Punset, se define simplemente como una “mujer con ganas de cambiar el mundo, tanto como pueda o la dejen”. Por ahora, las encuestas soplan a favor y pueden llegar a ser el tercer partido y la llave para conseguir el Palacio de Fuentehermosa -sede de la Presidencia de la Generalitat-. No le gustan las etiquetas, no quiere ser consellera de Alberto Fabra (PP) o Ximo Puig (PSOE) y tiene claro lo primero que haría si ganara: un pacto contra la corrupción. Todo por una nueva Comunidad Valenciana.
¿Cómo llega a Ciudadanos?
Provengo de la política local a través de una plataforma ciudadana que monté en 2006 como alternativa al bipartidismo. Ya venía fijándome en Ciudadanos, pero llego cuando deciden dar el salto nacional. Albert Rivera me propuso presentar con él el acto de Movimiento Ciudadano y empezó así esta aventura hace casi dos años.
Hay dudas sobre la definición ideológica de Ciudadanos. ¿Derecha? ¿Izquierda? ¿Centro-derecha? ¿Centro-izquierda?
Habrá quien piense que hay que seguir definiéndose como en la revolución industrial del siglo XIX. En pleno siglo XXI hay vida más allá de la definición de izquierda y derecha y los grandes paradigmas se están jugando en otros campos: ser o no europeo, constitucionalista o antisistema, progresista o conservador.
¿Y personalmente cómo se definiría?
Demócrata, constitucionalista, progresista y si me apuras, como ciudadana del mundo, para distanciarme de los que quieren levantar fronteras entre compatriotas españoles y europeos.
¿Cómo se lleva lo de ser la sorpresa en las encuestas?
Con mucha prudencia y humildad porque somos conscientes de que las encuestas marcan una tendencia de ascenso imparable, pero hay que seguir trabajando como si fueran mentira para convencer a los valencianos de que se hagan realidad el 24-M.
¿Qué meta se pone en Les Corts Valencianes? ¿A cuántos escaños aspira?
Ciudadanos se diferencia de la vieja política en que sus metas no se basan en obtener cargos, sino en tener un proyecto y reformas para España y la Comunidad Valenciana. Por tanto, nos importa bien poco el número de escaños y más cuántas reformas lograremos aplicar.
¿Qué le parece que se diga que Ciudadanos es la marca blanca del PP?
Y también el PP dice que somos de centro-izquierda. Si la extrema izquierda está diciendo que somos derecha y la derecha está diciendo que somos centro-izquierda, es que estamos muy centrados, que es donde tenemos que estar. Los estudios sociológicos dicen que nuestros votantes se definen de centro, de centro-izquierda y de centro-derecha. Ciudadanos está planteando cosas de sentido común, con independencia de ser de izquierdas o derechas.
El panorama va a cambiar y van a ser necesarios acuerdos a partir del 24-M. ¿Con quién pactaría? ¿Y con quién no?
No somos sectarios y, desde luego, no somos partidarios de hacer cordón sanitario a nadie. Pensamos que quien ha sido legítimamente elegido de manera democrática por los valencianos tiene derecho a estar en las instituciones y debemos empezar a entender que para que nuestra democracia merezca ese nombre no hay que concebir a los adversarios como enemigos. Y, sobre todo, acordar en relación a temas de Estado, como la Educación y la Sanidad.
No nos presentamos para asaltar sillones y gobiernos, por eso decimos que no vamos a gobernar si no ganamos las elecciones. No seremos los consellers ni de Fabra ni de Puig. Representamos el mejor legado que nos dejó la Transición y Adolfo Suárez: la concordia. Hay que sentarse a hablar con nuestros adversarios políticos porque, en definitiva, son compatriotas aunque piensen distinto. Nos sentaremos con todos, no le quepa duda.
El resto de partidos de izquierda asumen que si consiguen sumar más votos juntos que el PP optarán a la Presidencia de la Generalitat. ¿Estaría dispuesta a un pacto con los partidos de izquierdas contra el Partido Popular?
