El caleidoscopio del 24-M

El caleidoscopio del 24-M

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2015 es el año del cambio del mapa político español. Tras las elecciones andaluzas, toca el turno de las municipales y autonómicas del 24-M, que se han convertido en un caleidoscopio donde el morado de Podemos y el naranja de Ciudadanos se van a mezclar, chocar, fusionar, jugar y repeler con los habituales rojo del PSOE y azul del PP.

De esta forma, la campaña que arranca esta medianoche supone un camino sin precedentes para los viejos y los nuevos. No hay historial, todo va a ser diferente, nadie sabe realmente lo que pasará. Los partidos manejan encuestas que cambian cada día, son muy volátiles y lo único que tienen claro es que muchos electores decidirán su voto el mismo día, incluso en el propio colegio electoral. Se acabaron aquellos plácidos días previos con fotos sonrientes pegando carteles. Cualquier error a partir de hoy puede suponer la derrota.

¿QUÉ SE VOTA?

Los españoles están llamados el próximo 24 de mayo para elegir a sus 8.122 alcaldes y 67.640 concejales. Esto supone una ligera variación respecto a los comicios de 2011, ya que entonces había 8.116 municipios y se escogieron a 68.642 ediles -el número ha disminuido al tener algunas localidades un censo menor-.

Además, habrá elecciones en 13 autonomías (Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja y Comunidad Valenciana). También se elegirán las asambleas de Ceuta y Melilla, los cabildos canarios y los consejos de Mallorca, Menorca e Ibiza, además de las Juntas Generales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa.

LA PRUEBA DEL BIPARTIDISMO

Los dos grandes partidos no consiguieron superar juntos por primera vez el 50% de votos el año pasado en las elecciones europeas. Entonces se abrió paso una nueva etapa en la que los ciudadanos reclaman más pluralidad en las instituciones y que debe empezar a plasmarse a partir de este mayo.

El Partido Popular fue el gran ganador en los comicios autonómicos y municipales de hace cuatro años y tiñó de azul casi todo el mapa español. Desde entonces, gobierna en 11 autonomías (Galicia, Cantabria, La Rioja, Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla y León). Los sondeos pronostican una fuerte caída, pero el PP se ha fijado como meta seguir siendo la primera fuerza. Esta cita local suele marcar el inicio del ciclo político, por lo que todos tienen presente que puede reflejar el resultado de las próximas elecciones generales de final de año.

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Mariano Rajoy y Pedro Sánchez

Aunque en público se dice que los resultados en las últimas elecciones andaluzas no son extrapolables, los populares temen un comportamiento similar en las autonomías y confían en el tirón de sus alcaldes para no hundirse. El líder del partido, Mariano Rajoy, se va a involucrar mucho en la campaña y tiene programados más de veinte actos en toda la geografía nacional. Su mensaje: la economía ha mejorado y no se debe dejar en manos de partidos que pueden llevar al país a la inestabilidad.

El PSOE espera coger aire en esta cita. No quiere recordar aquel mayo de 2011, cuando los españoles decidieron darle la espalda en plena crisis económica y con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa. Los socialistas han hecho su travesía por el desierto y, en esta ocasión, van con nuevo líder, Pedro Sánchez. El PSOE se presenta con el discurso del “cambio seguro” y su secretario general tiene programados más de treinta actos -abrirá y cerrará la campaña en Madrid-.

EL EFECTO DE LOS EMERGENTES

Todos miran a Podemos y Ciudadanos. Los de Pablo Iglesias llegan tras un año de ascenso en las encuestas que empieza a tocar techo, pero que les ha llevado a ser el partido con mayor intención de voto directo en algunos de los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

En las municipales no se presentan con marca propia, sino que se han incorporado en candidaturas como Ahora Madrid o Barcelona en Comú. En cambio, en las autonómicas sí van con su nombre y aspiran a ser decisivos. Sus principales objetivos son Madrid y la Comunidad Valenciana. Los morados han iniciado un viaje más hacia el centro y han presentado un programa que incluye la dación en pago con carácter retroactivo, el refuerzo de la lucha contra la corrupción con más controles a los cargos electos y más impuestos.

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Pablo Iglesias

A Podemos le disputa Ciudadanos con mucha garra en las últimas semanas el título del partido de moda. Albert Rivera se presenta como el receptor de los votos de aquellos que están hartos del PP y del PSOE, pero que no se encuentran cómodos con Podemos. Llegan en su momento más dulce y huelen buenos resultados en grandes ciudades. Hasta Esperanza Aguirre les corteja ya sabiendo que serán necesarios sus sufragios.

Estos dos partidos han convertido prácticamente en decadentes a Izquierda Unida y UPyD, los grandes azotes del bipartidismo hasta el año pasado. Los de Cayo Lara intentan aguantar en algunas autonomías, mientras que los de Rosa Díez puede que ni entren en algún parlamento. Se avecinan aguas tumultuosas.

