Europa pone barreras a la clonación animal

Europa pone barreras a la clonación animal

EFE

ESTRASBURGO - ¿Qué sentirías si supieras que la carne que estás comiendo procede de un animal clonado? ¿O que es descendiente de uno que lo ha sido? ¿Te plantearía dudas de algún tipo? El Parlamento Europeo lo tiene claro: la clonación de este tipo tiene consecuencias para el bienestar animal y se desconoce hasta qué punto puede tenerlas en los seres humanos que consuman productos derivados de ellos.

Por ello, el PE ha aprobado este martes un proyecto legislativo -con 529 votos a favor, 120 en contra y 57 abstenciones- para prohibir en la UE la clonación de todo tipo de animales de granja, sus descendientes y sus productos derivados, incluyendo las importaciones. Con esto, endurece la propuesta inicial de la Comisión. Este texto tiene que pasar ahora por el Consejo, pero supone un "no" rotundo a este tipo de prácticas que, además, plantea cuestiones éticas.

"Básicamente no queremos que los humanos sean cobayas", ha explicado Giulia Moi, eurodiputada italiana del grupo Europa de la Libertad y la Democracia, que este martes ha sido una de las ponentes en Estrasburgo. "Hay dos cuestiones fundamentales que nos han guiado desde el principio: la protección y la salud de los ciudadanos europeos y consumidores y la de los alimantes", dice. En este sentido, ha manifestado que a la hora de clonar, sí hay alteraciones genéticas en el animal y que científicamente o se sabe si esto puede afectar al humano. "Por ejemplo, la carne procedente de un animal clonado, las proteínas puede ser distintas, y no sabemos si esto afectará o no a una persona".

Además, fundamental ha sido también para esta negativa del Parlamento el sufrimiento del animal. "Esto es algo que no se puede permitir. La clonación es cruel con los animales. Llevamos más de 12 años esperando a que los índices de fracaso en este campo mejoren, pero son del 90%. La clonación provoca en los animales déficit inmunológico, trastorno en las vías respiratorias y los nacidos mediante esta técnica suelen fallecer en las primeras semanas de vida", ha expuesto por su parte la ponente Renate Sommer, del PPE.

Ambas han usado como ejemplo un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que señaló en el año 2008 cómo la salud y el bienestar de una proporción significativa de animales clonados se habían visto afectados, a menudo con un resultado fatal. De este modo, se dan bajos índices de eficiencia de la clonación: de entre el 6 y el 15% para el ganado bovino y del 6% para el porcino. Se genera, además, una alta tasa de mortalidad en todas las fases del desarrollo.

LA POSTURA DE LOS CIUDADANOS

Está, además, la cuestión ética. "Todos sabemos que lo que funciona con animales, después se prueba en los humanos y esto plantea ya una cuestión que no debe dejarse de lado, esto es, la ética", ha manifestado Somer, que ha criticado duramente la postura de la Comisión en este asunto. La Cámara ha calificado de "irracional" la postura del Parlamento, algo que Sommer achaca al "miedo" a represalias contra la UE por parte de países que, fuera de las fronteras europeas, sí llevan a cabo estas prácticas de forma legal. Es el caso de EEUU, que en el año 2008 dio el visto bueno a la comercialización de carne y derivados de animales clonados, sumándose a Argentina, Brasil o Canadá. El texto final será el resultado de la negociación de las instituciones, pero deberá ser aprobado por el Parlamento.

Por ultimo, de los argumentos que los eurodiputados han defendido además este martes a la hora de dar su "no" a las clonaciones ha sido que los ciudadanos de la UE rechazan formalmente los alimentos procedentes de clones o de sus descendientes. El último Eurobarómetro sobre este asunto, que data del año 2008, reflejó precisamente eso: la mayoría de los europeos tiene una actitud negativa hacia la clonación de animales. Así, un 58% considera que nunca se justificaría y un 61% califica de "inmoral" este tipo de prácticas. Según esta encuesta, un 41% de los de los europeos defiende que la clonación supone un dolor innecesario a los animales.