Grecia exige explicaciones al FMI tras una grave filtración

Grecia exige explicaciones al FMI tras una grave filtración

XINHUA NEWS AGENCY/GETTY IMAGES

La filtración de comentarios de representantes del Fondo Monetario Internacional que dan a entender que la institución podría amenazar con retirar el plan de rescate a Grecia no han sentado nada bien en Atenas y podrían poner en peligro las negociaciones de la deuda.

La edición estadounidense de The Huffington Post obtuvo este sábado en exclusiva una carta privada del primer ministro griego, Alexis Tsipras, remitida a la directora general del FMI, Christine Lagarde, en la que exige explicaciones a algunos de los controvertidos comentarios pronunciados durante una conferencia telefónica del 19 de marzo entre Poul Thomsen, director del Departamento Europeo del FMI, Delia Velculescu, jefa de la misión del FMI en Grecia, e Iva Petrova, funcionaria del FMI.

Este sábado, Wikileaks publicó la transcripción de la conversación telefónica, en la que Thomsen y Velculescu indican que sólo una nueva crisis llevaría a que Grecia y Alemania cumplieran sus obligaciones del acuerdo de rescate. Velculescu expresa su preocupación sobre el hecho de que, aunque los países necesiten más tiempo para llegar a un acuerdo, sería un “desastre” posponer la reunión.

CRISIS DE CONFIANZA

Tsipras quiere saber si la supuesta opinión de Thomsen y Velculescu según la cual el FMI debería apoyarse en otro “evento de crédito” que induzca a la crisis para forzar la mano de Grecia “refleja la visión oficial del FMI”. Si es así, Tsipras reta al FMI a defender esta política, dadas las normas aceptadas de negociación.

“Utilizar un evento de crédito como medio para presionar a Grecia y a los demás Estados miembros supera claramente los límites del proceso de negociación tal y como los entendemos”, dejó por escrito Tsipras.

El primer ministro también se pregunta si Grecia “puede confiar” en que el FMI negocia “de buena fe”, teniendo en cuenta que a Thomsen y Velculescu les gustaría retrasar la negociación para precipitar tal “evento de crédito”.

“Sinceramente, espero que la postura del FMI sea llegar rápidamente a una conclusión positiva y sostenible, y estoy seguro de que tomará las medidas necesarias para garantizar el mantenimiento del proceso de negociación”, escribió el primer ministro griego.

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Grecia ha acusado a Thomsen de sabotear en el pasado las negociaciones, cuando el FMI se negó a ceder en los recortes de las pensiones griegas después de que el Gobierno propusiera alternativas con un impacto fiscal equivalente.

No obstante, mientras que el Gobierno griego considera la conversación entre Thomsen y Velculescu como otra señal de la mala fe del FMI, la transcripción revela que los representantes del FMI dudan de la disposición de los Estados miembros a ponerse de acuerdo sobre reducciones en la deuda. Esto concuerda con la insistencia del FMI al reafirmarse como intermediario entre la Unión Europea y Grecia, a quienes considera irresponsables.

“¿Qué es lo que nos va a llevar a tomar una decisión? Anteriormente sólo hubo una vez en que tomamos una decisión y fue cuando estuvieron a punto de quedarse realmente sin fondos y al borde del impago, ¿verdad?”, dijo Thomsen. “Exacto”, fue la respuesta Velculescu.

Thomson se refiere al momento en que Grecia cedió a las exigencias de austeridad del FMI y la UE el pasado julio, cuando se vio frente a un colapso económico. La suspensión de préstamos de urgencia del Banco Central Europeo obligó al país heleno a imponer controles de capital por los que se limitó la retirada de dinero de los bancos. Esto llevó al Gobierno a firmar un acuerdo de rescate de 86.000 millones de euros con unas condiciones mucho más duras que las que habían aceptado previamente. Este acuerdo de rescate era el tercer programa de este tipo -austeridad a cambio de préstamos-, que aspiraba a resolver la crisis de la deuda griega desde 2010.

¿PRECIPITAR UNA CRISIS ANTES DEL BREXIT?

Thomsen especula en la conversación filtrada que si vuelve a ocurrir este “punto de decisión”, se produciría en julio, cuando los representantes de la UE estarán centrados en mantener a Reino Unido dentro de la Unión. Los votantes británicos decidirán el 23 de junio en un referéndum si abandonan la UE.

“Está claro que los europeos no van a mantener ningún debate durante un mes antes del Brexit”, apuntaba Thomsen.

El Gobierno griego interpretó esta parte de la conversación entre Thomsen y Velculescu como una señal de que el FMI planea precipitar unas condiciones de crisis antes del referéndum del Brexit para evitar prolongar el proceso.

“Utilizar un evento de crédito como medio para presionar a Grecia y a los demás Estados miembros supera claramente los límites del proceso de negociación tal y como los entendemos”.

“El Gobierno griego pide que el FMI explique si su postura oficial consiste en provocar condiciones de quiebra en Grecia justo antes del referéndum británico”, afirmó en un comunicado Olga Gerovasili, portavoz del primer ministro Tsipras.

