¿Estás reflexionando?

¿Estás reflexionando?

EFE

Las urnas están preparadas. Los partidos guardan silencio. Ya no te pueden pedir el voto. España vive su jornada de reflexión. Es hora de pensar qué papeleta depositarás este domingo en las elecciones autonómicas y locales.

Una imagen totalmente opuesta a la que vimos hace unas semanas en Reino Unido, donde los partidos piden hasta el último momento el voto a los ciudadanos. No obstante, en España este día especial está mutando debido principalmente a la implantación de internet y a la evolución de las campañas electorales.

El día anterior a las pasadas elecciones andaluzas del 22 de marzo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se dio un baño de masas en Valencia, mientras que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, protagonizaba una convención municipal en Puebla de Sanabria (Zamora) y el coordinador federal de IU, Cayo Lara, acudía a la Marchas de la Dignidad en Madrid. Algo que hasta hace años era inimaginable.

¿QUÉ DICE LA LEY?

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) establece estrictamente en su artículo 53 que “no puede difundirse propaganda electoral ni realizarse acto alguno de campaña electoral una vez que ésta haya legalmente terminado”. Además, especifica que “la obtención gratuita de medios proporcionados por las administraciones públicas quedará limitada al periodo estricto de campaña electoral”.

No obstante, señala que “las limitaciones anteriores se establecen sin perjuicio de las actividades realizadas por los partidos, coaliciones y federaciones en el ejercicio de sus funciones constitucionalmente reconocidas y, en particular en el artículo 20 de la Constitución”. Este es el que recoge la libertad de expresión.

Además, la ley especifica que la campaña “termina, en todo caso, a las cero horas del día inmediatamente anterior a la votación”. Es decir, a partir de ese momento comienza la jornada de reflexión y no se puede pedir el voto.

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“La verdad es que parece un poco artificial mantener a día de hoy algo como la jornada de reflexión por internet y las redes sociales”, explica Jorge Galindo, investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Ginebra y fundador del colectivo Politikon.

“¿Cuál es la diferencia entre poner algo en Twitter y subirme a un banco a pedir el voto?”, se pregunta, a la vez que comenta que ahora hay “un montón de zonas grises y se ha vuelto todo mucho más complejo”. “Yo creo que tarde o temprano se irá difuminando y que acabará existiendo, no sé si en cinco o diez años, un acuerdo para que termine desapareciendo”, comenta.

“Hay gente que decide el voto el día antes o delante del colegio, pero no creo que tenga un gran efecto que haya o no jornada de reflexión”, remata este sociólogo.

"UN MODELO ANALÓGICO"

La jornada de reflexión es algo habitual en los países del sur de Europa, como España, Italia y Francia, recuerda Julio Embid, subdirector del Laboratorio de la Fundación Alternativas. En cambio, señala que “hay otros países de larga tradición democrática como Reino Unido, Alemania y Estados Unidos que no la tienen, y no por ello se cuestiona el modelo democrático”. Y hay incluso, prosigue, casos en el otro extremo más excepcionales, como en países de América Latina donde se prohíbe la venta de alcohol.

“Las campañas han cambiado mucho desde que están Internet y Twitter, es muy fácil evadir los vetos de la ley en temas de encuestas y de campañas, es un modelo bastante analógico”, opina. “No tiene sentido, se deberían poder hacer mítines hasta el último día”, hace hincapié Embid.

En este punto, subraya que le parece “absurda” también la legislación sobre las encuestas. La Loreg establece en el artículo 69.7 que “durante los cinco días anteriores al de la votación queda prohibida la publicación y difusión o reproducción de sondeos electorales por cualquier medio de comunicación”. El caso más “emblemático” es el de El Periódico, apostilla el subdirector del Laboratorio de la Fundación Alternativas. El diario publica sus encuestas “prohibidas”, así las definen ellos mismos, a través de su versión en Andorra. A juicio de este medio, no es justo que los partidos, financiados a cargo del erario público, puedan disponer de encuestas, mientras que los ciudadanos no puedan conocerlas a través de los medios.

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“PROTEGER AL VOTANTE”

No opina lo mismo Guillermo Fouce, doctor en Psicología Social y profesor de honor de la Universidad Carlos III. “La jornada de reflexión es necesaria y es una buena filosofía que después de tanta saturación durante quince días de intensa campaña el votante esté consigo, reflexione, madure y tome una decisión”, subraya, a la vez que hace hincapié en que sería “razonable y bueno que siguiera nuestro modelo tradicional”.

¿Influye psicológicamente? Fouce entiende que con este sistema “la gente puede estar tranquila y descansar, también elimina que pueda haber alteraciones que de manera intencional modifiquen el voto”.

Si un ciudadano quiere buscar información, lo hará de manera “proactiva” y “no se le va a invadir”, lo que es “factor esencial”, describe este psicólogo. “Es bueno proteger”, apostilla, aunque precisa que el “voto está determinado en gran parte ya antes de la campaña”. Lo que se busca con este día, continúa, es que no haya “una influencia en negativo”. De cara al futuro, cree que “posiblemente pierda el sentido, pero sería bueno que se mantuviese esa neutralidad”.

Por el momento, toca que reflexionen los ciudadanos. Las autonomías tienen las competencias más queridas del Estado del Bienestar. El modelo de Sanidad y Educación dependerá de la papeleta del domingo.