Esto es lo que ocurre si no cambias las sábanas con demasiada frecuencia

Esto es lo que ocurre si no cambias las sábanas con demasiada frecuencia

Hay que reconocerlo: cambiar las sábanas es una de las rutinas que más pereza dan el fin de semana.

No obstante, si llevas posponiéndolo más de lo que te atreverías a admitir, puede que te lleves una sorpresa desagradable.

De acuerdo con Mary Malone, experta en temas de lavandería que escribe en about.com, dejar las sábanas sin cambiar durante un largo período de tiempo podría conllevar ciertos problemas de salud, como heridas infectadas y pie de atleta.

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Según Malone, durante el sueño seguimos transpirando, lo que significa que el cuerpo libera sustancias y desechos.

"Es posible encontrar saliva, orina, fluidos genitales y materia fecal en las fibras", explicó a ATTN. "Si las sábanas no se lavan de forma regular y el ocupante tiene arañazos o heridas, se le pueden infectar", señala. Además, a través de la tela se pueden coger hongos, como el pie de atleta.

"Una falta de limpieza de las sábanas y la funda de la almohada permite que los fluidos se filtren en el colchón y la almohada, y limpiar eso es mucho más difícil que meter las sábanas en la lavadora", apunta la especialista.

En cambio, la profesora Val Curtis, de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, no piensa que las sábanas sucias sean especialmente peligrosas.

"Hasta donde yo sé, nadie ha hecho un estudio que demuestre que no cambiar las sábanas pueda provocar problemas de salud", reconoció a la edición británica del HuffPost. "Las sábanas no son un hábitat particularmente bueno para las bacterias que causan infecciones de piel y, además, los piojos y las chinches no abundan en la actualidad".

"Si lavas las sábanas de forma regular, tendrán buen aspecto, olerán bien y darán buena sensación, al igual que si te cambias de ropa con regularidad", opina Curtis. Si bien recomienda cambiar las sábanas una vez por semana, sería, más que nada, "por motivos estéticos".

Este post fue publicado originalmente en la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano