El racismo vuelve a la Casa Blanca

El racismo vuelve a la Casa Blanca

AFP

28 de agosto de 1955: un joven afroamericano de 14 años llamado Emmett Till fue brutalmente apaleado y posteriormente asesinado de un tiro en Money, Mississippi. Los asesinos -dos hombres blancos- le arrojaron al río con un ventilador desmotador de algodón atado con alambre de espino alrededor de su cuello. Las autoridades encontraron el cuerpo del adolescente días después. Los autores del crimen fueron absueltos por un jurado de 12 personas, todas ellas blancas. Años después confesaron haber cometido el crimen, pero las leyes estadounidenses impedían juzgar dos veces a una persona por un mismo delito. El caso fue uno de los desencadenantes del Movimiento por los Derechos Civiles de EEUU.

26 de febrero de 2012: otro joven de raza afroamericana, Trayvon Martin, de 17 años, fue asesinado por un ciudadano blanco en Florida. El juzgado consideró que no había pruebas suficientes para afirmar que el asesino hubiese violado los Derechos Civiles de Martin. El incidente dio lugar a la creación del movimiento Black Lives Matter, que realiza campañas contra la violencia hacia las personas negras.

9 de agosto de 2014: un policía blanco, Darren Wilson, disparó a otro joven negro, Michael Brown, en el estado de Misouri, por un forcejeo con el agente. Wilson quedó en libertad sin cargos, aunque renunció al departamento de la policía de Ferguson. El accidente desencadenó protestas a nivel internacional e internacional, además de violentos enfrentamientos de la población negra contra la policía.

Las muertes de Till , Martin o Brown, separadas por casi 60 años de diferencia se produjeron en dos momentos políticos muy diferentes, pero son ejemplo de los miles de negros que han perdido la vida en Estados Unidos y que son considerados "muertes secundarias" por la Justicia o las instituciones.

Mientras que Till murió cuando aún no había estallado el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, Martin y Brown fueron asesinados durante la Administración Obama, lo que demuestra que el problema del racismo en Estados Unidos se trata de un problema estructural arrastrado desde la época en la que la esclavitud era una institución estable. La liberación de los esclavos negros fue proclamada por Lincoln en 1863, pero no es lo mismo abolir la esclavitud que acabar con el racismo. Un racismo que ha ido menguando poco a poco pero que sigue vigente y que ni siquiera un presidente demócrata negro y sus políticas sociales han logrado paliar.

195 afroamericanos han muerto a manos de la policía en 2016

Alrededor del 12.4% de los estadounidenses son negros o afroamericanos. En lo que va de año, 195 personas de raza negra han muerto a manos de la policía en el país, según datos de The Washington Post. En 2015, fueron 258. Durante la campaña, Trump y parte de su entorno han mantenido un discurso con un tono nacionalista y racista. Por eso no es de extrañar que a ciertos sectores de la población, como a los afroamericanos, les inquiete su llegada a la Casa Blanca. Sólo un 8% de los negros votó al magnate.

¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?

"La situación que deja Obama, a pesar de sus esfuerzos, es difícil", explica Julio Cañero, director del Instituto Franklin. Según él, "las cifras de desempleo, abandono escolar o las familias monoparentales entre los afroamericanos son altas en comparación con la media". Los afroamericanos, señala Cañero, están mejor que hace 30 años pero también les ha afectado la crisis. "Esta crisis la sufren más los grupos con peores trabajos y peores condiciones sociales", dice. El hecho de que los republicanos tengan el control del Congreso, por tanto, puede afectar a los afroamericanos negativamente si Trump decide reducir las políticas sociales.

"Puede pasar lo que pasó con Reagan en los ochenta", opina el experto, "al implementarse lasreaganonomics (las políticas económicas de Reagan) se redujeron los impuestos a costa de reducir políticas sociales y ahí es cuando se hizo más grande la brecha entre los que tenían más y los que tenían menos". Aunque señala que esto ahora mismo es "imprevisible": "Una cosa es lo que haya Trump dicho que quiere hacer y otra lo que haga".

DE UN PRESIDENTE NEGRO A UN SUPREMACISTA BLANCO COMO JEFE DE ESTRATEGIA

Uno de los últimos movimientos de Trump para formar su equipo ha sido el nombramiento de Stephen Bannon como jefe de Estrategia. Bannon es considerado por muchos observadores como un supremacista blanco y tiene una larga lista de ofensas hacia aquellos que no son heterosexuales, blancos o cristianos. Dirigió la cadena de medios conservadora Breibart, a la que calificó como "la plataforma de la derecha alternativa". Su exmujer le denunció por malos tratos y, además, lo acusó de antisemitismo.