Nos presentamos para ser alternativa de gobierno, no para ser muleta de pactos de nadie. Déjeme soñar que eso es posible, ser la lista más votada. Ciudadanos gana más adhesiones porque considera igual de malo que continúe un régimen carcomido por la corrupción que lleva más de 20 años en el poder que las aventuras de tripartitos y cuatripartitos que todos los españoles conocemos. Déjenos probar suerte con encuestas como las que vemos y soñar que el cambio es posible.
En el ayuntamiento de Altea usted gobierna apoyando al Partido Popular. ¿Se siente cómoda respaldando a un partido que como decía antes ha instaurado un régimen de corrupción?
También he gobernado en 2007 con el PSOE. El ámbito municipal no tiene nada que ver con el ámbito autonómico y nacional. En primer lugar, en el ámbito municipal importan mucho más las personas que los partidos y las ideas que las ideologías. No es que nuestra plataforma ciudadana dé apoyo al PP o al PSOE, es que hemos llegado a acuerdos de gobierno que nos permiten aplicar y hacer realidad nuestro programa. No sentimos que eso sea avalar la política del PP y del PSOE. Es estar en las instituciones para que ellos no estén.
¿Cree que el PP debería pasar a la oposición en el ámbito autonómico?
La limitación de mandatos es esencial y la higiene democrática es incompatible muchas veces con la perduración en el Gobierno más de 20 años como en la Comunidad Valenciana o más de 30 en Andalucía. El cambio es bueno, pero no cualquiera, sino sensato.
¿Qué sería lo primero que haría si fuese presidenta de la Generalitat?
Lo primero sería una medida de emergencia: un pacto anticorrupción. Lo segundo, una auditoría para adelgazar la administración donde hay duplicidad, burocracia e intereses partidistas. Y lo tercero sería un plan de choque para generar empleo.
En este cambio del panorama político tiene protagonismo Podemos. ¿En qué está de acuerdo? ¿Y en qué no?
Es que Podemos ha cambiado tanto de programa que ya no sabe uno a que atenerse. Lo que nos podría unir es el diagnóstico de que hacía falta un cambio en España para que realmente haya división de poderes y reformas estructurales. Y diferimos con toda claridad en la forma de conseguirlo, pensamos que no tenemos que ir, como dicen ellos, a una refundación del Estado y a un derribo del sistema actual. Son necesarias esas reformas, pero desde el consenso y el respeto a las instituciones y a la Constitución.
Si se da la circunstancia de que su voto decida la Presidencia de la Generalitat. ¿A quién elegiría? ¿Alberto Fabra (PP), Ximo Puig (PSOE) o Antonio Montiel (Podemos)?
¿Realmente cree que hago el esfuerzo de presentarme a las elecciones para darle mi voto a otro candidato? De ahí no me va a sacar nada (Risas).
Los ciudadanos piden un ejercicio de transparencia cada vez mayor a sus políticos y Ciudadanos ha hecho de esto una de sus grandes banderas. ¿Cuánto cobra en el ayuntamiento? ¿Tiene sueldo también del partido?
No tengo ningún sueldo de Ciudadanos porque todavía no soy cargo público. Hasta ahora en el ayuntamiento he cobrado 1.950 euros netos al mes, y en los últimos meses he pedido la dedicación parcial porque no podía estar aquí todo el día. Y mi salario se ha reducido a unos 1.600 euros.
En este salto a la política, ¿su padre le ha dado algún consejo?
Dos, uno que he seguido y otro que no. El primero fue 'no te metas en política hasta que seas una profesional liberal capaz de ganarte la vida'. Y así fue. Yo me metí con 36 años después de haber ejercido 15 como abogada y perito calígrafo-judicial y haber trabajado en diferentes ONG.
En segundo me lugar me dijo ‘Carolina, si quieres hacer política con la ley electoral actual, es imposible llegar desde plataformas o partidos como Ciudadanos. Tienes que meterte en alguno de los dos grandes partidos porque es la única forma de hacer política en España y si no, no llegas a las instituciones’. Ahí, con toda franqueza, le estoy ganando la partida y tenemos una apuesta pendiente, que sé que estará muy contento de perder porque me parece que David va a ganar a Goliat.
