14 cosas que no sabías de Johan Cruyff, el "14" eterno

En un invierno de hace 50 años, Johan Cruyff comenzó a escribir su leyenda futbolística. Era su segunda temporada en el Ajax y rompió todos los registros: marcó el primer triplete del equipo en Liga y, cuatro días después, batió su propia marca récord anotando cuatro tantos en un solo partido.

Fue el comienzo de la carrera de un futbolista único y también de un personaje fascinante, recordado por su genialidad en el campo y también por su fuerte personalidad fuera de él. En “Johan Cruyff. 14. La autobiografía”, libro que el referente del Ajax y el F.C. Barcelona terminó poco antes de fallecer en marzo de este año, se explica a sí mismo. Le recordamos este 14 de octubre, ese 14 tan especial para él. ¿Conocías estas curiosidades?

1-De Meer, el primer estadio del Ajax de Ámsterdam, estaba muy cerca de la verdulería de sus padres. El recinto fue derribado en 1998.

2- El tío Henk, un amigo de su padre que se casó con su madre cuando el progenitor murió, fue quien le introdujo en el Ajax.

3- Los números le apasionaban. “Me casé con Danny el segundo día del duodécimo mes, diciembre. Dos más doce da el número de mi dorsal: catorce. El año era 1968, y seis más ocho también da catorce. No hay duda de por qué seguimos juntos tras cuarenta y ocho años”, explica en el libro.

4- Ocupó todas las portadas a su llegada al F.C. Barcelona en 1973 y ayudó a que el club ganase la Liga tras catorce años, sí, otra vez el catorce, en blanco.

5- Se enfrentó a Adidas en 1974. Amenazó a su Selección con no jugar el Mundial de ese año si se le forzaba a portar la elástica impuesta por el patrocinador. Consiguió que se diseñase una camiseta especial para él; por eso, mientras la de sus compañeros tenía las tres rayas habituales en las prendas de la marca, la suya solo tenía dos.

6- Tenía la costumbre de hacer apuestas con sus jugadores... y a veces perdía. En su etapa como entrenador del Barça, Romario le preguntó si podía ausentarse de los entrenamientos para acudir al Carnaval de Río. Cruyff le dijo que podría hacerlo sólo si marcaba dos goles en el siguiente partido. El delantero brasileño lo hizo y Cruyff no tuvo más remedio que cumplir.

7- Era muy duro, durísimo, con los que el mismo llamaba "vacas sagradas" del vestuario. En 1993, ignoró que Laudrup atravesaba una gripe y le obligó a jugar 50 minutos, a pesar de que el jugador había sufrido un ataque de náuseas en el descanso. Tuvo varios enfrentamientos con Hristo Stoickhov, una de las estrellas de aquel Barça. El más famoso fue cuando, en un partido en Tenerife, el entrenador le dijo al jugador que le daría 100.000 pesetas si marcaba un gol y que, si no lo hacía, el jugador se las daría a él. A falta de bastantes minutos por jugar, y con dos goles a favor en el marcador, Cruyff le sustituyó. A las airadas quejas del jugador, el entrenador respondió: "Págame las 100.000 pesetas".

8- Resolvió con justicia una situación pocas veces vista durante su etapa como entrenador en el Camp Nou, cuando coincidieron bajo sus órdenes dos familiares suyos: su hijo Jordi y su yerno Jesús Angoy, portero suplente que acabaría cambiando el fútbol por el fútbol americano.

9- Reconoció que no era creyente con una de sus famosas frases lapidarias: "En España, los 22 jugadores se santiguan antes de salir al campo. Si hubiese algo, todos los partidos acabarían en empate".

10- Insuficiencia cardíaca. Esa fue la enfermedad que Cruyff sufrió en 1991 y que le hizo abandonar su segundo mayor vicio después del fútbol: el tabaco. Sustituyó los pitillos por chupachups.

11- Bebía los vientos por Emilio Butragueño. O eso decía, quizás para desestabilizar al gran rival: "El Madrid es Butragueño y 10 más", afirmó un vez.

12- Los jugadores del Ajax no pueden llevar el número 14 en sus camisetas. En 2007, el club retiró el dorsal como homenaje a una de sus grandes figuras. Todos los homenajes a Cruyff se hacen en el minuto 14.

13- El asteroide 14282 Cruijff se llama así en su honor, según la Unión Astronómica Internacional.

14- Sus frases recogían una genial idea del fútbol y una lógica aplastante. Esta resume bien su filosofía: "Muchos confunden la velocidad con la anticipación, y la importante es la segunda. Cuando empiezo a correr antes parezco más rápido".