Cómo limpiar la tabla de cortar alimentos
La tabla de cortar. Un utensilio que todos tenemos, pero que ninguno de nosotros sabe cómo limpiar. Sabemos que es posible que esté llena de bacterias, pero ojos que no ven, corazón que no siente, ¿no?
Error. Es muy importante mantener limpia la tabla de cortar y debería ser una prioridad. Igual que lavas los vasos, las cazuelas y las sartenes, deberías limpiar la tabla de manera regular. De esta manera, evitarás que tus alimentos se contaminen y que tu cocina huela mal.
Echa un vistazo a esta lista de consejos para cuidar de la tabla de cortar, ya sea de madera o de plástico, y poder seguir cocinando y disfrutando de tus platos.
TABLAS DE CORTAR DE MADERA
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Según el blog Epicurious, la forma en la que usas la tabla de cortar de madera es la que dicta la forma en la que deberías limpiarla. Si has estado cortando verduras o frutos secos sobre ella, coloca la tabla bajo un chorro de agua caliente, añade jabón a una esponja o un cepillo y frota la superficie durante unos minutos. A continuación deja la tabla apoyada contra una pared para que se seque.
Si la has utilizado para cortar carne cruda, en Food Network se recomienda desinfectar la tabla con agua oxigenada. Echa agua oxigenada por la superficie, extiéndela utilizando una esponja y deja que repose unos minutos. Después, utiliza una esponja limpia para quitar el exceso de líquido de ésta.
Aunque la regla de oro es que deberías intentar no cortar nunca carne cruda sobre una tabla de madera. Las bacterias pueden filtrarse por las grietas de la madera y pudrirse, contaminando así la superficie. Tampoco deberías meter una tabla de madera en el lavavajillas, ya que la superficie se resecará, se agrietará y se astillará.
Si tu tabla de madera se ha quedado reseca, los profesionales de John Boos aconsejan engrasar la superficie de la tabla una vez al mes. El aceite de oliva no es una buena elección para hacerlo, porque se pudre muy rápido. El aceite mineral o la cera de abeja servirán para reponer la humedad que había perdido la tabla. Espárcelo por la superficie de la tabla con una bayeta, déjalo durante 24 horas y quita el exceso de líquido con una toalla al día siguiente.
TABLAS DE PLÁSTICO
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En su página web, la empresaria y cocinera estadounidense Martha Stewart explica que, al contrario de lo que sucede con las tablas de madera, las de plástico sí pueden meterse en el lavavajillas. Lo recomendable es programar el lavavajillas a la temperatura más alta para asegurarse de que el lavado acaba con todas las bacterias. Las tablas de cortar de plástico son mucho menos porosas que las de madera, por eso es mucho más recomendable utilizarlas para cortar carne cruda.
Si quieres lavar la tabla de plástico a mano, hazlo con agua muy caliente, detergente lavavajillas y un estropajo. Después de fregarla, pulveriza sobre la tabla una mezcla de medio litro de agua con dos cucharaditas de lejía y déjala reposar durante dos minutos. De esta manera, acabarás con todas las impurezas. Aclara la tabla y deja que se seque.
PARA QUITAR OLORES
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Puedes usar sal y limón en cualquier tipo de tabla para deshacerte de los olores. Esparce sal gorda por la superficie de la tabla y, con medio limón, restriega la sal por toda la tabla. La acidez del limón ayudará a acabar con cualquier olor desagradable. La sal también ayuda a absorber los olores.
Sirve para un roto y para un descosido, para limpiar la cocina, las ventanas y también la madera. El vinagre desengrasa, remueve manchas, es bactericida y es útil para eliminar la cal, entre otras cosas.
Se mezcla un cuarto de taza de vinagre con cuatro de agua y una cucharada de bicarbonato sódico. El producto servirá para limpiar el baño y dejarlo reluciente. Al principio no olerá demasiado bien pero luego se va.
Las manchas cobrizas de óxido desaparecerán echando vinagre sobre ellas y dejándolo actuar 20 minutos. Después se aclarará con agua tibia.
Solo hay que diluirlo en agua tibia sirve y limpiar con esta mezcla el parqué.
Se trata de poner en marcha la cafetera con un buen chorro de vinagre y sin nada de café. La operación se puede repetir tantas veces como sea necesario para lograr dejarla sin nada de cal.
Es el otro gran aliado para liberar nuestra casa de las sustancias tóxico propias de los productos de limpieza. Es barato y fácil de conseguir.
Se hace a partir de tres litros de agua, tres cucharadas de bicarbonato y 40 gramos de jabón neutro sin glicerina. Hay que mezclar y después calentarlo.
Es la forma de evitar recurrir a los tóxicos limpiatuberías. Sólo hay que echar el bicarbonato por el desagüe, echar un chorro de vinagre y dejar actuar durante 15 minutos. La operación se termina vertiendo agua caliente.
El método es fácil: hay que espolvorear un poco de bicarbonato en una esponja húmeda y frotar con ella las superficies. Después se enjuaga con agua y se seca.
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Este artículo fue publicado originalmente en la sección de hogar de la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
