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A la valenciana

EFE

Un Gobierno “a la valenciana”. Esta es la reclamación de una parte de la izquierda -Podemos, IU y Compromís- para que dirija el país un Ejecutivo de coalición que tenga como referencia al de la Generalitat valenciana, que lidera Ximo Puig (PSOE) con Mónica Oltra (Compromís) como vicepresidenta y con el apoyo externo de Podemos en Les Corts.

Tras veinte años de Gobierno del PP en la Comunidad Valenciana y la debacle popular en las elecciones autonómicas del pasado 24 de mayo, las izquierdas alcanzaron un acuerdo después de unas complicadas negociaciones que duraron 18 días. Puig, Oltra y Antonio Montiel (Podemos) rubricaron el documento el 11 de junio en el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia.

Ahí surgió el conocido “pacto del Botánico”, al que apelan tanto Pablo Iglesias para llegar a La Moncloa con el PSOE como Pedro Sánchez para presionar a los morados y que dejen gobernar a los socialistas al igual que en la zona levantina.

Se ha convertido en estos meses en el gran ejemplo de Gobierno de coalición de izquierdas. Pero, ¿es trasladable a nivel nacional? ¿Cómo funciona? ¿Qué se puede aprender? ¿En qué falla?

EL "MESTIZAJE" DEL GOBIERNO

La evaluación que hacen los miembros de su Gobierno, según fuentes socialistas y de Compromís consultadas por El Huffington Post, es bastante positiva. “Funciona razonablemente bien”, “estamos contentos”, “hay muy buena relación”, “la valoración es buena”, explican desde las altas instancias de la Generalitat.

Tanto en el PSOE como en Compromís ponen énfasis en el “mestizaje” que impregna toda la Administración. Este mismo concepto ha sido utilizado por el propio Sánchez en el debate de investidura. En todas las consellerías -excepto en Presidencia y Vicepresidencia- hay cargos de los dos partidos. La idea es que si, por ejemplo, el conseller es socialista, debe haber secretarios autonómicos de Compromís y tienen que combinarse directores generales de las dos formaciones.

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El Gobierno valenciano

Lo que se consigue con esto, añaden las fuentes, es que se cree un “sentido corporativo” en los departamentos y todos defiendan en la misma dirección sus políticas. Eso se ha visto en la elaboración de la ley de presupuestos, en el que miembros de las mismas consellerias iban a una a pesar de ser de partidos diferentes.

Está más coordinado que algunos gobiernos monocolor del PP

“Funciona bien, al contrario de los que algunos auguraban. En la mayoría de los casos, por no decir siempre, está más coordinado que algunos gobiernos monocolor del PP”, comentan desde el entorno de Puig. “Cuando hablas de un Gobierno con dos formaciones políticas y un tercer socio que te apoya en Les Corts, te obliga a que todo sea negociado, pactado, hablado. Lejos de ser un impedimento, es un acierto, se supone que todo lo que sale es sólido y para durar”, agregan fuentes de Presidencia de la Generalitat.

"PUIG Y OLTRA SE HAN CONJUNTADO MUY BIEN"

Uno de los pilares en los que descansa el funcionamiento del Gobierno es la “muy buena relación” entre Puig y Oltra. “Eso es fundamental. Hay una sintonía personal, en ningún momento se abandona, hay reuniones constantes, comunicación permanente, eso es bueno para el engranaje. Funcionamos como un único Gobierno”, comentan personas cercanas a los dos líderes. De hecho, entre los periodistas valencianos, agregan, hay hasta bromas de que parecen “novios”. “Se han conjuntado muy bien y se han contagiado mucho el uno del otro”, apostillan.

Antes de llegar a este entendimiento los partidos libraron una dura negociación, en la que se especuló hasta con la posibilidad de que Oltra fuera presidenta y en la que interfirieron presiones para que el PSOE pactara con Ciudadanos.

“Ahora recuerdo que aquellas negociaciones parecieron muy difíciles, pero, vistas en perspectiva, no lo fueron”, dicen fuentes cercanas a Puig. De hecho, se convirtió en uno de los primeros gobiernos autonómicos en constituirse tras el 24-M. “Lo que ocurría es que veníamos de una época de veinte años del PP y había una cierta ansia social y política de llegar a ese acuerdo”, añaden las fuentes, que relatan que, “una vez establecido el documento, gobernar es relativamente sencillo, tenemos muy clara la hoja de ruta”.

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Montiel, Puig y Oltra

En ese juego está también Podemos, que apoya con sus parlamentarios al Gobierno valenciano. Según fuentes de Presidencia, “la relación es buena, fluida”, pero “hay veces incluso que en Les Corts han votado en contra”. “No pasa nada -añaden-, el hecho aquí es desdramatizar la situación, En los momentos que vive la comunidad y España cada elemento hay que negociarlo”.

Trabajan en el Consell con la consigna de que las grandes leyes tienen que estar consensuadas por los grupos en el Parlamento autonómico. Al margen de eso, Puig y Oltra mantienen reuniones con Montiel para que haya “contacto permanente” y para saber si las propuestas están “en la dirección adecuada para mantener el apoyo necesario”. Además, existe una comisión de seguimiento del pacto del Botánico con representantes de los tres partidos.

El presidente y la vicepresidenta se han conjurado para que no afecte en Valencia lo que pase en Madrid

"HAY MOMENTOS CON ROCES, FALTARÍA"

Aunque la sensación es positiva en general, la relación entre el PSOE y Compromís ha vivido algún momento tenso. Uno fue el episodio del nombramiento de Alberto Hernández Campa como director gerente de Egevasa, la empresa mixta de aguas dependiente de la Diputación de Valencia. A Compromís no le gustó nada al tratarse del marido de la consellera de Sanidad, Carmen Montón (PSOE). A los pocos días dimitió el directivo.

