El patrón Rajoy marca su rumbo: diálogo para gobernar, Cataluña y "amarrar" el barco de España

El patrón Rajoy marca su rumbo: diálogo para gobernar, Cataluña y "amarrar" el barco de España

EFE

En febrero de 2012, Mariano Rajoy subía al escenario en Sevilla a pedir “fe” durante el congreso del PP. España naufragaba en una brutal crisis económica y el rescate parecía una realidad inminente. Cinco años después, el presidente del Gobierno ha cerrado el cónclave marcando ante los suyos el nuevo rumbo: el “diálogo” para gobernar, el proceso secesionista catalán y “amarrar el barco” de España tras este sobresaltado viaje.

Rajoy ha diseñado durante estos tres días el futuro del partido para los próximos años. Una dirección con los mismos nombres, pero en la que que Fernando Martínez-Maillo, como coordinador, ejercerá de contrapeso de María Dolores de Cospeal, que ha resistido las embestidas ‘amigas’.

Después de dos días centrados en el morbo interno de los puestos, Rajoy quería este domingo fijar ruta a los más de tres mil compromisarios sentados en la Caja Mágica de Madrid. Eso sí, antes, como de costumbre, les ha pedido permiso para enviar un telegrama a la casa real para mostrar su “afecto y lealtad” a Felipe VI. Cosas de los partidos.

"LA AMPUTACIÓN TERRIBLE Y DOLOROSA"

Gran bandera de España ondeando virtualmente. El turno de los aplausos, del recién reelegido presidente del partido con un 95,65% de los votos. Y el jefe del Ejecutivo ha desgranado su visión de los próximos años llamando la atención que gran parte de sus palabras se han centrado en el proceso secesionistas catalán: “Un disparate”.

“No vamos a tratar ni a comerciar sobre un proceso que pasa por encima de la Constitución, que conduce a la fractura de España y a la liquidación de la soberanía nacional. Nadie nos puede pedir que seamos cómplices de esa arbitrariedad. Y no lo vamos a hacer”, ha sostenido el jefe del Ejecutivo, que a modo de advertencia poética ha dicho: “No es una poda agradable hecha por un amable jardinero, sino que es una amputación terrible y dolorosa que no hay cirujano que salve”.

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Para quien no le haya quedado claro: “No vamos a admitir la celebración de un referéndum”. ¿Y qué va a pasar? El presidente ha vuelto a insistir en que el Gobierno vigilará para que nadie se salte la ley. En primer lugar, ha añadido, “hay que recuperar a las instituciones para que vuelvan estar al servicio de todos los catalanes, con independencia de sus convicciones políticas y no sólo al servicio del independentismo”. Y después habrá que “reconstruir la cohesión interna” y “buscar un nuevo espíritu de concordia”. Lo que ha querido remarcar es que está en riesgo el “modelo económico y social” de Cataluña. Otro aviso para navegantes del capitán Rajoy: la independencia dejaría a esta comunidad fuera de la UE y del mercado único.

El presidente ha vuelto a reiterar su oferta de hablar sobre temas como infraestructuras, dependencia, servicios público, problemas demográficos y jóvenes. Esto es lo que se conoce como la ‘operación Diálogo’, que capitanea su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Por cierto, cuando se ha pronunciado su nombre minutos antes durante el desglose de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional ha recibido un sonoro aplauso por parte de todos los delegados. En ese particular aplausómetro también destaca Alberto Núñez Feijóo, además del propio Rajoy.

A POR TODO EL CENTRO DERECHA

En el universo de Rajoy, el otro gran tema ha sido el “diálogo” para sacar adelante las propuestas del Gobierno. Casi de manera orteguiana, ha dicho: “Toca adaptarse a la situación, analizar qué acuerdos son posibles y actuar de manera que se puedan llevar a buen término”. Pero, a la vez, ha pedido a la oposición que se “adapte también”.

En el discurso no ha hecho mención explícita a los presupuestos, pero sí se ha referido a ellos durante la reunión a puerta cerrada minutos antes con la nueva cúpula del partido. Está trabajando en ellos, aunque todavía no hay fecha.

Este domingo supone la clausura del cónclave nacional, pero ahora llegan los regionales y provinciales. Y alguna batalla se librará. Algunos compromisarios regionales han trasladado sus inquietudes e intenciones a Fernando Martínez-Maillo y Juan Carlos Vera en los pasillos. En la organización ya piensan en las elecciones autonómicas y municipales de 2019 y en la recuperación respecto a los comicios de 2015.

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De hecho, la ‘telonera’ María Dolores de Cospedal ha marcado como gran objetivo la recuperación de aquellos votantes que se fueron a otros partidos o a la abstención. La ‘número dos’ ha pedido a los delegado “recuperar la mayoría social y recuperarar la unidad del centro derecha español”. Muy atentos escuchaban a los enviados por Ciudadanos, Miguel Gutiérrez y Begoña Villacís. “Tenemos que aspirar a ser invencibles, somos el PP”, decía con voz firme la ministra de Defensa, casi mandando firmes.

PP y Ciudadanos, esa extraña relación. Rajoy ha comentado que Rivera le ha llamado y que él le ha pedido que no “apretaran mucho”. Pero los naranjas tienen otra versión: Rivera simplemente le ha mandado un mensaje “de cortesía”.

El presidente del PP quiere mansas aguas. Deja las tormentas para el PSOE y Podemos. El patrón pontevedrés ha cogido el timón: “Sé que la vista de la meta invita a detenerse y a descansar, pero el impulso debe continuar, hasta completar el camino, hasta que el barco esté amarrado en el puerto. Lo estará. No lo dudéis. Lo estará. Hablaremos de ello en el próximo congreso”.

Rajoy, llegando a puerto.