Obama, frustrado con el Congreso, estudiará medidas de control de armas que no necesiten aprobación legislativa

Obama, frustrado con el Congreso, estudiará medidas de control de armas que no necesiten aprobación legislativa

Barack Obama quiere coger por los cuernos el toro de la violencia de las armas, un problema que salpica de sangre la actualidad en su país prácticamente a diario. El presidente estadounidense ha anunciado que este año, el último de su mandato, va a endurecer las medidas de control de venta de armas, le pese a quien le pese, incluso si tiene que saltar por encima del Congreso, donde los republicanos -y no pocos de sus colegas demócratas- se lo han puesto imposible hasta el momento.

Obama, frustrado por la falta de medidas de la Cámara para controlar las armas y por las 90 víctimas diarias por arma de fuego que registra su país, se reunirá el lunes con la fiscal general, Loretta Lynch, para discutir medidas que no requieran de la aprobación legislativa.

En su discurso semanal, Obama ha afirmado este viernes por la noche (hora española) que ha recibido "demasiadas cartas de padres y profesores, y niños, como para sentarse y no hacer nada".

El mandatario ha pedido en repetidas ocasiones al Congreso que refuerce las leyes sobre armas de fuego. Sus llamamientos se intensificaron después de la masacre de 2012 en una escuela primaria en Newtown, en Connecticut, y volvieron a resonar tras los recientes tiroteos de Colorado Springs y San Bernardino.

"Hace unos meses, instruí a mi equipo en la Casa Blanca para estudiar nuevas medidas que se puedan tomar para ayudar a reducir la violencia armada", ha asegurado Obama en el discurso. "Y el lunes me reuniré con nuestra fiscal general, Loretta Lynch, para discutir nuestras opciones", ha añadido.

El diario estadounidense The Washington Post, citando a varias personas con conocimiento del asunto, ha indicado que Obama y Lynch podrían sellar decretos que no requieren de la aprobación del Congreso. Según este medio, las medidas se darán a conocer la próxima semana por el mandatario, que se ha comprometido a usar "cualquier poder que esta oficina tenga" para poner en marcha medidas de control.

TEXAS, A PISTOLA VISTA

El plante de Obama coincide, además, con una nueva ley que ha entrado en vigor hace menos de 24 horas y que permite a los habitantes de Texas llevar consigo un arma de fuego sin tener que esconderla.

La norma introduce el principio del open carry, una medida reclamada por el casi millón de texanos que ya tienen una licencia y que hasta ahora les permitía transportar armas pero ocultándolas.

Sin embargo todas estas personas tendrán que dejar registradas sus huellas digitales y someterse a controles para verificar que su ficha penal está limpia.

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