No obstante, Thomsen y Velculescu expresan en un punto de la conversación su recelo sobre la negativa de los Estados miembros a reducir la carga de la deuda griega, especialmente en el caso de Alemania, el mayor acreedor y el país más poderoso de la Eurozona. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ya expresó en marzo su oposición a una reestructuración de la deuda griega.

Thomsen sugiere que si el FMI amenaza con salir del programa de rescate a Grecia, podría ejercer suficiente presión sobre la canciller alemana, Angela Merkel, para aceptar el alivio de la deuda que se necesita, sobre todo en vista del desafío político al que se está enfrentando con la crisis de los refugiados. La participación del FMI y su papel como supervisor contribuyó a que los préstamos de emergencia de Alemania a Grecia resultaran más aceptables para el público alemán.

Así describe Thomsen el ultimátum que daría a Merkel: “Mire, señora Merkel, usted se enfrenta a la siguiente cuestión y tiene que pensar qué le puede salir más caro: seguir adelante sin el FMI y que el Bundestag diga ‘El FMI no está de acuerdo’ o elegir la reducción de la deuda que creemos necesaria para Grecia y que nosotros sigamos en el juego. ¿No es así? Esa es realmente la cuestión”.

EL FMI QUIERE CHANTAJEAR A EUROPA

Un importante representante griego declaró al Financial Times que esta filtración era la prueba de que el FMI está “chantajeando” a Alemania con la cuestión del alivio de la deuda. “No permitiremos que jueguen con fuego ni que nadie chantajee a Grecia, Alemania o Europa”.

Como parte del acuerdo de rescate del pasado mes de julio, los líderes europeos aceptaron debatir sobre una reducción de la deuda que Grecia debe a diferentes naciones europeas, que el FMI y la mayoría de economistas consideran que nunca se podrá pagar por completo y que podría impedir a largo plazo la recuperación de la economía griega.

Además, Velculescu y Thomsen no estaban del todo de acuerdo en cuanto al fracaso de Grecia a la hora de aplicar los recortes en el gasto y el aumento de impuestos exigidos por los acreedores. “No están cerca” de cumplir las exigencias del FMI, decía Velculescu. “Sin embargo, lo interesante es que… hicieron algo con la reforma del impuesto sobre la renta… el crédito fiscal y las pensiones suplementarias. Están haciendo esfuerzos, pero es poco”.

SE REAVIVAN LAS SOSPECHAS

“Bueno, si llegan a darnos el 2,5% y no una chorrada, deberíamos respaldarlos”, replicaba Thomsen en referencia al compromiso sobre un objetivo de excedente presupuestario de un 2,5% del PIB.

En respuesta a la transcripción filtrada, el FMI publicó un comunicado que no confirmaba ni desmentía su autenticidad, diciendo que “no hará comentarios sobre filtraciones o supuestos documentos sobre discusiones internas”.

“Hemos afirmado con claridad lo que pensamos que es necesario para una solución durable a los desafíos económicos a los que se enfrenta Grecia; una que ponga al país en la vía de un crecimiento sostenible apoyado en unas reformas acompañadas por la reducción de la deuda por parte de sus compañeros europeos”, comentó un portavoz del FMI.

Aunque la transcripción de la conversación concuerde con la postura pública del FMI, puede que desate sospechas en Grecia y Alemania y que reavive los obstáculos políticos que complican una resolución de la crisis de la deuda griega.

Grecia, y muchos observadores internacionales afines, considerarán los comentarios de los representantes del FMI como una prueba evidente más de que al Fondo y a la Unión Europea les importa poco la soberanía griega.

El importante recorte en el gasto y el aumento de impuestos que Grecia está aplicando estos años para pagar su deuda han provocado un incremento masivo en las tasas de pobreza y desempleo, convirtiéndose en el país con más paro de la UE.

Mientras tanto, la amenaza potencial del FMI de retirarse podría exacerbar la sospecha alemana sobre el proceso de rescate. El público alemán siempre se ha mostrado receloso con la idea de prestar más dinero a Grecia, pues considera que no ha logrado sanear las cuentas de su derrochador gobierno ni liberalizar su economía.

¿Y LA CRISIS MIGRATORIA?

Tampoco queda claro cómo afectaría un nuevo impasse financiero en Grecia sobre la crisis de los refugiados, de la cual precisamente el país heleno se está llevando la peor parte. Grecia es el primer punto de entrada para los miles de refugiados que llegan a Europa desde Turquía y otros lugares. Decenas de miles refugiados que intentan acceder a otros países europeos más prósperos se han visto atrapados en Grecia cuando las naciones vecinas han cerrado sus fronteras.

El 18 de marzo, la Unión Europea llegó a un acuerdo con el Gobierno turco para deportar a los solicitantes de asilo que intenten llegar al continente por mar, a cambio de ayudas suplementarias para Turquía. También aceptaron incrementar el número de refugiados residentes en Turquía de los que la UE se haría cargo a través de un proceso de absorción formal. El acuerdo entrará en vigor el próximo lunes, 4 de abril.

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano

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