Cuando Fernández Vara cierra la puerta de su casa

Cuando Fernández Vara cierra la puerta de su casa

EFE

“Esto se avisa”. Guillermo Fernández Vara le dijo esto a su hijo después de que le enviara por correo un manuscrito hace un par de meses. Eran las galeradas de un libro. Pero no era una novela o un poemario, sino un retrato político y personal sobre el dirigente socialista.

El 25 de mayo de 2015 Fernández Vara ganaba las elecciones extremeñas. El PSOE recuperaba la Junta tras cuatro años durísimos y su hijo, Guillermo Fernández Martínez, pensó que esa historia había que contarla, aquella lucha, la evolución, las conversaciones que se quedan fuera de las televisiones. Él mismo había invitado a su padre a hacerlo en anteriores ocasiones, pero el hoy presidente autonómico siempre le decía que ya tenía bastante con su blog.

“Me di cuenta que había sido testigo directo de un cambio político, de la derrota a la victoria”, comenta en una entrevista con El Huffington Post Fernández Martínez, que este miércoles ha presentado en Madrid la obra prologada por Alfredo Pérez Rubalcaba. Esa idea hoy se materializa en las casi doscientas páginas de Guillermo Fernández Vara: El desafío del cambio.

"ME HA MERECIDO LA PENA"

Ha sido un trabajo, confiesa, “por necesidad periodística”. Quería aprovechar ese “acceso afortunado, inédito e íntimo”. “Además, era interesante desde el punto de vista del lector aportar esa óptica cercana y desconocida de un político”, indica.

Pero el autor, que tiene 22 años, tomó otra decisión: no contárselo a su padre. Empezó a contactar con amigos y enemigos de su progenitor y les pidió entrevistas a través de Whatsapp. Su padre nunca se olió nada. Él decía que iba, por ejemplo, a El Corte Inglés de Badajoz, pero realmente estaba charlando con Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Entre sus interlocutores, hasta políticos del Partido Popular y de IU y periodistas. Estas conversaciones “le invitaban a saber más”. “Contar y descubrir esos los verbos que me han acompañado”, dice.

“Hay cosas que al oído del hijo le cuesta escuchar, pero el periodista se muere de ganas. Me ha merecido la pena”, comenta el autor, graduado en Comunicación Digital y estudiante del último curso de Periodismo.

En el libro se narra esa caída tras las elecciones de 2011, la travesía por el desierto, las relaciones con el Gobierno de José Antonio Monago, el desencuentro con Izquierda Unida, la victoria de 2015… Y “contra reloj”, explica, ha incluido un último capítulo en el que narra lo vivido por su padre en los últimos meses de inestabilidad política y en su defensa de la abstención. En el libro se recogen momentos:

Recuerdo su rostro de preocupación desde que se supo que Rajoy no iría a la investidura. En los viajes a Madrid, pasaba las horas hablando por teléfono, resoplidos y resignación.

"No te voy a engañar. La situación me acojona", me contó en uno de los momentos más tensos entre las negociaciones de PSOE y Podemos.

"Yo no quiero que gobierne Rajoy, Guille", me explicó mi padre, "pero hemos entrado en un tiempo nuevo en el que si se quiere gobernar, hay que hablar".

"Entonces, deberíais hablar con Rajoy, ¿no?", pregunté, algo incisivo.

"Aquí el peor de los escenarios es el de otras elecciones más. Los españoles están hartos. Estamos hartos", recalcó.

"Te van a llover hostias, Guillermo", le dijeron dentro de su partido ante la posibilidad de hacer pública su postura de abstenerse para evitar unas terceras elecciones.

"Es mi opinión y no voy a mentir en lo que pienso y creo", respondió.

"EL LIBRO SE QUEDÓ COMO ESTABA"

No quiso contarle a su padre que lo estaba escribiendo porque no quería que le influyese y, además, tenía la “tranquilidad de que el único responsable de lo escrito era yo”. De hecho, confiesa que su padre no está del todo de acuerdo con algunas de las cosas que ha plasmado. “Se lo mandé por cortesía, para conocer su valoración. Le echó un vistazo, discutimos algunas cosas, pero el libro se quedó como estaba”, apostilla.

A quien sí le pidió que lo leyese una vez finalizado fue al ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha comentado en la presentación del libro en Madrid que no es una obra política al “uso”. Al principio tuvo reparos sobre la idoneidad de que se escribiera, pero ahora cree que tiene sentido y además ha incidido en que muestra un lado más personal de la política que no se suele ver. Parafraseando a José Antonio Labordeta: La política es una madrastra sin entrañas. El veterano dirigente socialista leyendo este libro se ha acordado de una anécdota familiar. Después de dejar el puesto, en una reunión familiar, un primo le dijo que no sabía lo duro que había sido ser un Rubalcaba en los últimos años.

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Presentación del libro

El libro recoge vivencias que muestran también el lado familiar, la influencia de la política en el hogar, en los hijos. La obra describe algunos de esos momentos más íntimos, como cuando se mudaron a Mérida en 2007 por el cargo político: “¡Maldito el momento en el que me trajiste a esta ciudad!, le reproché. Esa frase quedaría marcada a fuego en su cabeza”.

Ahora reflexiona sobre esos días en la entrevista. “Te mudas de un pequeño pueblo, llegas sin amigos. Me influyó en esa relación con mi padre. Tenía doce o trece años, escuchas comentarios. En mi casa tenía casi una oposición más dura que en la Asamblea”, indica.

Y recuerda otro “duro” momento en sus vidas, cuando defendió la abstención tras el 26 de junio y Twitter se llenó de insultos contra Vara. Se queda con que su padre fue “firme” y demostró que hay “que contar lo que piensas, que no puedes hacer daño a nadie con eso, puedes estar más de acuerdo o no”.

¿Y qué sensación tiene ahora después de ver publicado este libro? Fernández Martínez responde: “Jamás pensé que suscitara el interés que está generando, se conoce muy poco de los políticos. Y ese lado íntimo, de puertas para adentro, es muy necesario que se cuente también y ayuda a entender muchas cosas que ocurren en el país. No todo es una declaración pública y un tuit, hay un término medio que a veces les falta por saber a los periodistas y a los ciudadanos”. “Hay que resaltar el lado humano. La obra es el lado humano de un político contado por un periodista que ha podido acceder a ese contenido”, añade.

Ha podido contar lo que casi nadie ve, aunque también le ha servido para descubrir cosas de su padre: “El lado político, sobre todo. La calma en los momentos más tensos y más duros, cómo mantiene el tipo y sigue centrado en lo que tiene que hacer para gobernar una comunidad. También valoro que nunca jamás de su boca ha salido una mala palabra de ningún político del PSOE. Siempre ha habido lealtad, aunque hubiera discrepancias públicas.”

Estamos acostumbrados a ver a Vara en la televisión, en las ruedas de prensa, en el Parlamento, en Ferraz. Pero esta es otra visión. “Como todo el mundo, Guillermo Fernández Vara deja de ser el político cuando cierra la puerta de casa. Es entonces cuando empieza a ser padre, marido, hijo y hermano”, escribe el autor en el libro.

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