Luces y sombras de 'El Ministerio del tiempo': reparto de premios de la segunda temporada

Luces y sombras de 'El Ministerio del tiempo': reparto de premios de la segunda temporada

El lunes 23 de mayo acababa la segunda temporada de la serie de Televisión Española El Ministerio del Tiempo. A la espera de si habrá una tercera, los fans (cada vez más) y los críticos han aplaudido los nuevos capítulos de la creación de los hermanos Pablo (ya fallecido) y Javier Olivares y se han quedado, cómo no, con ganas de más.

La serie ha tenido 13 capítulos en este segundo año, con un parón de varias semanas después del octavo. Sus personajes cada vez cogen más fuerza, sus tramas son originales, muy distintas de lo que suele verse en la televisión nacional, y su producción está más que cuidada. Pero, ¿cuáles han sido los grandes éxitos —y los grandes bajones— de esta segunda temporada? Aquí, un reparto de estatuillas.

EL MEJOR PERSONAJE: PACINO

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Los protagonistas de la serie, en un montaje de sus rostros creado por RTVE.

Amelia Folch (Aura Garrido), Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) y Julián Martínez (Rodolfo Sancho) han ido mejorando y dando forma a sus personajes de un modo cada vez más definido y más completo. Pero, sin duda, esta ha sido la temporada de Pacino (Hugo Silva).

El que llegó para ser un sustituto de Julián, que se marchaba del Ministerio porque quería despejarse y buscar nuevas aventuras (o, lo que es lo mismo, porque Rodolfo tenía que grabar la segunda temporada de Mar de Plástico en Antena3) se convirtió en todo un eje de la serie. Su colegueo con Alonso, su tira y afloja con Amelia (además de su buen feeling con el resto de personajes) y su conseguido punto años setenta-ochenta le granjearon rápidamente la simpatía de los fans.

El propio Silva, fan de la serie, ha estado encantado con esta participación esporádica y no descarta volver, algo que muchos desean y han exigido desde las redes sociales (y que --SPOILER-- parece dejar abierto el final de esta segunda temporada --FIN DEL SPOILER). Sus ocho capítulos se quedaron cortos.

¡Pacino, vuelve!

EL MEJOR SECUNDARIO: ANGUSTIAS

Además de la patrulla formada por los tres (o cuatro) protagonistas, el resto de personajes son un valor seguro, pero esta temporada ha brillado especialmente Angustias, la secretaria de Salvador Martí, subsecretario del Ministerio. El papel que interpreta Francesca Piñón es agradecido, y ella sabe explotarlo al máximo.

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Si sus apariciones, sus chascarrillos (y esa fea manía de no llamar nunca a la puerta) siempre dejan con ganas de más, su explosión llegó con el capítulo número 12, el cuarto de la temporada, El monasterio del tiempo. En ella se metía a monja en Tordesillas y derretía el corazón del mismísimo Napoléon. Es para quererla.

LA GRAN REVELACIÓN: VELÁZQUEZ

En la primera temporada había apuntado maneras, pero la gran revelación de esta segunda, pese a sus cortos (aunque intensos) cameos ha sido sin duda Don Diego de Velázquez. El gran pintor de la corte se ha lucido gracias a sus apariciones esporádicas en muchos capítulos, a veces en apenas una secuencia. Por fin consiguió salir con la patrulla a una misión, a ver (y sufrir) la quema del Alcázar de Madrid con Felipe V en 1734.

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Su punto cómico y sus piques con Salvador, su jefe, han hecho el resto. Julián Villagrán ha conseguido mimetizarse en Velázquez y darle un toque de cercanía y humor (y hasta de borrachera, como en la boda del penúltimo capítulo) a un personajes histórico que resultaba muy lejano como pocos hubieran logrado.

EL MEJOR PERSONAJE HISTÓRICO: COLÓN

Napoléon, Felipe II, los últimos de Filipinas, Isabel de Farnesio, Adolfo Suárez, el gran Houdini, El Cid y doña Jimena, Lope de Vega y Cervantes, Las Sinsombrero, Curro en la Expo del 92… Las apariciones estelares en esta temporada se han multiplicado. El Ministerio del Tiempo tiene la virtud de acercar a personajes que muchos sólo han visto en museos y libros de texto a la televisión, a la cultura popular e incluso a la carcajada.

Pero esta temporada, si ha habido un personaje cómico y cercano, ese ha sido Cristóbal Colón. Su aparición en el capítulo en el que un argentino casi descubre Argentina y baja al descubridor de todas sus estatuas (bucle y locura) acercó su figura al gran público. Y todos aprendimos de una vez lo que era el huevo de Colón.

LA MEJOR ESTRATEGIA: INTERNET

Televisión Española ha estado al quite con la estrategia transmedia de El Ministerio del Tiempo, que ha afinado más si cabe en esta segunda temporada, tanto en redes sociales como con mucho y muy variado contenido en su propia web. La noche de los lunes la serie se ha colado en Twitter como trending topic estando entre los temas más tuiteados, con muchísima actividad por parte de los fans, que en el último capítulo lograron colocar, entre los 20 trending topics, nada menos que 16 relacionados con la serie.

Desde sus redes sociales han sabido jugar tan, tan bien que incluso pocas horas antes del último capítulo lanzaron por error en Twitter un supuesto spoiler que daba pie a una tercera temporada y que abría la puerta al regreso de Pacino. Supuesto porque la escena que contaban en el spoiler no llegó a existir, y ellos mismos anunciaron después que había sido un juego. Lejos de enfadarse, los fans lo aplaudieron.

Los seguidores no se han quedado sentados en casa tuiteando: también han sido muy activos, y han creado desde carteles hasta merchandising de la serie.

También merece la pena quedarse enganchado a la televisión un ratito más y ver Los archivos del Ministerio, donde protagonistas, invitados y equipo técnico explican los entresijos del capítulo, desgranan las referencias históricas y cuentan algunos secretos.

Además, para no echar demasiado en falta a Julián, en la primera parte de esta temporada se creó un podcast semanal con sus andanzas en la Guerra de Cuba. Y, por primera vez en el mundo, se creó un capítulo de una serie de televisión en realidad virtual.

LA PRINCIPAL QUEJA: EL RARO PARÓN

Además de la marcha de Pacino, algunos tiquismiquis estuvieron al quite de un raro salto temporal en el capítulo en el que apareció Hugo Silva. El propio Javier Olivares, creador de la serie, tuvo que hablar sobre ese pequeño "revuelillo", como él dijo, afirmando que no es una serie científica y que, al fin y al cabo, se trata de ficción (sin dejar de ser cuidada, pero ficción). Algo parecido a lo que ocurrió con la polémica de los funcionarios o al mosqueo de los gallegos tras ese extraño y viejuno Sangenjo.

Sin embargo, lo que más quejas ha suscitado entre los seguidos ha sido el raro e incómodo parón de la serie que hizo Televisión Española entre el 5 y el 25 de abril. Parón del que la cadena pública no informó hasta que sucedió, y de cuya reincorporación no se dieron noticias hasta pocos días antes. Una rara estrategia que nadie entendió muy bien y que tampoco sirvió para mucho. Y de lo de no informar sobre si habrá tercera temporada o no (algo muy en la línea de la cadena pública) o de la reducción de presupuesto por capítulos ni hablamos…

LO MÁS DIVERTIDO: EL 'FOLLAMIGUISMO'

Los guiños a la actualidad por parte de personajes históricos han sido recurrentes, y han generado mucho humor. Si Julián sabe llevar los siglos XX y XXI al pasado...

... el aterrizaje de los personajes antiguos en el presente siempre gana puntos. Las dificultades con el móvil o el microondas o la adaptación a las series de televisión y las películas de ahora (como la noche de palomitas de Pacino, Amelia y Alonso) quedan para la retina de los ministéricos.

Pero para frase, lío y risas, la situación de Alonso de Entrerríos, —ese caballero del siglo XVI, cargado de prejuicios (de esta época) y de problemas con el siglo XXI— con su querida Elena: ellos son follamigos.

EL GUIÑO MÁS AMABLE: A LOS FANS

Sin duda, contar con los seguidores de la serie (muchos, muy bien informados y muy, muy fans) ha sido todo un acierto. Probablemente el mejor guiño a todos los ministéricos, como se hacen llamar, llegó en forma de quedada: medio centenar de ellos pudieron ser funcionarios por un día, y aparecieron en el célebre patio del Ministerio vestidos de época. Así logran hacer gentes.

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El patio del Ministerio, lleno de fans/agentes.

EL MEJOR CAPÍTULO… Y EL PEOR: TÚ DECIDES

Bien, decidir el mejor capítulo es complicado. El último, el 21 (13 de la segunda temporada) es para algunos el mejor de la temporada, e incluso de la serie, mientras que otros apuestan por el de la boda, el de Colón, el de Napoleón en el convento… Y no hablaremos del peor: todos han sido buenos, completos, cuidados, con una factura exquisita… pero siempre gustan unos más que otros. Así que eso te lo dejamos a ti.

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