LAS GRANDES BATALLAS

España entera irá a votar a su alcalde y varios millones a su presidente regional. No obstante, algunas de las batallas electorales por su simbolismo se han convertido en clave para entender lo que piensan los ciudadanos.

Madrid y la Comunidad Valenciana son las grandes joyas del PP y, a la vez, su gran temor por si las pierde. En estas dos autonomías los populares han sufrido duros reveses por los casos de corrupción (Gürtel, Púnica, Rato, Alfonso Rus, Brugal, Sonia Castedo, Cooperación…). Desde Ferraz, sueñan con arrebatar estas dos plazas y están dispuestos a pactos con el resto de partidos para conseguirlo. El PSOE solo se ha puesto dos límites para acuerdos en todo el país: el PP y Bildu.

Además, la otra gran lucha será Castilla-La Mancha. Es el gran dominio de María Dolores de Cospedal, la todopoderosa ‘número dos’ del PP y el rostro de la política más agresiva de austeridad. Esta pugna tendrá algo de histórico también porque se prevé que por primera vez entren más fuerzas distintas a PP y PSOE en el Parlamento autonómico -el escenario por antonomasia del bipartidismo-.

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Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal y Cristina Cifuentes

Para el PSOE es vital conservar Asturias, uno de sus bastiones y un ejemplo recurrente de que se puede gobernar de otra forma. Además, está liderada por el histórico dirigente Javier Fernández, uno de los barones con más peso interno.

También acaparará muchos titulares lo que pase en el ayuntamiento de Barcelona, una lucha sin cuartel entre Xavier Trias (Barcelona), Ada Colau (Barcelona en Comú), Alfred Bosch (ERC), Carina Mejías (Ciudadanos) y Jaume Collboni (PSC).

LA ERA DE LOS PACTOS MIRA A ANDALUCÍA

Las formaciones políticas han asumido que el escenario tras el 24-M estará marcado por los pactos y el diálogo. El laboratorio está siendo durante estas semanas la comunidad autónoma de Andalucía tras los comicios del 22 de marzo.

Por ahora, el PSOE no ha conseguido sumar los apoyos suficientes y Susana Díaz no logró la investidura en la primera votación al posicionarse en contra PP, Podemos, Ciudadanos e IU. Es el ensayo de una cultura no extendida hasta el momento y que será necesario pulir para que no se bloqueen las instituciones. Su llegada al Palacio de San Telmo podría retrasarse y no salir adelante en la segunda vuelta del viernes porque los partidos prefieren no decantarse hasta las elecciones del 24 de mayo.

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Teresa Rodríguez y Susana Díaz

EN CLAVE INTERNA

Los ciudadanos votarán pensando en sus cargos públicos, pero influirán en los partidos también en clave interna. En el PP ya se ha producido movimientos previos a las elecciones, con la vista puesta en una debacle. Las diferentes familias se preparan por si el descalabro fuera de tal magnitud que el propio presidente del Gobierno decidiera dar un paso atrás y no presentarse como candidato en las generales. Los ejércitos de María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Alberto Núñez Feijóo ya están montados en sus caballos. Hasta el momento, Rajoy ha repetido que quiere encabezar la lista y optar a la reelección, pero no tiene todo el viento a su favor.

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Soraya Sáenz de Santamaría y Alberto Núñez Feijóo

En el PSOE, Pedro Sánchez también sabe que se juega mucho en sus primeras elecciones como líder. Aunque ahora reina la armonía en público y se dan ‘mimitos’, los cuchillos del PSOE no han desaparecido y muchos dirigentes con ganas de dominar Ferraz podrían saltar al ring si el partido no queda como primera o segunda fuerza. Además, en el mes de julio están previstas primarias para elegir al candidato a La Moncloa, puesto que solo ha sido reclamado por Sánchez en público por el momento. Si hay un mal resultado, las miradas podrían dirigirse hacia Díaz, quien podría estar todavía en una situación de inestabilidad institucional en Andalucía.

Una de las grandes peleas internas se vivirá en UPyD, que tiene previsto celebrar un congreso extraordinario tras estos comicios. Rosa Díez deberá decidir si quiere seguir en su cargo en un momento de crispación absoluta y con una corriente interna, liderada por Irene Lozano, dispuesta a hacerse con el partido. Por parte de los fieles a la actual dirección podrían optar al liderazgo Andrés Herzog y Maite Pagazaurtundúa, del círculo íntimo de Díez. Los magenta se juegan su supervivencia.

Los ciudadanos ya tienen en sus manos el caleidoscopio. La política es cuestión de cristales de colores. Y algunos se romperán.