El niño brasileño que pudo cumplir su sueño gracias a los basureros de su barrio

El niño brasileño que pudo cumplir su sueño gracias a los basureros de su barrio

PREFEITURA DE CURITIBA

Los niños suelen decir que de mayores quieren ser médicos, bomberos, astronautas, maestros o deportistas. Éste no es el caso de Eduardo de Campos, un brasileño de cinco años que vive en el barrio de Tatuquara de Curitiba. Eduardo lo que quiere ser es basurero.

"Cada sábado escucha el sonido del camión de la basura a lo lejos. Salta de la cama para verlo", contó Rose de Campos, la madre de Eduardo, a la web brasileña Banda B. "Si pasan y no le saludan, mi hijo se enfada mucho".

Cuando los gerentes de Cavo, la empresa de recogida de basura que opera en Curitiba, se enteraron de la fascinación de Eduardo por su trabajo, decidieron darle una sorpresa de cumpleaños que nunca olvidaría.

Cuando llegaron a casa de Eduardo el pasado 4 de mayo, los trabajadores de Cabo regalaron al niño un pequeño uniforme verde a su medida y le llevaron a dar una vuelta por el barrio en su camión.

"Incluso se puso a recoger unas bolsas de basura de las calles", cuentan desde el perfil oficial de Facebook de la Prefectura de Curitiba. Eduardo estaba que no cabía en sí de la alegría.

Hasta la tarta de cumpleaños y los regalos —entre ellos, un camión de la basura en miniatura— eran temáticos.

"Eduardo, felicidades por comprender, desde pequeño, que todas las profesiones son dignas y merecen respeto", escribieron en la página de Facebook de Curitiba.

Rodrigo Rodrigues, que dirige el equipo de recogida de basuras en Cavo, reconoció su sorpresa al enterarse del entusiasmo del niño por la profesión, según contó a Banda B. "Nos alegra mucho ver que se reconoce nuestro trabajo de esta manera, y que Eduardo considera a nuestros trabajadores como modelos a seguir", explicó. "A pesar de ser tan pequeño, tiene una conciencia ambiental enorme, se preocupa por cuidar la ciudad y dejar todo limpio".

Este artículo fue publicado originalmente en la edición brasileña de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano