Las brigadas contra incendios, en huelga en plena campaña de extinción

Las brigadas contra incendios, en huelga en plena campaña de extinción

BRIF en lucha from Visualizo on Vimeo.

En mitad de un verano feroz de fuegos forestales, los bosques pierden a su mejor aliado. Los días 14, 15 y 16 de julio van a la huelga las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (Brif), grupos especializados en atacar las llamas que se desplazan en helicóptero. Son profesionales cuya rapidez y efectividad son claves para atajar los grandes incendios forestales.

Con los tres días de paro, las Brigadas reclaman por encima de todo ser reconocidos dentro de la categoría de bomberos forestales, dado que hasta ahora están contratados únicamente como peones forestales. Aunque los trabajadores admiten que el cambio no supondría una subida de sueldo, subrayan que les daría opción a una jubilación anticipada y al reconocimiento de enfermedades profesionales.

“Si el día de mañana tenemos un cáncer de pulmón por los humos, no nos entra como enfermedad laboral”, ejemplifica Raquel Jara, portavoz de la Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Bomberos Forestales, que denuncia que el Ministerio de Medio Ambiente y Tragsa, la empresa encargada de la gestión de este servicio que depende directamente del departamento, se pasan la pelota de unos a otros sin dar soluciones reales.

"TE ECHAN A LA CALLE COMO UN PERRO"

Las Brigadas exigen, además, la posibilidad de pasar a una “segunda actividad” cuando las condiciones físicas no les permitan seguir en primera línea de fuego. “Cuando nos hacemos mayores nos vamos a la calle. Aproximadamente a los 45 años, cuando ya no superas las pruebas físicas anuales, te echan a la calle como un perro. Queremos, al menos, poder hacer tendido de manguera o cualquier otra cosa”, reivindica Jara, que asegura que los 35.000 bomberos forestales de España apoyan las peticiones.

Las Brif, que irán a una huelga indefinida a partir del 27 de julio si la situación no se desbloquea, exigen además trabajar todo el año, dado que ahora la mayor parte de los profesionales únicamente están ocupados durante los meses del verano y, después, se van al paro. “En invierno es cuando puedes dar formación. En verano en 15 días no les puedes enseñar todo, y es un peligro. Pedimos prevención y formación en invierno”, subraya Jara.

Las reivindicaciones también llegan al campo económico. “Nos pagan 3,45 euros por día de incendio [aunque tienen una nómina base] y no tenemos plus de nada, ni de peligrosidad ni nada. La gente se piensa que cobramos 1.500 o 1.600 euros. Pues no. Cobramos 833 y si llegamos a los 1.000 tocamos la campana”, se queja Jara, que recuerda que hace unos años sí ganaban 1.500 euros, por lo que el salario se les ha reducido en casi un 47%.

Además, advierte de que la nueva Ley de Montes aprobada recientemente por el PP sólo empeorará las cosas, dado que abre la puerta a recalificar zonas quemadas, algo prohibido hasta ahora: “Habrá más trabajo y, con los recortes, menos medios”.