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Stephen Bannon

Según el Southern Poverty Law Center, un centro legal que monitoriza el racismo y los movimientos supremacistas y de ultraderecha, más de 400.000 personas han firmado ya una petición para pedir a Trump que no siga adelante con este nombramiento.

EL APOYO DEL KU KLUX KLAN

Además, Trump tiene apoyos de otros grupos supremacistas como el del Ku Klux Klan. El exlíder del grupo, David Duke, celebró los resultados electorales diciendo que había sido "una de las noches más excitantes" de su vida y que Trump "tiene la oportunidad de convertirse en uno de los más grandes estadounidenses que han existido". Además señaló que su gente había sido clave en esta victoria.

"El KKK fue de los primeros en felicitar a Trump", dice Cañero. Asegura que "los supremacistas blancos existen en EEUU", aunque está convencido de que Trump no es uno de ellos. "Pero aunque no lo sea, el americano racista ha encontrado un discurso con el que se identifica", señala el experto, "un discurso que le ha hecho ir a votar en vez de quedarse en casa".

LOS VOTANTES RACISTAS

Otro hecho preocupante es la ideología de la que presumen algunos de los votantes de Trump. Según una encuesta de la revista Time, alrededor de un 20% de los votantes pro-Trump consideran que abolir la esclavitud fue mala idea. Además, igual que ocurrió tras el Brexit en Reino Unido, la victoria del magnate ha generado una ola de racismo por todo el país con pintadas en las calles en las que se lee Make America White Again ('hagamos que América sea blanca otra vez'), entre otras cosas.

Cañero explica que el racismo "se ha ido moviendo de un lado a otro". Antes estaba más presente en el sur y ahora se ha movido un poco, "aunque sigue habiendo mucha discriminación", asevera. Asegura que sí que hay instituciones en las que se suele detectar racismo, como los cuerpos de Policía. "En EEUU hay un estereotipo", dice, "si eres un negro con un coche bueno es porque lo has robado, y es más probable que la policía te dé el alto". "En términos de población es mucho más alto el porcentaje de americanos negros que mueren a manos de la policía que de blancos", explica Cañero, quien cree que este problema no cambiará con Trump, "pero tampoco lo haría con Clinton".

Aunque no cree que esta situación mejore, sí que afirma que puede aumentar el odio o el racismo entre la gente, como pasó con el Brexit: "Es posible que aumenten, sobre todo, los casos de racismo verbal". Lo explica de la siguiente manera: "Antes había gente que no se sentía arropada por el discurso oficial. Ahora, esa gente puede verbalizar su odio".

892 GRUPOS QUE INCITAN AL ODIO

El Southern Poverty Law Center ha realizado una serie de mapas interactivos a los que llaman "mapas del odio". En ellos, se puede ver la cantidad de grupos que incitan al odio racial en Estados Unidos y en qué estados se concentran. Según los datos, en Estados Unidos hay hasta 892 grupos u organizaciones que incitan al odio. Entre ellas, el partido nazi americano, el Ku Klux Klan, los antimusulmanes, los que abogan por las políticas segregacionistas contra los negros o los nacionalistas blancos... La mayoría de ellos están concentrados en los estados del este, aunque están repartidos por casi todo el país.

Para consultar el mapa sobre todos los grupos que incitan al odio en Estados Unidos pincha aquí.

En 1955, la costurera Rosa Parks y la estudiante Claudette Colvin soportaron los forcejeos de la policía y el posterior juicio por no ceder su asiento a una persona blanca en un autobús. En 1957, nueve estudiantes negros intentaron ingresar por primera vez en una escuela secundaria de Little Rock y fueron detenidos por la Guardia Nacional mientras la población blanca les insultaba y escupía. En 1961, un 'autobús de la libertad' de un grupo de jóvenes afroamericanos que protestaban contra la segregación, era interceptado por el KKK. Los supremacistas blancos trataron de quemarlo con los viajeros dentro. En agosto de 1963, más de 200.000 manifestantes marcharon por Washington pidiendo los derechos civiles de los negros en una manifestación que concluyó con el famoso discurso "Yo tengo un sueño" de Martin Luther King. Ese sueño está amenazado.

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