La tendencia que deja el MWC 2016: el smartphone ya no es suficiente

La tendencia que deja el MWC 2016: el smartphone ya no es suficiente

EFE

En un Mobile World Congress saturado otro año más de meras iteraciones sobre viejas ideas, se ha podido entrever que las grandes compañías atraviesan una época de inflexión. En espera del próximo gran sector que lo levante, nos encontramos con fabricantes, operadoras y distribuidores animados con el futuro a largo plazo, pero sin ideas concretas mientras llega.

Muchos de los fabricantes de smartphones son conscientes de que el mercado es totalmente indiferente hacia ellos y que, como Nokia o BlackBerry —antiguos reyes del mundo móvil—, nadie está a salvo, por mucha cuota de mercado que tengan hoy, si no son capaces de reinventarse y de conseguir adelantarse a las tendencias. Y eso es precisamente lo que muchos de ellos están haciendo, reinventarse: parece que no han olvidado las lecciones.

Con los smartphones cada día más iguales e indistinguibles, el precio se convierte en la única herramienta de ventas llevando a todos los actores de la industria a buscar beneficios en sectores aledaños. Los relojes inteligentes no parecen estar funcionando para nadie salvo para Apple, y nadie cree que el 5G ayude a vender mássmartphones. A falta de grandes saltos en la tecnología actual, los fabricantes exageran cualquier mínima evolución en las cámaras o la velocidad de los terminales. El público quiere baterías más duraderas pero la tecnología no está a la altura, ni parece que lo hará pronto.

El público quiere baterías más duraderas pero la tecnología no está a la altura, ni parece que lo hará pronto.

La realidad virtual llegará, y lo hará de forma masiva, pero tampoco será un buen filón de dinero para los fabricantes, y lo saben. También son conscientes de que en el esperado Internet de las Cosas —añadir conexión inalámbrica, gestión remota y cierto nivel de autonomía a los objetos del día a día— estará alejado de los beneficios para la mayoría de las compañías que no sepan entregar una experiencia de usuario ampliamente mejorada con respecto a lo que tenemos hoy en día, así como un discurso de ventas que haga que los clientes se interesen.

En realidad, el Internet de las Cosas es causa y reacción a la vez. Nace porque hay un mercado que demanda objetos inteligentes, pero a la vez es impulsado hasta la saciedad por empresas fabricantes de microprocesadores que ven como sus mercados actuales se estancan en unidades y precio. Añadiendo un procesador a cada bombilla, a cada florero, varios en la lavadora, y centenas en cada automóvil, por ejemplo, consiguen un mercado exponencialmente más grande que el actual, aunque el precio de estos chips sea cada vez menor.

En definitiva, hemos visto un MWC de transición en el que el smartphone ya no es el único protagonista, sino que necesita cada vez más actores de reparto para lograr diversificar el negocio e incentivar al consumidor a acabar decantándose por un producto u otro.

En los próximos años veremos que la realidad virtual, los wearables (o los hearables, como el Sony Xperia Ear, anunciado en esta feria) y el 5G serán los pilares clave de un sector móvil en el que el teléfono en sí mismo no es el centro de todas las miradas, sino el pretexto para conseguir un ecosistema de comunicación y entretenimiento. La cuestión ya no será qué smartphone comprar, sino qué accesorios o añadidos escoger.

Este artículo fue escrito por Álex Barredo, redactor de Hipertextual.

  5c8b1b5722000030001a49c6

Ve a nuestra portada

  5c8b1b57360000e01c6c793d

Facebook

  5c8b1b572400006c05a4192d

Twitter

  5c8b1b572300007f01241e3e

Instagram

  5c8b1b57200000430470271f

Pinterest