Por qué el PNR de la UE como medida antiterrorista puede ser ilegal

Por qué el PNR de la UE como medida antiterrorista puede ser ilegal

JENNIFER TAPIAS

Después de los atentados de Madrid y Londres de 2004 y 2005 respectivamente, la UE se apresuró a aprobar en 2006 una directiva de retención de datos que, en teoría, debía servir para mejorar la seguridad y evitar nuevos ataques. Una década y varios atentados después, la normativa no ha demostrado ser eficaz en la lucha antiterrorista, pero sí ha quedado en evidencia su "injerencia de gran magnitud y especial gravedad en los derechos fundamentales al respeto de la vida privada y a la protección de datos de carácter personal". El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la tumbó en 2014. Una década y varios atentados después, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han presionado al Parlamento Europeo para que apruebe la directiva que regulará los datos de los pasajeros aéreos (PNR, en sus siglas en inglés). La normativa presumiblemente obtendrá el apoyo de la mayoría de la cámara este jueves, pero varios eurodiputados advierten de que ni servirá para mejorar la seguridad ni se sostendrá legalmente frente a la justicia.

El texto obligará a las aerolíneas a comunicar datos de sus pasajeros (como las fechas de viaje, itinerarios y ubicación) a los Estados a los que llegue, de los que salga o donde haga escala un avión que vuele a un tercer país. Las garantías sobre esos datos de carácter personal, su almacenamiento y su procesamiento por las fuerzas de seguridad han centrado el debate sobre el proyecto de directiva, que la Comisión Europea redactó en 2011.

La directiva cogió impulso el viernes 8 de abril cuando el Consejo Europeo aprobó también el paquete legislativo de protección de datos. El ala progresista del Parlamento Europeo se negaba a votar la normativa PNR si no iban en tándem.

Pero además de esa condición, el texto que el Pleno del Parlamento votará en Estrasburgo genera muchas dudas. Solo los conservadores en la Eurocámara han apostado por él y han presionado al resto para que lo aprueben, especialmente tras los atentados de París y Bruselas. "El PNR ha estado bloqueado cuatro años en el Parlamento Europeo, pero está listo desde finales de 2015 para su aprobación definitiva y los partidos de izquierda han estado bloqueando desde entonces el voto necesario para ello", dijo Esteban González Pons, del Partido Popular Europeo (PPE) en declaraciones recogidas por Efe. "Espero que no tenga que ocurrir otro atentado para darnos cuenta de la necesidad de dotarnos de los instrumentos necesarios para combatir a los terroristas, que se aprovechan de nuestro sistema de libertades, como la libre circulación de personas, para preparar y cometer sus ataques", añadió.

POR QUÉ INSISTEN LOS GOBIERNOS EN EL PNR

La izquierda -que también incluye a los liberales de centro derecha- a la que se refiere Pons considera intolerable que los populares sugieran que se ha puesto en riesgo la vida de europeos por el atasco del PNR cuando la mayoría de los autores de atentados de los últimos años ya eran de alguna forma conocidos para la policía y la Justicia.

"¿Por qué están los Gobiernos tan obsesionados con el PNR? Asumámoslo. La han fastidiado, a lo grande. No están compartiendo información. Sabemos que han cometido errores en París, Bruselas, donde tenían a los terroristas al alcance de la mano. Están pidiendo datos sobre pasajeros aéreos, pero ¡joder!, los terroristas se han desplazado de Molenbeek a Forest, dentro de Bruselas, y ni siquiera han sido capaces de detectarlo. ¿De qué estamos hablando?", dice a El HuffPost enfadada Sophie In t Veld, ponente en la sombra en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE).

Esta directiva no pasaría las pruebas de necesidad y proporcionalidad y los tribunales lo tumbarían.

"El sistema tiene que ser necesario y proporcional y esto es un requisito legal. Esta directiva no pasaría las pruebas de necesidad y proporcionalidad y los tribunales lo tumbarían", dice In t Veld.

La eurodiputada neerlandesa explica que la directiva europea ni traerá más seguridad, ni aportará valor añadido europeo. La normativa, denuncia, no obliga a los Estados miembro a compartir información entre ellos, porque los conservadores se han negado, sino que creará 28 sistemas independientes. Por eso y por la falta de garantías legales votará no, en contra de la previsible posición mayoritaria de su partido a favor del sí.

