RubiconMD, la 'startup' de un español que está revolucionando el sistema de salud de EEUU

RubiconMD, la 'startup' de un español que está revolucionando el sistema de salud de EEUU

GTRESONLINE

El sistema sanitario de Estados Unidos es uno de los más complejos que existen. De hecho, según el diario The Washington Post, es el más caro y el menos eficiente del mundo. Se calcula que su gasto anual en salud es de tres billones de dólares (2,7 billones de euros, más del doble del PIB de España, que ronda los 1,4 billones de euros). Sin embargo, son muchos quienes desde el gobierno o desde instituciones privadas están tratando de solventar esos problemas. Y, curiosamente, ahora es un español quien lo está revolucionando.

"Es un sistema complejísimo, con muchos cambios, muy fragmentado. Todo el mundo, independientemente del color político, se enfoca a reducir el coste total. Es un problema dentro del sistema", explica desde Nueva York por teléfono Carlos Reines, este licenciado en Ingeniería de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid que está detrás de esta revolución.

Reines pasó el último año de carrera en Holanda especializándose en Bioingeniería, después se marchó a Siemens Medicina en Pensilvania (EE UU) y volvió a Madrid para trabajar en Telefónica. Hasta que el gusanillo de la ingeniería de salud, que siempre le había gustado, terminó por picarle y se marchó a Harvard. Allí, en Boston ("una ciudad muy fértil para innovación y salud") conoció en 2013 a uno de los dos compañeros con los que comenzó su andadura... y se lanzó a montar RubiconMD, su revolucionaria start-up.

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La finalidad de esta empresa es poner en contacto a médicos de atención primaria con especialistas. Según los fundadores, hasta un 40% de las consultas derivadas a especialistas se podrían evitar con esta plataforma, y con ello gastos y tiempo de espera.

"Cuando un médico de atención primaria envía a un paciente una consulta, nuestro sistema selecciona el especialista más adecuado. Pocas horas después, el médico recibe las impresiones y recomendaciones del especialista, permitiéndole tomar una decisión más informada sobre el diagnóstico y los próximos pasos. Proporcionamos las herramientas necesarias para reducir los días de espera de los pacientes, optimizar su atención y evitar derivaciones innecesarias", señala Reines. Es decir: que si alguien va al médico de cabecera porque le duele un pie, pero ni el paciente ni el doctor tienen claro si es una torcedura o un esguince serio, no hace falta derivar al traumatólogo (y esperar los consiguientes días, semanas o meses) ni saturar las urgencias: una simple consulta podrá resolver la duda en horas o incluso minutos, y evitar paseos, esperas, dolores y, en el caso estadounidense, gastos.

Según los creadores, hasta el 97% de las consultas electrónicas a especialistas realizadas en sus tres años han aportado "gran valor a los médicos generalistas que las lanzan". De hecho, calculan que un 72% han logrado una mejoría directa en su atención del paciente. Reines explica que su panel de médicos cubre más de 105 especialidades y subespecialidades y que ya están presentes en 26 estados.

Pero entonces, ¿no hace que los especialistas pierdan pacientes (en Estados Unidos, clientes) y, por tanto, dinero? Según este madrileño, "es difícil responder". "A nivel clínico, los médicos tienen un nivel de entrenamiento muy específico. Por tanto, atender pequeños problemas [como los que puede resolver la app] al final te hace perder tiempo y ganar menos dinero. Así se gestiona de una manera mucho más eficiente y los especialistas reciben una compensación por el tiempo. Es un caso que va dirigido de forma directa a su conocimientos", detalla.

RubiconMD se ha puesto en marcha en colaboración con hospitales, compañías de seguros y clínicas, al principio más pequeñas, pero cada vez de mayor envergadura. Pero su arranque no fue sencillo: Reines creó la empresa junto a uno de sus compañeros — máster en Administración y Dirección de Empresas— y a un profesor de Nefrología de la escuela médica de Harvard en 2013. "Los inversores me pidieron dejar el máster y dedicarme en exclusiva, pero hice enorme esfuerzo por compaginar las dos cosas", rememora.

Para arrancar hicieron una prueba piloto con un médico generalista y algunos especialistas amigos suyos. Al parecer, triunfó: "Nos decía: 'Estoy aprendiendo, es rápido, estoy evitando visitas a urgencias...' Ahí decidimos que tenía sentido y creamos la primera versión de la plataforma. Al principio nos acercamos a clínicas innovadoras y fuimos de clínicas pequeñas a grupos con 20-50 médicos...". Hasta hoy.

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Carlos Reines y Gil Addo, los creadores de RubiconMD.

Tras graduarse en mayo de 2014, llegó a Nueva York. "Aquí sí hay inversores, es un buen ecosistema para emprender. Pasa más desapercibido que Silicon Valley y que Boston con sus grandes hospitales, pero también hay buenos hospitales, universidades e inversores. Sobre todo a partir de la crisis de 2008, porque mucha de la gente que trabajaba en hedgefunds [un tipo de fondo de inversión privada], muy inteligente y valiosa, quiere seguir viviendo en NY. Y esto es caro, pero hay mucho talento", afirma tras haber completado una ronda de inversión con la que ha conseguido más financiación para ampliar su red. Los fondos Waterline Ventures (Boston) y Alma Mundi Fund (Madrid y Londres) han liderado los cuatro millones de dólares (algo más de 3,5 millones de euros) que ha recibido RubiconMD para continuar desarrollándose.

¿Podría implantarse este sistema en España? Es cierto que en países con un sistema como el norteamericano se ahorraría en costes privados, pero en Europa sería similar y la repercusión iría a las arcas públicas... y los bolsillos de todos. Reines reconoce que "la necesidad existe": "Cualquier sistema se beneficiaría de tener una sanidad pública más sólida. En España podría funcionar seguro, pero el proceso de implementación sería lento. Me encantaría, sería un sueño". Todo es cuestión de cruzar el charco. Y el Rubicón.

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