Desde el entorno de Puig comentan: “No diríamos que fue grave, provocó declaraciones de la vicepresidenta que incomodaron en algunos sectores socialistas, pero en ningún momento supuso una ruptura del Gobierno. Hay momentos con roces, faltaría, como en los gobiernos monocolor”. “Eso se solucionó”, explican desde el entorno de Oltra, además de comentar que la Comunidad Valenciana vive una “época de poscorrupción y cuando hay cosas que no parecen muy claras se intentan subsanar desde el principio”. “De hecho”, prosiguen, “la relación entre ellas dos está bastante bien”.

Los dos partidos hablan de que la vocación del pacto es durar toda la legislatura: “El presidente y la vicepresidenta se han conjurado para que no afecte en Valencia lo que pase con los pactos en Madrid”.

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Oltra y Montón

Los miembros socialistas y de Compromís se sienten especialmente orgullos del “carácter social” de su Gobierno durante estos meses. Sacan pecho con temas como la recuperación de la universalidad de la Sanidad, la eliminación de copagos, los programas contra la pobreza energética y la gratuidad de los libros de texto, entre otras medidas. Se han emocionado con situaciones como cuando llama alguien por teléfono simplemente para agradecer que se le pague ahora la ley de dependencia.

“Gobernar nunca es sencillo”, afirman desde Presidencia, donde recalcan que asumieron una administración con un “lastre terrible: económico y reputacional”. Por lo tanto, desde el principio se tuvieron que poner a “arreglar el desaguisado y aplicar el acuerdo adoptado en las negociaciones”.

Cuando llegaron a las instituciones, añaden fuentes de Compromís, “cada día era un susto” porque existe “una ruina en diferido”. “Estamos pagando ahora la deuda del PP. Hay que diferenciar entre la deuda histórica y la deuda histérica, que es aquello que se gastó y se robó en los grandes eventos”, agregan. En este sentido, dicen las fuentes: “A veces nos preguntamos cómo eran capaces de gobernar así. Por ejemplo, en la Consellería de Bienestar no tenían ni los correos de todos los ayuntamientos, cuando en todos los municipios hay servicios sociales que dependen de ella”.

El traspaso de poderes de Alberto Fabra al nuevo Consell fue “amable, pero no han ayudado nada más allá de ahí”, explican las fuentes. Una de las cosas, por ejemplo, que se encontró Compromís era una maquinaria de la administración que había estado dominada durante dos décadas por los populares.

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Barberá y Fabra

Eso en un primer momento no es fácil de dominar, pero han decidido aplicar sobre todo “amabilidad” y “hay funcionarios que han trabajado a alto nivel con el PP y ahora lo están haciendo” con ellos. “Nosotros les decimos si quieren trabajar, adelante. No se ha mirado color y estamos trabajando superbién, están a gusto. Les gustan las formas, nos dicen que el trato es diferente. Y, además, los funcionarios tienen mucha experiencia. No es lo mismo estar gobernando que llegar de nuevo, entras con ideas pero ellos te dicen ‘por aquí, por allá’. Nos están ayudando muchísmo”, explican desde Vicepresidencia.

Uno de los siguientes puntos en los que van a luchar y en los que “están muy unidos” todos los miembros del Ejecutivo es la reclamación de una mejora de la financiación autonómica. Van a pedirla como “un bloque”, advierten desde la Generalitat, apoyados también por los agentes sociales y el conjunto de la sociedad. “Somos la comunidad peor financiada y esos nos provoca un déficit horroroso”, admiten las fuentes.

PUIG Y OLTRA EXPLICAN EN MADRID SU EXPERIENCIA

Tienen mucho trabajo por delante, pero están muy atentos a todo lo que está pasando en Madrid. “¿Se puede replicar en el Congreso? Ojalá, porque es bueno. Pero es que aquí sumaban las tres fuerzas progresistas, mientras que en Madrid eso no ocurre. La suma PSOE, Compromís y Podemos nos daba mayoría absoluta y, con el proceso de diálogo, nos encontramos que hasta Ciudadanos se apunta a determinadas medidas”, explica una persona cercana a Puig.

¿Se puede replicar en Madrid el pacto? Ojalá, pero aquí sumábamos mayoría absoluta

El presidente valenciano ha hablado con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en “multitud de ocasiones” sobre su experiencia, por lo que el candidato socialista conoce perfectamente el funcionamiento de este Ejecutivo, explican las citadas fuentes socialistas, que comentan que “si los partidos que quieren cambio en España aspiran a replicar el modelo valenciano, tienen que pensar primero en lo fundamental: no se puede imponer un programa al cien por cien. Cosa que en algunos casos parece que no están dispuestos a hacer”. El propio Puig ha explicado su trabajo ante el Comité Federal del PSOE y comentó a sus compañeros, añaden las fuentes, que los partidos “que quieran participar tienen que centrarse en aquello en lo que coinciden y trabajar sobre eso”.

También Oltra ha trasladado su experiencia a Sánchez -se reunió con él en el Congreso de los Diputados- y a Iglesias. La vicepresidenta autonómica mantiene con los dos una relación “muy cordial”, dicen en su entorno, y a ellos les ha relatado su fórmula para conseguir un gobierno “estable” con fuerzas de izquierdas.

Así funciona el Gobierno “a la valenciana”. ¿Se exportará a Madrid?

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