Dolores Redondo: "Lo que más me gusta es ser escritora en mi casa"

Dolores Redondo: "Lo que más me gusta es ser escritora en mi casa"

EFE

BARCELONA - Rechaza la etiqueta de ser la escritora más leída de España, aunque sí defiende ser “una de las más queridas”. Rompió todas las apuestas con su Trilogía del Batzán, -El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta- y ahora se hace con el premio de los premios literarios en España: el Planeta.

Dolores Redondo asegura que los lectores de Todo esto te daré encontrarán en sus páginas elementos de sus tres primeras novelas, de su mundo. Está radiante. Sonríe y no para de mirar la figura que la acredita como vencedora del Planeta. Y vuelve a sonreír.

Después de una cena con más de mil invitados —entre otros, los reyes de España—, Redondo es la última en abandonar el recinto donde se ha celebrado la entrega del premio. Ya se han ido los escritores, los políticos, los periodistas, los famosos. Sólo queda ella. Como resistiéndose a que acabe la noche con la que había soñado desde que era adolescente.

Ganadora del Planeta…

¿Te imaginas a una adolescente que quiera ser escritora y vea hoy las noticias? Seguro que dice ‘quiero ser ella, quiero estar ahí’. El Planeta tiene una oropel precioso y, cuando eres un niño que aspira a ser escritor, esto parece el summum. Sé que no es lo más, pero representa lo que en una etapa fue para mí lo más. He conseguido mi sueño, aunque soy consciente de que es como la Navidad de los escritores. Sé que luego llega enero y que hay que ponerse a trabajar de nuevo, no todo se queda aquí. Pero sí, teniendo en cuenta que El Guardián Invisible se publicó en 2013 y que cuatro años después ocurre esto...

¿Qué pasó con tu trilogía? ¿A qué atribuyes ese éxito tan rotundo?

Creo que fue una alineación de planetas. Parte de una novela que pueda conectar con el lector y de una historia lo suficientemente original. Ya sé que no hay nada nuevo bajo el sol y todos escribimos cosas similares, pero yo puedo darle una perspectiva diferente. Cuando tenía el libro escrito y estaba buscando agente una me dijo que había tres elementos que impedían que el libro fuera a ser un éxito: que era una novela muy local, que utilizaba palabras en euskera y que recurría a la mitología.

Proponía quitarle el alma a la novela

Sí. Sugería que eliminase todos los elementos que la diferenciaban. Algunos aspectos han funcionado porque son honestos y reales, como esas familias matriarcales, las mujeres con tanto carácter, la historia de Baztan… Hubo una serie de elementos que contribuyeron al éxito y que sí supo ver el que luego fue mi agente. Además logré una visibilidad tremenda, hasta el punto de que en 2011 la novela se vendió a siete editoriales y se compraron los derechos para hacer la película. Y hasta dos años después no se publicó en España.

Todos escribimos cosas similares, pero yo puedo darle una perspectiva diferente

¿Sigue siendo Dolores Redondo reconocible en Todo esto te daré, la ganadora del Planeta?

Sí, sí. Algún periodista me ha dicho que, al leer la sinopsis de la novela antes de que se anunciara al ganador, ya pensaba que era yo la que se escondía tras ese libro. Creo que los lectores van a encontrar elementos reconocibles, como que la carga y la fuerza proceden de la familia. Es un homenaje a El Padrino, que tal vez sea la novela más representativa porque la familia puede ser una carga vergonzosa y, al mismo tiempo, hay una cuestión de honor de pertenecer a ese grupo. Van a encontrar también la búsqueda de la verdad, de la justicia, la lucha contra la impunidad. No quiero creer siempre vaya a haber algunos que no paguen sus crímenes, sus pecados, sus afrentas, el daño que hacen a los demás. Que se vayan de rositas. No puede ser que durante mucho tiempo y de muchas maneras hayamos admitido en nuestro país que esto sea así. Todavía lo escuchas como un eco cuando ves las noticias, que alguien dice ‘bah, no le va a pasar nada, es quien es y se va a ir libre…’. Esa impunidad asquerosa y que la asumimos con tanta tranquilidad…

En esta novela desaparecen todos los elementos femeninos y pasan a ser masculinos.

No desaparecen todos. En Batzán hay elementos masculinos que sirven para equilibrar un poco y aquí sucede igual pero al revés. Sí es cierto que hay un protagonista en la sombra que es el fallecido; su marido, que es otro hombre, y luego los que le ayudan a desentrañar la vida del muerto, al que creía conocer, y que llegan a convertirse en sus amigos.

He conseguido mi sueño

Porque la novela también es un canto a la amistad

Sí. No quiero que se quede sólo en la codicia y la impunidad, no, no. Hay algo por encima. Sobre todo cuando se tiene la valentía de querer conocer a alguien de verdad, eso te transforma de un modo extraordinario. El protagonista es un escritor homosexual de 52 años, luego está un Guardia Civil que acaba de jubilarse.

Exacto, hay un escritor, un guardia civil, un sacerdote…

Un sacerdote que además lidera un santuario gallego de esos que quitan los demonios. Al principio supone un choque de trenes manejar personajes tan distintos. Por cuestiones de fe, de cómo asumen la clase social, están cargados de prejuicios unos y otros, y chocan. Por distintas razones los tres quieren saber la verdad. A fuerza de rozarse se pulen y llegan a un entendimiento.

¿Estás mentalizada para la vorágine del Planeta?

Estoy preparada, lo voy a disfrutar. A mí lo que más me gusta es ser escritora en mi casa. Levantarme, ponerme un café, estar en pijama, sola, que huela a libros, que nadie llame… Me encantaría ser como Lorenzo Silva, que está en un aeropuerto y con una mano escribe una novela mientras con la otra lee un libro… Yo soy más modo abuela, pero cuando sucede algo así sólo te queda disfrutarlo y aprovecharlo al máximo.

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