La decadencia de Europa
El gobierno de Alemania sorprendía la semana pasada al asegurar que podría acoger a medio millón de refugiados al año; ahora vuelve a agitar a la opinión pública al cerrar sus fronteras del sur. Ambas decisiones son interpretadas como señales de una Unión Europea divida...
"Europa está en una encrucijada. O vuelve a encontrar las razones, los ideales para seguir unida, o se convertirá en un aburrido condominio de reglas abstractas y estériles, casi siempre económicas, y con mucha frecuencia equivocadas".
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Quien así se expresa es Matteo Renzi, quien firma una tribuna en El País que es la respuesta al editorial que 13 diarios europeos firmaron la semana pasada reclamando medidas urgentes y conjuntas frente la crisis de los refugiados.
El primer ministro italiano echa mano de la Historia para señalar que las grandes civilizaciones inician su declive, no por una razón económica, sino cultural...
"Europa debe elegir si continúa dándole la espalda a la realidad o afrontarla". Pero Europa, como constata Libération en su portada, está "fracturada" de oeste a este, pero también en el seno de los países entre los que quieren acoger a los refugiados y quienes los rechazan. También están los que echan cuentas.
Le Figaro calcula que cada Estado tendrá que poner 1.000 euros por cada acogido, y que esta cantidad acabará pesando en el presupuesto. De ahí, nos explica Joaquín Estefanía, que la Comisión esté considerando que la crisis sea un echo excepcional que no compute en el cálculo del déficit respecto al Pacto de Estabilidad.
Enredada en esta y otras miserias, la Unión Europea reúne a sus ministros de Interior, a los que Alemania ha enviado una clara señal al cerrar temporalmente su frontera...
Así lo estiman tanto el Financial Times como Die Welt. Su comentarista, Ulrich Klaus, considera que el Ejecutivo alemán ha dado un mandato claro a su ministro, Thomas de Mazière, para que diga en Bruselas que la coordinación no ha funcionado.
Stefan Kornelius, en el Süddeutsche, considera que la estrategia alemana ha fallado precisamente por la arrogancia e inmovilismo de Europa. En su editorial, El País considera que es "la hora de Alemania. Los refugiados son un reto que puede decidir el papel del líder europeo".
Pero Europa también mira esta mañana al Reino Unido, donde, a la vista de los comentarios, ha tenido lugar un cataclismo político con la elección de Jeremi Corbyn al frente del Partido Laborista...
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El nuevo secretario general de la formación que, a juicio de Zoe Williams en el Guardian, dice adiós al “blairismo”, ha conformado su "gabinete en la sombra" esta madrugada. En él, buscando el equilibrio, incorpora a su principal aliado, John McDowell, como “chancelor” en la sombra, y a su principal oponente, Andy Burham, como responsable de Interior.
En cualquier caso, el Times de Londres, en un editorial, niega a Corbyn la capacidad incluso de llevar a cabo una oposición útil para el Reino Unido, y Philips Stephens, en Financial Times, augura que es un respaldo al Bréxit.
En España, su elección es saludada por Pablo Iglesias, que publica una tribuna en El País en la que bautiza a Corbyn, sin rubor, como "el Pablo Iglesias británico", e invita a los socialistas a "caminar juntos" tras lo sucedido en el Partido Laborista.
La política nacional, en cualquier caso, sigue centrada en Cataluña y en una campaña que este fin de semana ha notado el peso de los líderes del PSOE y del PP...
"Rajoy y Sánchez se disputan el electorado de las generales", asegura en su apertura La Vanguardia, que entrevista a Antonio Baños, de la CUP, quien dice: "Podemos autoengañarnos, pero sin una mayoría en votos, todo se complica". El Periódico también titula: "Vista a las generales", y en sus páginas, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, señala que "la abstención es la aliada de la independencia".
En una tribuna para El País, el constitucionalista José Álvarez Junco reflexiona sobre la disyuntiva entre nación o Estado, y concluye: "Si se define una nación por la voluntad y la adhesión emocional de sus componentes, Cataluña lo es. Pero si dejamos de lado las emociones y discutimos sobre entes soberanos, se ve con más claridad que la declaración de independencia es inviable".
El tuit de esta mañana es una fotografía que nos cuenta el final feliz de dos de los miles de refugiados sirios que han llegado a Alemania...
Los protagonistas son Osama Al-Ghadab y su hijo Zied. Los dos aparecen sonrientes en la imagen que publica, entre otros, La Repubblica, junto a otra instantánea que dio la vuelta al mundo la semana pasada: cuando los dos lloraban tras la zancadilla que les puso una periodista húngara, Petra Lazslo.
Paradójicamente, con el mismo apellido que el héroe resistente de Casablanca.
