¿Cómo se hacen las cabeceras de las series?

¿Cómo se hacen las cabeceras de las series?

Hace no tantos años las cabeceras de las series eran esos monótonos segundos de programa en los que nos presentaban a los protagonistas de manera estática y sin ningún tipo de gracia. Así fue hasta que llegaron las televisiones de pago, que aumentaron los presupuestos dedicados a estos instantes de creatividad capaces de recoger el espíritu de la serie y de emocionarnos —¿o alguien es capaz de no tararear el "naa, naa, nananaana, nananaaa..." en cada capítulo de Juego de Tronos?—.

El principal punto de inflexión se produjo en 2001, cuando HBO encargó al estudio Digital Kitchen hacer los créditos de A dos metros bajo tierra, la historia de una familia propietaria de una funeraria que es considerada por la crítica como una de las mejores series de la historia de la televisión.

Su trabajo minimalista, que rompía por completo con la estructura hegemónica de la presentación posada de los personajes y el pegadizo jingle temático, introdujo al sector en el siglo XXI y les hizo valedores del premio Emmy. Tras ese trabajo vendrían otros créditos muy celebrados como los de Dexter, True Blood, Nip/Tuck o Narcos.

"El proceso empieza con una llamada por parte del productor o showrunner de la nueva serie. Una vez hecho ese contacto, valoramos si el proyecto se adapta bien a nuestra compañía. Si es así, gestionamos una reunión en persona con el creador de la serie para ponernos en marcha", explica a Grazia Paul Matthaeus, fundador y presidente de la compañía de diseño.

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Bocetos de la cabecera de A dos metros bajo tierra, por cortesía de Digital Kitchen.

Al igual que en la publicidad, el proceso creativo de los créditos está dominado por unas cuantas empresas de gran tamaño. Digital Kitchen es una de ellas. "Desde el concepto a la entrega final, normalmente nos lleva entre dos y tres meses. En la fase conceptual trabajamos unos cuatro diseñadores, cifra que varía luego en la producción dependiendo de las necesidades del proyecto", explican.

En otros casos, como el de la superproducción de la cabecera de Juego de Tronos, la agencia Elastic llegó a emplear a 25 personas en un proceso que duró casi dos años.

Y, ¿cómo saber cuándo una cabecera es un éxito? Fácil: cuando el espectador no se la salta. "Lo importante para nosotros en un trabajo es ser significativos y emocionalmente convincentes, antes de que el espectador haya visto uno de los episodios", apunta el fundador de DK.

Y LAS SERIES NACIONALES, ¿QUÉ?

En España, como en tantas otras cosas, en esto también vamos por detrás debido a los presupuestos irrisorios que las productoras reservan a los créditos. Pese a ello, en los últimos tiempos, la española User T38, una prestigiosa compañía de posproducción, ha destacado con los créditos de dos de las mejores series emitidas en los últimos años: Crematorio y El Ministerio del Tiempo.

Para la serie de TVE buscaron darle un estilo de sombras tailandesas acorde con el humor característico en sus guiones y con un punto steampunk a través de los colores y texturas.