Más de medio siglo después Colombia firma la paz con las FARC

Más de medio siglo después Colombia firma la paz con las FARC

REUTERS

Cartagena de Indias se ha convertido este lunes en la "ciudad de la paz" de Colombia con la llegada de presidentes latinoamericanos y representantes de organismos multilaterales que serán testigos este lunes de la histórica firma que sellará 52 años de conflicto con la guerrilla de las FARC.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anfitrión de la cita, dijo hoy que a Cartagena, que se conoce como la Ciudad Heroica por su resistencia en los tiempos de la Colonia, se le podrá "decir también la Ciudad de la Paz, porque va a poder ser una ciudad donde se firmó tal vez el acuerdo más importante de la historia reciente de nuestro país".

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El acuerdo será firmado al atardecer del lunes en la Plaza de Banderas del Centro de Convenciones Julio César Turbay Ayala por Santos y por el número uno de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", quienes a lo largo del proceso de negociación en La Habana, que duró casi cuatro años, se encontraron dos veces en público.

Lo harán por tercera vez en un momento que los colombianos y la comunidad internacional, soporte del proceso de paz, esperan con ansiedad.

"Esto es un evento para cerrar la guerra y abrir la paz. Es un evento para que todos los colombianos nos unamos en un momento histórico", dijo la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, que tiene a su cargo la organización de la ceremonia.

LÍDERES DESDE TODO EL MUNDO

Para apadrinar la firma de la paz comenzaron a llegar a Cartagena líderes de distintas partes del mundo, entre ellos el mandatario cubano, Raúl Castro, cuyo país fue anfitrión de los diálogos con las FARC y garante del proceso negociador junto con Noruega.

Vestido con guayabera blanca, Castro saludó a la prensa y salió del aeropuerto sin dar declaraciones, lo que sí hizo el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, quien dijo que Colombia "genera esperanzas al mundo" con la firma del acuerdo de paz.

También están ya en Cartagena el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y los cancilleres de España, José Manuel García-Margallo; Noruega, Borge Brende; Holanda, Bert Koenders, y Suecia, Margot Wallstrom.

A lo largo de la jornada de hoy son esperados el rey Juan Carlos I, junto con el expresidente del Gobierno español Felipe González, y los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y de Guatemala, Jimmy Morales, entre otros.

Igualmente vendrán el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el único que además de Santos y Timochenko pronunciará unas palabras en el acto de la firma, que será presenciado por unos 2.500 invitados.

APOYO DE LA ONU

El apoyo de la ONU también ha sido de gran relevancia para el acuerdo de paz porque ese organismo aprobó una Misión de Verificación que se encargará de supervisar la entrega de armas y desmovilización por parte de las FARC, proceso de 180 días de duración que comenzará a contar el próximo martes.

La jornada de firma de la paz comenzará a las 08.00 hora local (13.00 GMT) con un homenaje y agradecimiento del jefe de Estado a las Fuerzas Militares y la Policía en la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla.

Posteriormente, al mediodía, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, oficiará una ceremonia litúrgica en la Iglesia de San Pedro Claver, que permaneció cerrada hoy con un gran cartel que hace alusión al acto de mañana.

Después de la ceremonia religiosa, Santos ofrecerá un almuerzo a los dignatarios invitados, tras el cual se celebrará el acto central de firma del acuerdo.

Para evitar cualquier contratiempo, las autoridades extremaron la vigilancia en Cartagena, con un dispositivo de 2.700 miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía, según confirmó hoy el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

Los policías han restringido la circulación de vehículos en las calles que dan acceso al Centro de Convenciones mientras piquetes de uniformados recorren las zonas turísticas que concentran los hoteles donde se alojarán las delegaciones, pero sin las exhibiciones de armas de otras épocas.