La Justicia imputa a Sarkozy por financiación ilegal de su campaña de 2012

La Justicia imputa a Sarkozy por financiación ilegal de su campaña de 2012

REUTERS

El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido imputado formalmente este martes en el marco de las investigaciones por la supuestas irregularidades de financiación durante su campaña para las elecciones de 2012, según ha informado la Fiscalía de París.

Sarkozy, líder del partido opositor Los Republicanos, ha sido interrogado durante horas por los jueces responsables del Caso Bygmalion.

El exmandatario ha negado reiteradamente que tuviera conocimiento de una doble contabilidad y de los falsos recibos por valor de 18 millones de euros emitidos por la empresa organizadora de eventos Bygmalion, lo que supone el doble del gasto legalmente autorizado. En un libro publicado en enero de 2016, Sarkozy argumentó que, aunque fuera "difícil de creer", no sabía "nada" sobre esa empresa "hasta que el escándalo se desató".

Contra esa afirmación se ha pronunciado uno de sus responsables de campaña, Jérôme Lavrilleux, quien el pasado octubre afirmó que tanto Sarkozy como "toda la cadena de mando" conocían las irregularidades. Junto a Lavrilleux hay otros doce imputados en esta causa, entre ellos los dirigentes de Bygmalion, pero también varios del partido del antiguo jefe del Estado, como el ex director general Éric Cesari y otro responsable de campaña, Guillaume Lambert.

La Fiscalía, sin embargo, ha declarado su imputación formal en las pesquisas referentes al exceso de gastos y le ha concedido el estatus de "testigo asistido" -a medio camino entre el testigo y el imputado- para los cargos de abuso de confianza, fraude y uso de documentación falsa, según los medios galos.

Su abogado, Thierry Herzog, ha asegurado ante la prensa que, aunque tiene previsto presentar los recursos pertinentes, está satisfecho de que no se le haya imputado por esos últimos cargos y no se haya manchado su nombre con esas prácticas.

CANDIDATURA PRESIDENCIAL

La implicación de Sarkozy en el proceso no tiene por qué significar que termine sentándose en el banquillo como acusado, pero sí enturbiará su imagen en unos meses clave en la carrera por el Elíseo. Sarkozy, de 61 años, aspira a presentarse de nuevo a la Presidencia en los comicios de 2017.

Los sondeos, sin embargo, no respaldan sus ambiciones políticas y en los últimos meses su popularidad ha descendido al mismo ritmo en que han aumentado las posibilidades de Alain Juppé, que también suena como posible candidato de Los Republicanos -antigua Unión por un Movimiento Popular (UMP)-.