"Tras los atentados la gente pregunta qué están haciendo los responsables políticos, que sienten que tienen que enviar una señal, el mensaje de que están listos para luchar contra el terrorismo", apunta la eurodiputada Birgit Sippel (S&D).

VIGILANCIA MASIVA

"La UE ya sabe quién está en qué vuelo; no hace falta una directiva para eso", dice Jan Philipp Albrecht, del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo. Ellos no están en contra de regular el uso de datos PNR, igual que In t Veld. "A lo que nos oponemos es la recogida masiva de todos los datos de todos los pasajeros durante cinco años, y al análisis automático de todos los datos. Porque eso es simplemente vigilancia masiva, sin ninguna eficacia".

Los Verdes y otros grupos propusieron que solo se recogieran los datos -números de teléfono, tarjeta de créditos, equipaje, preferencias alimenticias, etc- de forma selectiva, para vuelos o destinos de alto riesgo, o para sospechosos, y por un periodo de tiempo limitado. Pero los conservadores, de nuevo, se niegan. "Hay una sospecha generalizada sobre cada viajero y eso no puede ser constitucional", dice.

De hecho, tanto él como In t Veld como la socialdemócrata alemana Sippel, advierten de que esta directiva no aprobará el test de proporcionalidad al que la someterá, auguran, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). "Si alguien lleva la directiva a la Justicia, no se sostendrá", afirma segura Sippel (S&D).

Si la gente quiere creer que con el PNR en marcha no ocurrirían atentados terroristas... no, no, esto no va a pasar.

"Si la gente quiere creer que con el PNR en marcha no ocurrirían atentados terroristas... no, no, esto no va a pasar. Primero, hacen falta dos años para implementarlo, pero incluso cuando esté en marcha, no es una garantía de que no habrá atentados. Puede ser una herramienta más para investigar a criminales que se están moviendo en avión, pero no garantiza que se vaya a pillar a todos los criminales ni a todos los terroristas", añade la eurodiputada alemana, que votará en contra porque el texto "no es lo suficientemente bueno", aunque su partido -incluidos los socialistas españoles- apoyen la normativa.

"POSTUREO" DE LOS GOBIERNOS

"Hay mucho postureo en los Gobiernos, mucha distracción sobre sus fracasos y su negativa a cooperar", sostiene In t Veld, cuyo partido aboga por un servicio de inteligencia europeo. Albrecht y sus compañeros defienden que se evalúe la eficacia de las "más de 230 medidas de seguridad aprobadas en Europa desde el 11-S", y que los cientos de miles de millones que se van a destinar al PRN se utilicen en reforzar los servicios policiales en las calles, y en crear, por ejemplo, "grupos de cooperación policial transfronteriza".

Además, si no van a compartir la información, nada impide a los Estados miembro desarrollar su propio PRN, como ha hecho Reino Unido. ¿Por qué hacerlo mediante una directiva europea? "Cuando empiecen las críticas, los gobiernos podrán decir que es cosa de Bruselas", apunta Sippel. In t Veld lo llama incluso "blanqueo político" y cuenta el caso de su país.

El Parlamento holandés votó dos veces en contra de implantar un sistema PNR, pero el Gobierno de los Países Bajos pidió a pesar de todo financiación a la Comisión Europea para participar en un proyecto junto a Francia y otros países y crear uno. "El Parlamento dice que no, pero el Gobierno lo quiere, entonces se va a instancias europeas para volver al país y decir que Europa les obliga. ¡Venga ya! Y mientras tanto, se niegan a compartir información. ¡Estoy harta!", dice enérgica In t Veld.

"Son tiempos difíciles, pero hay que tener claro que los terroristas que nos atacan en Europa buscan precisamente eso: que renunciemos a nuestras democracias basadas en Estados de derecho, que seamos tan represivos como lo son ellos y nos olvidemos de los derechos humanos. Es lo último que deberíamos hacer", recuerda Albrecht. "Tenemos que aferrarnos a nuestra libertad y a nuestro Estado de derecho. Y eso no excluye que podamos tener más seguridad".