Cómo se deben usar los palillos para comer bien en un japonés

Cómo se deben usar los palillos para comer bien en un japonés

El sushi celebra este sábado su día internacional y lo hace situado en la cúspide de la moda culinaria. De hecho, cada vez se le unen más platos de la cocina japonesa en las cartas de los restaurantes españoles.

La gente fashion lo come como se come en Japón, con palillos, apañándose como puede y haciendo a veces el ridículo. En El Huffington Post hemos querido elaborar una guía de cómo dejar de hacerlo y aprender a coger y usar los palillos correctamente.

Nuestra guía ha sido Tamara Ishihara, chef y fundadora del restaurante madrileño Okashi Sanda (C/San Vicente Ferrer, 22). Esta joven de padre nipón y madre española se crió en el país del sol naciente y sabe lo que hace. Lleva Japón en las venas, y se nota hasta en la decoración de su establecimiento, una mezcla del minimalismo y la ternura alegre nipona.

Su especialidad son los takoyaki (es la única experta de la capital en estas bolitas de pulpo típicas de los festivales veraniegos), aunque de su cocina también sale un sushi recomendado a este diario por la Fundación Japón. Además de explicar los buenos modales en la mesa japonesa, cuenta curiosidades sobre los palillos, el cubierto más utilizado del mundo.

  • Aunque a ojos occidentales parezcan iguales, los palillos chinos y los coreanos son muy distintos de los japoneses. Mientras aquellos son rectos, prácticamente iguales en grosor en ambos extremos, los japoneses acaban en punta en uno de ellos.
  • Dentro de Japón también existen diferentes palillos, especiales para cada comida: para sopas y fideos, para carne, para arroz... Pero no se suelen ver en restaurantes, ni siquiera en Japón, sino más bien en tiendas especializadas y tradicionales. Los más comunes son los lisos. "Con ellos se suda la gota gorda para comer ramen. El otro día lo intenté y hasta a mí, que aprendí a comer con palillos desde niña, me cuesta", asegura Ishihara.
  • Lo que sí existe en su país de origen son palillos adaptados al tamaño de las manos del comensal. Los hay para hombre, los más largos; para mujer, que suelen ser los que se ven en España; y hasta para niños, los más cortitos.
  • Para aprender a utilizar los palillos, a veces se sujetan con una goma en la parte donde se cogen para mantenerlos unidos, pero los japoneses ya saben comer con ellos cuando empiezan primaria.
  • Está permitido partir con los dientes los trozos de carne, pescado y verduras que sean demasiado grandes para comer de un bocado, pero nunca el sushi. "Debe degustarse de una tacada, está pensado para ello y además sino se deshace", explica Ishihara.
  • La moda en Japón también alcanza a los palillos. "Hace unos años me contaron que se estilaba que cada uno llevara sus propios palillos para comer fuera en fundas portapalillos. Los hay adornados con muñequitos, con Hello Kitty, personajes de manga, Pokémon... hay de todo, es muy personal", detalla la chef de Okashi Sanda.
  • El error que cometen los occidentales cuando comen sopa o arroz es hacerlo con el plato o cuenco apoyado en la mesa y los palillos en vertical. Los japoneses siempre cogen la fuente con una mano para acercársela a la boca y poder poner los palillos casi en horizontal.
  • Los palillos nunca se sueltan, ni siquiera para beber. Cuando al acabar se dejan en la mesa, no deben cruzarse, Tampoco se debe gesticular con ellos ni apuntar hacia nadie, se considera agresivo.
  • Tampoco se deben pinchar en el arroz ni utilizar para pasar trozos de comida de una persona a otra, ya que ambas acciones recuerdan a los rituales funerarios del país.
  • En Japón también comen con tenedor. "Hay gente que usa palillos hasta con las comidas que nosotros consideramos 'de extranjeros', espaguetis y pizza, sobre todo. Pero normalmente se comen con tenedor y cuchillo. Pero lo que consideramos la cocina japonesa tradicional, la que tiene al menos 500 años, está preparada para ser comida con palillos", explica Ishihara. De hecho, el tenedor se introdujo en el siglo XIX, pero los palillos, importados de los chinos, tienen al menos 3.000 años.
  • Cuando ven que eres extranjero, en Japón suelen ofrecer directamente tenedor. En su primera cita con su novio español, Ishihara recuerda que acabó pidiéndole: "Anda, déjalo".
  • "Yo aconsejaría practicar en casa. Para un rato, aunque no sepas, está bien. Hay mucha gente que le parece muy mono intentarlo un rato, pero luego dicen: 'Vale, ya he hecho el chorras, ahora dame un tenedor, que se me está enfriando la comida'. La gente se lanza porque es lo que vende Hollywood que es chic", opina Ishihara.

CURIOSIDADES SOBRE EL SUSHI

El sushi puede comerse también con la mano. "De hecho, cuanto mejor es la materia prima, está mejor visto, es más puro. Se considera que los cubiertos alteran el sabor. Sobre todo el tenedor, que es de metal", explica Ishihara, que desvela otras claves para degustar el plato japonés por excelencia.

  • Los niños japoneses no comen sushi porque, según Ishihara, no les gusta. "El único que les gusta es el inarizushi, ese que lleva tofu frito y salsa dulce. Es lo que recuerdo de mi infancia en Japón", asegura.
  • El sushi siempre debe mojarse en la soja por el alga o el pescado, nunca por el arroz, porque empapa mucho. Y se sumerge brevemente, no se deja un rato porque anula el sabor.
  • El wasabi y el jengibre son acompañamientos y se comparten entre todos los que estén sentados a una mesa. Para coger un poco de ellos o una pieza de una fuente común, se debe dar la vuelta a los palillos y coger la comida con el extremo que no se chupa. No así la soja, cada uno tiene su cuenco.
  • El jengibre es para cambiar de sabor y facilitar la digestión, sólo debería emplearse cuando se cambia de tipo de sushi, "como el sorbete de limón de las bodas cuando se pasa del pescado a la carne", detalla Ishihara.
  • El wasabi realza el sabor del pescado aunque, si la materia prima es buena, se debe prescindir de él. "De hecho, si echamos mucho, el sushiman que lo ha hecho puede ofenderse, puede pensar que nos parece que está mal hecho o insípido", añade la jefa de Okashi Sanda. "En Japón no se come tanto wasabi. Esos sois vosotros", apunta entre risas.
  • El wasabi que llega a España no es de la mejor calidad, admite Ishihara. "El auténtico es muy caro, nace en montañas escarpadas y es difícil de obtener. Aquí hay sucedáneos que llevan polvo de wasabi y pican menos", detalla.

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